El elemento que más abunda en Suiza. El agua.
Hemos hablado hasta ahora de bellas ciudades en Suiza.
Sin embargo, si cerramos los ojos y pensamos en Suiza, ¿Qué nos viene a la cabeza? Efectivamente! sus altas y escarpadas montañas y sus lagos infinitos. Hoy vamos a centrarnos en estos últimos, en el turismo de agua en Suiza.
Cuestión de protección
Probablemente lo que más le llame la atención al turista que viene por primera vez a Suiza es el especial cuidado que tienen sus habitantes por proteger lo que les rodea.
Con tal de proteger este patrimonio ambiental, el Consejo Federal y el pueblo de Suiza han implementado una serie de medidas. Te describo unos cuantos aspectos clave para que te sitúes.
Protección de los recursos naturales
Parece la más obvia ¿verdad?
El crecimiento de la población, sumado a un mayor consumo y desarrollo urbano son los factores que más impacto tienen en los recursos naturales. Por ello, el gobierno suizo alienta a un consumo responsable y promueve las técnicas de explotación que menos dañen al medio ambiente. No solo se trata de extraer con cuidado y responsabilidad los recursos del medio sino de que toda la cadena esté cuidada. De esta forma, te llamará la atención lo extremadamente cuidadosos que son con el reciclaje.
Concentración de lo urbano
Si decides viajar en coche por Suiza te sorprenderá que los núcleos urbanos están muy concentrados. Evitando la propagación excesiva de las zonas construidas, queda mucho terreno libre para que pueda desarrollarse tranquilamente la flora y la fauna.
Preservar la calidad del agua.
En este post vamos a hablar sobre todo de parajes idílicos rodeados de agua, así que me ha parecido interesante comentar qué tan importante es para los suizos preservar su cuidado.
Suiza cuenta con más de cien plantas potabilizadoras que confieren al agua una calidad espectacular. Así es, el sabor y la pureza de la misma no tiene comparación.
Con todo esto en mente, vamos a repasar algunos de los sitios más espectaculares de este país, vamos a investigar algo más del turismo de agua en Suiza.
Lago Lungernsee
La calidad de este lago es tal, que el agua es potable. Es un lago perfecto para bañarse en verano pues su temperatura alcanza hasta los 23 grados. Si deseas disfrutar del turismo de agua en Suiza, no puedes dejar de visitar este lago.
Cuenta además con una pequeña playa de arena fina y un largo tobogán de agua.
No solamente vas a poder bañarte sino que este lago es popular entre los aficionados al pedaleo, pescadores, balandristas… Además la diversión no cesa tras el verano pues el pueblo de Lungern cuenta con varias rutas de senderismo que seguro te va a encantar recorrer bajo la nieve. ¿Quieres más información? aquí te dejo la página web del pueblo.
Las cataratas del Rin
Este apartado es para los más aventureros y aventureras, aunque si lo tuyo no son las emociones fuertes ¡no te apures! hay una versión más descafeinada para ti. Otro de los imprescindibles del turismo de agua en Suiza.
Las cataratas del Rin son el salto de agua más grande de toda Europa. El estrepito del agua no deja indiferente a nadie pero te pongo una imagen para que puedas situarte. Has de saber que mucha gente se aventura a bajarlas en canoa. ¿Será tu caso?
Hace más de 15.000 años que el Rin cambió de trayectoria y en el límite de las rocas surgió la gran catarata del Rin. No en vano son las más grandes de Europa, el salto tiene una anchura de 150 metros y una profundidad de 23 metros.
A esta roca de la foto podrás acceder mediante un barco, el mismo te llevará también a los castillos de Wörth y Laufen ¿Quieres saber más sobre ellos?
Castillo de Wörth
De los dos castillos que puedes visitar, este es el más pequeño, pero no por ello, el que tiene menos encanto. Su nombre deriva de la palabra Werd, que significa «terreno elevado rodeado de agua».
