Un lugar de cuento
Neuenburg en alemán, Neuchâtel en francés.
Una ciudad llena de contrastes, con una arquitectura exquisita que te transportará a lugares de cuento. ¿Qué ver en Neuchâtel?
El núcleo de la ciudad es de estilo medieval y en el encontrarás el Castillo y la Colegiata. Ambos edificios rodeados del ambiente te transportaran a épocas pasadas.
¿Recuerdas que ya te hablé de ciudades Suizas con encanto mediterráneo? Si te gustaron estás de suerte, pues el paseo junto al lago y el colorido mercado de la Place des Halles te transportaran allí.
No sabes qué ver en Neuchâtel? Sigue leyendo!
Callejeando por Neuchâtel
Plaza del Mercado y la Maison des Halls
Existió una época en la que los agricultores (llamados marmets en Neuchâtel) provenientes de Berna, Vaud y Friburgo llegaban en sus botes a la Place des Halles, ubicada por aquellos entonces a pie del lago. Puede que sea por eso que, actualmente los martes y sábados, se celebra un mercado rico en colores, olores y texturas, que ofrece además, una amplia variedad de productos locales y que forma parte de la vida de los habitantes de Neuchâtel.
Te cuento que, entre los lugareños, es muy popular el realizar la compra de las semana y disfrutar después de un buen café en una de sus múltiples terrazas con vistas a la plaza.
Se trata de una plaza abierta y soleada. En ella encontrarás edificios renacentistas entre los que destaca la Maison des Halles, de la que te voy a hablar a continuación.
Con una taza de café en la mano se vuelve maravilloso contemplar en todo su esplendor la Maison des Halles.
Actualmente se trata de un restaurante de alto nivel, pero la Maison lleva en pie des de la década de 1570, obra de Laurent Perrenoud. En ella se guardaban los bienes más preciados, tales como los cereales y los textiles.
En su fachada lo primero que vas a poder observar son los escudos de la familia Orleans-Longueville, que fueron antiguos gobernantes de Neuchâtel.
Un pedazo de la historia de Neuchâtel del que seguro, vas a disfrutar.
La Tour des prisions
Si quieres disfrutar de las mejores vistas de toda la ciudad, sin duda has de subir a la Torre de la prisión. Podrás subir con una especie de ascensor por un franco (aproximadamente 1 Euro) así que el cansancio no es excusa!
Se trata del edificio más antiguo de toda la ciudad. Al haberse construido en diferentes etapas, fruto de los conflictos existentes en el contexto histórico de la época, su base data del siglo X y los bloques que la sustentan son aún más antiguos, hay discusiones al respecto pero parece ser que el origen sea probablemente romano.
Como te he comentado, des de arriba vas a tener, no solo las mejores vistas de la ciudad, sino también los Alpes ubicándolos en una mesa de orientación. Además de todo esto, te recomiendo que, si estás interesado/a en la historia de la ciudad te pases por aquí, pues en la torre existen dos modelos a escala de Neuchâtel, que van a permitirte ver la evolución de la ciudad entre los siglos XV y XVIII.
El casco antiguo
El castillo de Neuchâtel
Seguramente lo primero que te viene a la cabeza al pensar en Neuchâtel es su castillo. Domina la ciudad con su imponente presencia y no es para menos, se trata de la sede de la administración cantonal.
¿Quieres saber más de su historia?
Historia del castillo
Los primeros edificios del castillo datan de los siglos X y XII. Según los primeros escritos, Rodolfo III, rey de Borgoña, le donó el castillo a su esposa Irmengarde en 1011. Su objetivo inicial era, igual que la mayoría de fortificaciones de este tipo, era controlar su reino y vigilar exhaustivamente las vías de penetración al mismo. Su posición elevada facilitaban mucho esta función.
Coincidiendo con la muerte de Rodolfo III la fortaleza fue donada a un linaje germanoparlante muy cercano al poder imperial. Los señores Vinelz, llamados por aquellos entonces, los señores de Neuchâtel.
En mitad del siglo XII empiezan a añadirse al castillo niveles de estilo románico, modificando ligeramente la estructura.
A principios del siglo XIII, los señores de Neuchâtel finalizaron una serie de reformas que culminaron con la gran iglesia colegiata de Notre Dame.
En el siglo XV y coincidiendo nuevamente con la muerte de uno de los señores de Neuchâtel, el condado regresa a su sobrino. Este, ansioso por reformar el castillo en una residencia aún más grande y cómoda, le otorga la apariencia de un hotel urbano alrededor de un patrio cuajado de torres de escaleras. Desgraciadamente, el gran incendio que devastó la ciudad de en 1450 también dañó al castillo, aunque fue reconstruido posterior al desastre.
Des del siglo XVI al siglo XVIII las reformas llevadas a cabo en el castillo fueron meramente interiores.
En el siglo XIX reinaban en el castillo los Hohenzollern, cuando se inició el interludio francés que duró la friolera de ocho años. Napoleón Bonapparte ofreció el principado de Neuchâtel al mariscal Berthier, que siguiendo el consejo del patriciado no moraba en el castillo dada su obsolencia y dificultad de acceso. Durante esta época plagada de conflictos, el castillo no sufrió excesivos daños, a excepción del antiguo escudo de armas.
La abdicación de Berthier y las conclusiones del Congreso de Viena en 1815 confirman el regreso de Neuchâtel al Rey de Prusia, así como la adjudicación de un nuevo estatus: Cantón Suizo.
