Hoy os he preparado una selección de los mejores sitios donde comer en Corfú durante vuestro viaje. Todos sabemos que los destinos vacacionales suelen tener muchos restaurantes dirigidos a los turistas, pero donde se come realmente bien es en aquellos establecimientos frecuentados por los locales, en este caso, los corfiotas.
Me voy a dejar en el tintero (a propósito) muchos lugares de renombre con cocina moderna y mediterránea, pero estoy segura que los que querréis visitar son los menos conocidos para comer algo diferente a lo habitual, es decir, cocina griega o, mejor dicho, corfiota, en todas sus variantes, a buen precio y para todos los gustos.
Vamos a ver, pues, cuáles son esos sitios en la Ciudad Antigua y el centro de la isla.
Comer en Corfú: La ciudad antigua
Uno de los destinos obligados para todos los visitantes de la isla es el casco antiguo, conocido como Old Town. Además de los monumentos y las innumerables tiendas de todo tipo, hay una buena selección de bares, cafés y restaurantes donde echar un bocado o darse un homenaje dependiendo de nuestro apetito a cualquier hora del día. Os recuerdo que en Corfú todos los restaurantes están abiertos a partir del mediodía hasta las doce de la noche aproximadamente, o sea que id eligiendo vuestro favorito.
Taberna O Chrisomallis, la más antigua
Empezamos por Chrisomallis, el lugar más clásico de toda la isla, cuyo nombre en griego significa «El Rubio» . Fundado hace más de 150 años, este negocio familiar ha ido pasando de las manos de los abuelos a las de los padres, y de padres a hijos. Era el lugar preferido para comer en Corfú del actor Anthony Quinn y el naturalista y escritor Gerald Durrell, quienes solían pasar los veranos en la isla durante los años cincuenta.
Hoy sigue habiendo muchos clientes que lo visitan incluso la víspera de su viaje de regreso para llevarse unas raciones de musaka a casa en el avión. Tanto locales como visitantes adoran sus recetas, hechas a fuego lento, con muchas especias y salsas al estilo tradicional, tal y como suelen cocinar las abuelas griegas.
Las mesas están colocadas en la calle peatonal que baja del Listón hacia Spilia. Están cubiertas con hules de cuadros y tienen servilletas de papel, como lleva siendo desde hace un siglo y medio.
No tiene aire acondicionado ni wifi, pero seguro que os invitan a un vaso de vino casero con vuestra comida. ¿Mi plato favorito? La gemistá, hecha con pimientos y tomates, rellenos de arroz con especias y servidos con patatas, todo al horno, y acompañada de queso feta.
Avli Mezzedopoleio, en Garitsa
Para mi gusto es uno de los mejores sitios de la ciudad y alrededores donde tomar una buena selección de mezzedes, o raciones en plato. Tienen una larga carta con numerosas opciones, y lo recomendable es pedir un poco de todo para compartir. En verano las mesas están a la sombra en la zona exterior, el parque de Garitsa, donde corre la brisa marina y se puede admirar la vista de la bahía con el Castillo Antiguo al fondo. Está abierto también en invierno, cuando podréis comer al calor de la chimenea en interior del local, muy acogedor y recientemente renovado.
Mi plato favorito son las setas a la cacerola. La sartén de carnes salteadas con vino blanco es otra de sus especialidades, así como cualquier tipo de verduras a la parrilla o al horno rellenas con queso feta, por ejemplo.
Aquí fue donde organizamos la cena previa a nuestra boda con todos los amigos y familiares que vinieron desde España, y os aseguro que todavía se acuerdan de los sabores increíbles de todos los platos que pudimos disfrutar.
Otra curiosidad: el famoso ex-jugador de baloncesto Magic Johnson estuvo recientemente en Corfú de vacaciones con su yate y cenó aquí en varias ocasiones. Podréis ver la carta y muchas fotos en este enlace.
El Posidonio, Puerto Antiguo
Fundado en 1930 por el tatarabuelo del actual propietario, era el lugar donde la gente solía tomar un café o algo de comer antes o después de sus viajes en barco, ya que el local se encuentra en el antiguo puerto de la ciudad. Hace cinco años la zona fue rehabilitada y convertida en un pequeño muelle deportivo o marina, con la consiguiente mejora del entorno para gran disfrute de quienes gustamos de pasear por allí. El nombre significa nada menos que «el sitio de Poseidón».
El Posidonio es otro de los lugares que debéis visitar si queréis comer en Corfú muy bien. En su carta encontraréis tanto mezzedes de carnes a la parrilla o marisco como ensaladas y raciones, a muy buenos precios y a la sombra de las parras que en verano cubren la terraza, mirando al mar.