Sus orígenes no están nada claros, aunque parece que fue construido cerca del siglo XII como remplazo del castillo de Neuburg. En sus inicios servía como control de adunas y custodiaba el puerto comercial, al pie de las cataratas. Se facilitaba la tarea de carga a los barcos mediante una presa entre la isla del castillo y la orilla del mismo río. El castillo conectaba con el continente mediante un puente con puertas a ambos extremos.
Des de su construcción, el castillo ha pasado por diferentes propietarios, entre los que se incluyen monasterios. El turismo en las cataratas generó ingresos extra para los dueños del castillo, además de las aduanas y los derechos de pesca. Sin embargo todo ello no fue suficiente, y en 1600 el castillo estaba en tan malas condiciones que solo servía como residencia de pescadores.
En 1832 el edificio fue transferida al cantón de Schaffhausen, quien se encargó de su reconstrucción. Se acondicionó el edificio principal y se instaló el Caffé y el restaurante Schlößchen Wörth.
Se aseguraron las vistas al impresionante río agregando una terraza revestida de metal, esto cambió la apariencia del castillo, de estructura medieval. Más adelante quisieron ponerle remedio y tras una serie de reformas parece ser que han conseguido un éxito moderado.
Sin embargo, las vistas des del mismo no tienen parangón. Se trata de un castillo completamente integrado en el recorrido por las cataratas del Rin.
Castillo de Laufen
Lo mismo que ocurre con el castillo de Wörth, los orígenes de este castillo no están del todo claro. En un inicio parecía pertenecer a la diócesis.
El complejo original estaba construido alrededor de un patio con diferentes alas residenciales, de las cuales solo una permanece en la actualidad. La torre redonda en la esquina suroeste del castillo también pertenece a la construcción medieval.
Los barones de Loufin se han mencionado en diferentes ocasiones en fuentes escritas pero existe un sinfín de familias que en algún momento u otro tuvieron el mando del castillo. Cuenta la historia que cada una de las familias se esforzó al máximo por mantener el señorío del castillo dando lugar a sangrientas afrentas y traiciones por doquier.
En los siglos XV y XVI Zúrich se esforzaba por expandir el territorio en todas las direcciones posibles.
En seguida se interesaron por el castillo de Laufen y tras negociar, éste formó parte de la ciudad en 1544. Tras la adquisición del mismo, la ciudad de Zúrich dispuso inmediatamente su fortificación en la frontera norte. No solamente se fortificó al castillo sino que se llevaron a cabo ciertas reformas y demoliciones. Una vez terminado, el castillo pasó a ser la sede de uno de los alguaciles de Zúrich y así permaneció hasta la Revolución Helvética de 1798
Posterior a esto, el castillo tuvo diferentes funciones entre las que voy a destacarte una escuela de pintura, un lugar muy original para dar clases.
El castillo ha sufrido diferentes reformas, entre ellas conversiones neogóticas que posteriormente se han revertido, y en 1946 pasó a ser un albergue juvenil en el ala residencial medieval. Todas estas transformaciones eran debidas a que a lo largo de las décadas el castillo perdió tirón y las visitas descendieron. Finalmente en 2010, tras una renovación final, se perfeccionó el acceso a las cataratas y se agregó un ascensor panorámico.
Saut du Doubs
Uno de los imprescindibles del turismo de agua.
El embalse formado por las aguas del río Doubs fueron el origen de un lago de nada más nada menos que 4 kilometros de largo y tan solo 200 m de ancho: el Lac des Brenets. Si visitas Suiza pronto te darás cuenta de que gran parte de su superficies está cubierta por lagos y lagunas.
Justo a la salida de las aguas de este lago se genera el famoso Saut du Doubs, una increíble cascada de 24 metros de altura a la que podrás acceder bien a pie o en bote si eres valiente.
El lago goza de una belleza natural que atrae a muchos visitantes todos los años. En verano podrás bañarte sin problemas, y los aficionados a remar en bote tienen garantizada la diversión.
A diario los barcos realizan un recorrido que une el pueblo de Les Brenets con la cascada de Saut du Doubs.
Un dato curioso. El salto de agua supone la frontera entre Suiza y Francia.
