Si se habla de la ciudad de Toledo lo primero en lo que se piensa es en la historia que encierra y las batallas que ha vivido pero, ¿cuáles son los secretos mejor guardados de la Ciudad Imperial? ¿Estás dispuesto a descubrirlos? Ponte cómodo porque vamos a conocer Toledo poco a poco.
Desde sus inicios
Toledo está situada en el centro geográfico de España, por lo que tiene una ubicación privilegiada. Además, es la capital de la Comunidad de Castilla – La Mancha y se trata de una pequeña ciudad de 85.000 habitantes, lo que la hace muy serena. Que no te deje engañar que sea una ciudad tranquila pues cuenta con multitud de actividades.
La fundación de Toledo data previa al Imperio Romano pero con la llegada de estos a la Península Ibérica dejan multitud de monumentos que aún pueden verse en la actualidad.
Con la llegada de los visigodos la suerte de Toledo cambia y este pueblo germánico decide convertirla en su capital. ¿Os imagináis en la actualidad que el centro político y económico se ubicase en esta ciudad?
Al principio os he dicho que Toledo era una ciudad tranquila, pero ni mucho menos. En el año 711 los pueblos árabes del norte de África derrotan al rey Don Rodrigo en la Batalla de Guadalete y conquistan la ciudad.
Desde entonces Toledo pasa a llamarse «la ciudad de las tres culturas». Y os preguntaréis por qué. Bueno, pues lleva ese nombre por las tres religiones que allí conviven: cristianos, musulmanes y judíos. Que la ciudad beba de tantas culturas diferentes crea en el emplazamiento una gran riqueza y origina parajes con distintos estilos arquitectónicos. Un gran ejemplo de que distintas ideas pueden convivir en paz y armonía… al menos por un tiempo.
La conquista definitiva de Toledo
Tras muchas batallas y años de asedio en el 1085 el rey Alfonso VI conquista la ciudad y Toledo vuelve a formar parte de los reinos cristianos.
Siguen periodos convulsos pero esta ciudad alcanza su cénit cuando el Emperador Carlos I decide instaurar su corte en Toledo y convertirla en capital. Pero esto no dura mucho y el título pasa a Madrid, tal y como ocurre en la actualidad.
A lo largo de su historia Toledo ha sido famosa por su industria metalúrgica, fabricando las mejores espadas y cuchillos, así como hojas de afeitar, por lo que no te sorprendas si caminando por el Casco Antiguo ves todo lleno de aceros o armaduras.
Por otra parte, en 1986 fue nombrada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO.
Organización de la ciudad de Toledo
Toledo está dividida en diferentes barrios, concretamente en cuatro distritos.
En primer lugar el Casco Histórico, rodeado por el río Tajo y la muralla, y es donde se ubican la mayoría de monumentos históricos como la Catedral Primada, el Alcázar, la plaza de Zocodover y los diferentes museos. Para acceder al mismo existen distintos autobuses urbanos —llamados katangas por los ciudadanos de pueblos colindantes a la ciudad—, a pie por el ‘maravilloso’ Remonte de Safont, formado por varias escaleras mecánicas que nos ha aliviado tener que subir las terribles y empinadas cuestas, así como a través de coches —solo recomendado para los más atrevidos que quieran poner a prueba su carácter temerario de intentar aparcar en el Casco—.
Otro es el distrito de Santa Bárbara, situado al sur-este de la ciudad, en el que se pueden encontrar la Estación de AVE —de estilo neomudéjar—, la Academia de Infantería o el Castillo de San Servando, aunque se considera más un barrio residencial.
El barrio de Santa María de Benquerencia —término que es sustituido por Polígono para los que no quieren complicarse con el nombre— en el que se halla el Centro Comercial Luz del Tajo —donde los toledanos y toledanas que no quieren visitar Madrid pueden adquirir moda y alimentación a un módico precio— así como la mayoría de empresas y fábricas que nutren la ciudad de empleo.
Y por último el distrito Centro-Norte, que considera los barrios de Santa Teresa-Reconquista, Buenavista, San Antón, La Legua, La Bastida y un largo etcétera que es donde se concentra la vida moderna de Toledo, que podría traducirse en tomar un café, tomar una copa por la noche o salir a comer/cenar. Ya veis que todo va dirigido al ocio.