Como os conté en otro de mis posts, si os pedís un ouzo os traerán algo de picar. Si tenéis un poco más de hambre lo mejor es encargar la bebida y una mezze para compartir, y pagaréis unos 10 euros por persona como mucho. También tienen unas ensaladas estupendas, frescas y abundantes, sobre todo la que sirven dentro de un pan de pita muy fino y crujiente que está buenísima.
Comer en Corfú: opciones veganas y vegetarianas
No es una cuestión de moda: la comida sana y natural es cada vez más popular, no solo entre los veganos y vegetarianos (que cada vez somos más), sino entre aquellos que quieren cuidarse y comer muy bien al mismo tiempo.
La ciudad de Corfú tiene unos cuantos locales que frecuentamos habitualmente, donde hay una gran variedad de platos que están para chuparse los dedos. Mirad:
Aubergine, la cocina de mamá
Este sitio es fácil de encontrar, ya que se encuentra justo en la parte final del Listón, conocido como Kofinetta. Lo bueno que tiene Aubergine es que no es un restaurante para turistas, y que su cocina es casera y simplemente deliciosa. Las mesas están colocadas en las terrazas de la famosa calle, y es un gusto cenar allí mientras disfrutas de la vista y el airecito que corre entre los árboles.
En el menú podréis encontrar las típicas recetas griegas en versión vegana, llenas de sabor y especias aromáticas. La dueña y cocinera es una señora encantadora que prepara una musaka para chuparse los dedos, tan rica que no se nota que no lleva carne ni leche de vaca. Otra de sus muchas especialidades son la hamburguesa (también vegana), el giros (hecho con setas de cardo y con todos sus condimentos), el tabulé, o las berenjenas a la cacerola, bautizadas como «παντρεμένες μελιτζάνες«, es decir, berenjenas casadas.
Bizoú, el café vegano
Si os apetece callejear os encontraréis con Bizoú Café, en el que Jasmin y Christy han creado un sitio realmente original. En principio fue una tienda de antigüedades y objetos curiosos, que transformaron hace un par de años en un café-bar vegano que tiene un pequeño patio interior y mesitas, en una callejuela del conocido como Kantouni tou Bizzi o barrio veneciano.
La decoración es toda de época, así como la vajilla que utilizan para servir los cafés, ensaladas, bocadillos y postres: tazas, vasos y platos antiguos de los muchos que han ido recopilando en sus años de trabajo como anticuarias.
Bizou es el sitio perfecto para desayunar o echar un bocado al mediodía y continuar vuestro paseo por la Ciudad Antigua. Aquí podréis tomar, por ejemplo, un café o té orgánico con leche de almendras y unas tortitas, helado o frutas con yogur, una ensalada griega con feta vegano, o mi favorito: el rollo de falafel o de aguacate con verduras frescas, y el dulce de crema y hojaldre o «galaktopúriko« (γαλακτομπούρεκο). Por cierto, todo casero.
Suelen organizar desayunos, aperitivos o brunch con un menú tipo bufé a buenos precios, y además muchas veces os regalan la taza o el vaso que hayáis usado con vuestra bebida.
El horno Starenio
Starenio es una pequeña panadería en la parte alta de la ciudad, en la calle que sube desde el antiguo Ayuntamiento. Tiene mesitas fuera, donde hay sombra y podéis desayunar hasta el mediodía.
Se ha ido haciendo cada vez más conocido por la calidad y sabores únicos de todos sus productos: elaboran artesanalmente panes de distintas harinas y recetas, galletas, pasteles y, sobre todo, pitas de hojaldre con ingredientes que no encontraréis en ningún otro sitio. Empanadas rellenas de quesos griegos variados, carne con especias, alcachofas, setas y bechamel, pollo y verduras, y un largo etcétera son algunos de los sabores que os harán difícil elegir solo una.
Por cierto, mientras escribo este post me estoy comiendo una pita Monastiraki, que es una empanada vegana rellena de verduras con especias y una ligera salsa. Cada día se llena su mostrador a primera hora de la mañana y se va vaciando hasta el mediodía, hora del cierre, por lo que daos prisa para no llegar con la tienda vacía.
Comer en Corfú, zona central
A menos de quince kilómetros de la capital encontraréis también muy buenos sitios para comer en Corfú. Como siempre, no son los típicos restaurantes para turistas, y además están abiertos todo el año.