Siete fuentes y cataratas
¿Te gustó Berna? Recuerda que des de la Torre del Reloj podías llegar a contemplar los picos del Oberland.
Bien, pues si estás cansado de andar por la ciudad, te propongo este plan. Recomendable para familias con adolescentes pues nos brinda una oportunidad inigualable de quemar energía. Otro imprescindible del turismo de agua en Suiza.
La catarata tiene siete fuentes y un río de 55 kilómetros de longitud en el Oberland bernés que desemboca en el Lago Thun. Te animo a aventurarte a ello pues la fuente y los saltos de agua están cargados de una energía especial.
Por el valle de Simme corre uno de los ríos más famosos de Suiza. El río Simme. Éste posee una fuente que brota des de una pared de calcárea. Atención porque sus aguas provienen del deshielo del glaciar ubicado entre Wildstrubel y Rohrbachtein. ¿Te atreverías a darte una ducha? Pues no te lo recomiendo ya que las aguas de los deshielos se precipitan sobre unas serie de rocas de varios metros, generando una fuerza increíble.
Una vez has quemado adrenalina caminando por este lugar tan maravilloso, te invito al relax en un lugar idóneo para ello. Lenk.
Lenk
Finalizo el artículo hablando de uno de los pueblos con más encanto, donde vas a poder reposar tras una larga caminata por la cascada y sus fuentes. Lenk, un imprescindible del turismo de agua en Suiza.
Lenk se remonta al Neolítico y probablemente se tratase del lugar de descanso en los Alpes más alto en la época prehistórica. Nuestros antepasados ya encontraban la calma descansando aquí y el lugar sigue emanando papz y tranquilidad.
La gente que habitaba este hermoso lugar se encontraba en un inicio algo aislada, cosa que no siempre fue algo negativo, pues incluso las epidemias llegaban difusas y tardías. Aún así los Lenkers tenían relaciones comerciales con el Valais, un cantón al suroeste de Suiza.
Fue un pueblo, que, dada su situación sufría inundaciones por el Simme, constantemente, por ello, la trayectoria del río tuvo que ser modificada en el siglo XVIII. Una de las consecuencias de ésta modificación son las famosas Cataratas Simmen.
Dado su historial comercial y su privilegiada comercial, Lenk fue en sus inicios un pueblo próspero y así quedaba patente en las casas que llenaban sus calles. Sin embargo esta situación no fue duradera y en el siglo XIX, tras el deterioro de la actividad económica muchos lugareños emigraron a América en busca de un futuro mejor.
No parecía que la suerte estuviera de su lado, pues tras la precaria situación económica, vino un devastador incendio que quemó la mitad de la aldea, sin embargo, sus habitantes se salvaron y no hubo si quiera heridos. Décadas más tarde, la aldea sufrió una violenta tormenta que dejó al pueblo arrasado. Se necesitó al ejército suizo para poder reparar la aldea y las carreteras que permitían el acceso.
¿Qué lo hace hoy en día un pueblo tan interesante?
La respuesta no te va a sorprender pues llevo hablando de este elemento todo el tiempo. El agua.
El 1689 se abrió el baño mineral de Lenk. En la actualidad éste sigue siendo alimentado por un manantial de azufre frio al oeste del pueblo. Sus aguas, ricas en sulfuro de hidrógeno, se creían minerales a nivel mundial y todo tipo de turistas acudían para beneficiarse de sus múltiples cualidades.
Con el tiempo este interés fue disminuyendo pero Lenk no perdió popularidad. Empezó a ser conocido entonces por sus deportes de invierno. Todo suizo que se precie sabe la importancia de aprovechar al máximo la nieve, que es tan abundante en este país.
Sin embargo, si te llama la atención el darte un baño en las ricas aguas minerales, el hotel Lenkerhof tiene un balneario donde podrás disfrutar de ello.
Suiza tiene ciudades maravillosas que visitar y descubrir, sin embargo, su increíble naturaleza te va a enamorar. Des cubre el turismo de agua en Suiza.