Cómo llegar a Toledo
¿Aún no te ha convencido la Ciudad Imperial? ¿Sigues indeciso sobre visitar este precioso lugar? Pues déjame decirte que si tu principal inconveniente es cómo llegar hasta aquí, existen multitud de posibilidades.
Para viajeros de la Comunidad Autónoma de Castilla – La Mancha
Si no quieres conducir y te planteas venir en autobús, déjame decirte que existen autobuses directos que salen de la capital de provincia varios días a la semana y que tardan 2 horas. Consulta aquí los horarios para venir desde Albacete, Ciudad Real, Cuenca o Guadalajara. Además, si eres castellano-manchego, menor de 26 años y tienes el Carnet Joven Europeo, tus viajes tienen un 50% de descuento.
Sin embargo, la forma más cómoda es viajar en coche, pues es más rápida que el autobús y se tarda casi lo mismo.
Si vienes desde Albacete y quieres evitar peajes, toma la N-301 hacia A-31 y después desvíate a la A-43. Toma la salida 95 hacia la autovía CM-42 e irás directo a la ciudad. No tardarás más de 2 horas y media en avistar el Alcázar de Toledo en el horizonte.
¿Qué no te importa pagar el peaje? No te preocupes, tu opción es tomar la AP-36 hasta que pases Ocaña y después la N-400, entrando por el polígono de Toledo. Aunque te ahorres un minuto, te recomiendo la primera opción, pues es mucho más económica.
Si tu punto de partida es Ciudad Real, lo tienes aún más fácil. Toma la N-401 durante 117km y después enlaza con la A-42 dos kilómetros más. Tu destino estará a la izquierda y en solo 1 hora y 24 minutos. Eso sí, no vayas a más de 90km por hora en el tramo con radares, pues hay dos nada más salir de Ciudad Real.
Los que vienen de Cuenca están la mar de contentos, pues con la construcción de la nueva A-40 llegan a Toledo en seguida —solo 1 hora y 47 minutos—. Lo dicho, toma la A-40 hasta que pases Ocaña y después desvíate en N-400 hasta llegar al polígono toledano —lo mismo te encuentras con los que vienen de Albacete por la autopista de peaje—.
Y por último, si vienes de Guadalajara la cosa es un pelín más complicada, pero que no te eche para atrás, simplemente a la entrada de Madrid el tráfico es el que es. En 1 hora y 26 minutos puedes estar perfectamente en Toledo. Para ello toma la E-90/A-2, siguiendo por M-45 hasta llegar a Getafe y después coge la A-42 que te llevará directamente a la Ciudad Imperial.
¡Ahora no puedes quejarte para no hacer turismo intercomunitario, con estas indicaciones lo tienes chupado!
Para viajeros de otras Comunidades Autónomas
Si eres un vecino madrileño lo tienes más fácil que nadie. Desde Plaza Elíptica, todos los días salen autobuses cada 30 minutos. A través de Renfe también tienes varios trenes AVE que tardan media hora en llegar hasta Toledo. Y por último y si eres un amante de la conducción, déjame decirte que en menos de una hora por la A-42 puedes visitar la Ciudad de las tres culturas.
¿Qué te has cansado de la costa valenciana y quieres venir a una ciudad con cuestas? No te preocupes, puedes coger un AVE hasta Madrid y después otro hasta Toledo, pero a lo mejor se te hace un poco caro. Si no te importa conducir tres horas y media… te recomendamos venir en coche. Para ello toma la E-901/A-3, después la A-43 hasta San Clemente y más tarde todo recto por la CM-42 hasta llegar a Toledo.
Si vienes en coche desde un lugar de Extremadura toma la A-5 hasta Maqueda —pasando Talavera de la Reina— y después la A-40 hasta Toledo. Fácil y sencillo.
Por último, para venir desde Andalucía te recomendamos tomar la A-4 desde Jaén, Córdoba y otras ciudades, pues es la más rápida y la que mejor enlaza con Toledo.
Ahora sí nos despedimos, pero no por mucho tiempo. Anímate a visitar la Ciudad de las tres culturas y empápate de toda su riqueza, su gastronomía y sus gentes.
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[…] viajas desde Toledo, toma la A-42/CM-42 durante 30 km, tomando la salida 19 en dirección Mascaraque / Mora / Sonseca / […]