Taberna Stamatis
Dicen que es la taberna más bonita de Corfú, y puede que tengan razón. La zona de comedor está en medio de un jardín con árboles frondosos, naranjos, limoneros y muchísimas flores. Pero también el interior merece una visita, ya que está lleno de cuadros pintados por Spiros, el dueño. Es una casa muy antigua y conserva el encanto de los sitios de pueblo, con un hogar que en invierno da calor a los comensales.
Lleva en funcionamiento desde 1969, cuando el padre de Spiros abrió un café para los trabajadores del pueblo y los cazadores que solían recorrer los montes aledaños. Con el paso de los años la carta se fue ampliando, y ahora ofrece una selección de (no muchos pero muy buenos) platos clásicos griegos de temporada, además del plato del día, que suele ser carne asada a fuego lento en el horno de leña con diferentes recetas.
Aquí trabaja toda la familia, y una vez al año cierran para ir a recoger las uvas con las que elaboran el vino casero que sirven en el restaurante.
La taberna Stamatis está en el pueblo de Viros, a unos ocho kilómetros de la ciudad en dirección sur.
Asador Gianitsis
No muy lejos de Stamatis, a seis kilómetros de la ciudad y en el pueblo de Kastaniá, hay un asador cuyo propietario regenta además una carnicería en el local de enfrente. Los griegos son muy carnívoros, y este sitio es el paraíso de los amantes de la carne. El asador Gianitsis es todo un clásico, venden la carne asada por kilos y su plato estrella es el cordero.
Suele estar abarrotado los festivos y fines de semana, cuando los corfiotas peregrinan hasta Gianitsis para recoger sus encargos o comer allí mismo enormes cantidades de cordero con patatas, ensalada y vino casero. Lo de preocuparse por el colesterol, lo dejan para otro día.
Taberna Ladokolla
La ladokola (Λαδόκολλα) es un tipo de papel que por un lado es satinado y, por el otro, poroso (como el antiguo papel Elefante, por ejemplo). En Grecia se usaba antiguamente para servir las carnes que se asaban y vendían en la calle, y se comían directamente con las manos sin usar platos ni cubiertos.
Desde entonces todavía hay algunos sitios en los que se sigue usando el mismo sistema y a la gente le encanta, así que tenemos en taberna Ladokolla otro de los restaurantes de visita obligada para los que gustan de comer en cantidad mucha carne recién hecha a la parrilla, acompañada de patatas y ensaladas.
Los fines de semana y en verano hay música tradicional griega en directo, para deleite de todos los asistentes, que así pueden bajar un poco la comida echándose unos bailes.
Comer en Corfú platos exóticos
Mis dos sitios preferidos que no son de comida griega se encuentran en la zona baja de Gouviá, un pueblo a ocho kilómetros de la ciudad donde hay un precioso puerto deportivo, Gouvia Marina. Dado que en el verano hay muchos extranjeros que pasan por aquí con sus yates, aquí han abierto varios restaurantes en los que comer algo diferente y exótico, aunque siempre con muy buenos precios, como es habitual en Corfú.
Sayam, un tailandés en Grecia
No todo van a ser carnes y musakas, sino que también podéis comer en Corfú delicias internacionales. En el pueblo de Gouviá, a ocho kilómetros de la capital, está el Sayam. Su dueño pasó varios años viajando por Asia en busca de nuevas recetas que después llevó a su restaurante. donde degustaréis platos de Tailandia y China, llenos de sabores exóticos, elaborados con ingredientes muy naturales y bajos en grasas.
Cuando vamos suelo pedirme los noodles con verduras y almendras. Sayam está abierto todo el año y tiene además comida para llevar.
Karnveer, comer en Corfú en el indio más auténtico
Para terminar os traigo otra ración de comida exótica, en este caso procedente de la India más auténtica. Karnveer es un restaurante regentado por una familia al completo procedente del norte de ese país, y está decorado al más puro estilo indio, tanto la parte de fuera como el comedor interior. Lo encontraréis fácilmente en la calle principal de Gouviá, a escasos pasos del Sayam, en la acera de enfrente.
La carta tiene variedad para todos los gustos, y no debéis perderos sus inolvidables guisos tandoori al curry (podéis elegir el nivel de picante) servidos en cacerolitas de metal que se conservan calientes en la mesa gracias a un pequeño candil.
Como siempre, os recomiendo mi cena favorita, que son las lentejas Dal con verduras y curry rojo, acompañadas de un pan nan casero, samosas rellenas y una buena cerveza Cobra.
Espero que con esta primera selección tengáis donde elegir. En mi próximo post os hablaré de más sitios interesantes en el Norte y el Sur de la isla de Corfú. Mientras tanto, id planificando vuestro próximo viaje con mi ayuda.
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