En el siglo XX el castillo vuelve a ser objeto de una restauración general. Esto permite que las partes antiguas se conserven mejor, se sanean el resto de estancias y en definitiva se transforma el lugar en un sitio más cómodo para llevar a cabo las funciones de la administración cantonal, Gran Consejo y el Tribunal Cantonal.
Ya no se puede visitar el patio, pues este ha desaparecido para dejar logar a las instalaciones del archivo. Es en 1905 que el conjunto fue puesto bajo protección como monumento histórico.
¿Qué ver en Neuchâtel?
Otra de sus maravillas es la Iglesia Colegial, fundada en 1276, consagrada a la Virgen.
En sus orígenes se trataba de una iglesia católica aunque posteriormente fue la sede del culto protestante.
Vas a quedarte maravillado ya en la puerta principal, pues encontrarás dos estatuas talladas dentro de las columnas. Su interior esconde rincones maravillosos, tales como la sala del coro estilo romano, resguardada por el Monumento de los Condes, un conjunto de tumbas adornadas con estatuas, concretamente quince, casi de tamaño natural que representan caballeros y damas que habitaron en Neuchâtel.
Durante el siglo XIX, la iglesia sufrió algunas modificaciones sobre todo a nivel interno y esto es lo que vas a poder observar hoy en día.
Museos
Laténium
Atención porque estás a punto de leer sobre uno de los puntos de visita más interesantes de todo Suiza. El museo Látenium.
Déjame que te hable un poco del origen de este museo arqueológico, que es el mayor de toda Suiza, y que debe su nombre al yacimiento de La Tène, que dio su nombre a la civilización celta de la Segunda Edad del Hierro.
En la segunda mitad del siglo XX, se encontraron muchas viviendas cercanas al lago de Neuchâtel, Bienne y Morat. En aquellos entonces las viviendas a orillas del lago estaban muy de moda. Sin embargo, la corrección de las aguas del rio Jura hizo menguar el lago de Neuchâtel, lo que provocó que muchas viviendas dejaran de estar sobre las agua-
Este hecho, facilitó el acceso a las orillas del lago que condujo al descubrimiento de unos 500.000 artefactos. muchos de los cuales, vas a poder verlos expuestos en el museo.
¿Quieres saber el valor que tienen todos estos objetos?
Pues han proporcionado información histórica des del Neandertal hasta la Edad Media. Sin duda es un sitio que no puedes perderte si quieres descubrir un poco más de la historia del lugar echando la vista atrás. Además, no solo eso, sino que vas a poder realizar talleres diversos según tus intereses.
Te dejo toda la información sobre el museo aquí.
Un poco de naturaleza para finalizar
Papiliorama
Otra de las maravillas que ver en Neuchâtel.
En estos jardines tropicales habitan plantas y animales de los trópicos, vas a poder disfrutar de todo y sin salir de Suiza!
Te cuento un poco sobre las diferentes secciones a continuación.
Papiliorama
Mientras paseas por este increíble jardín, más de 1000 mariposas podrían estar revoloteando a tu alrededor. ¡Déjate encantar con su forma de mover las alas mientras contemplas las maravillas tropicales de este jardín de 1200 m² !
No solamente tiene un valor estético incalculable sino que vas a poder aprender sobre su ciclo de vida. En el criadero podrás observar su eclosión y vas a poder observar los huevos y las orugas en sus terrarios.
Como te he comentado, no solamente existen mariposas en este jardín, sino alrededor de 120 especies vegetales de colores brillantes y aromas dulces, y aves, como por ejemplo los colibrís, que al igual que las mariposas también se alimentan de néctar.
Se trata de un lugar cálido y húmedo donde mejor que lleves algo menos de ropa. Si todavía no te he convencido, te cuento que en sus aguas, vas a poder ver mantarrayas y otras especies de los trópicos de América y Asia.
Nocturama
Probablemente conozcas poco sobre los animales que prefieren la oscuridad a la luz del día. No hay problema pues aquí te brindo la oportunidad de conocer más sobre las criaturas que habitan en la noche.
Esta exposición única en el mundo, simula la luz de la luna llena en su interior. Se han invertido los tiempos de forma cuidadosa para que puedas observar todos aquellos animales nocturnos de los bosques tropicales. Vas a poder ver a perezosos, monos, armadillos…
No te asustes pues ya te aviso que durante la visita vas a tener compañía, y es que los murciélagos, acostumbrados a los visitantes revolotean a su alrededor.
Igual que ocurre con el Papiliorama, existe una estación de cría donde vas a poder observar todo el proceso.
Jungle Trek
No se trata de un museo corriente, y es que está comprometido con la conservación y protección de los hábitats que muestra. Des de 1989, administra una reserva natural en Belice (América Central) y Jungle Trek es una copia auténtica de esta maravilla de parajes tropicales donde vas a poder observar animales tales como las iguanas negras, el tucán pico de quilla…
Esta exhibición pretende fomentar en nosotros la reflexión acerca del peligro que corren estos paraísos tropicales cada vez más explotados por el hombre.
Wild Seeland
Como te he comentado antes, la Fundación Papiliorama tiene un compromiso bestial con la naturaleza. Por este motivo, solamente las plantas nativas están en el exterior, donde no hay que hacer ningún esfuerzo por su adaptación. Esto ha hecho que muchos animales nativos se haya ido asentando en el lugar creando una biodiversidad fantástica.
Podrás observarlos des de la llamada «Observatorium diversitatis» una cabaña de observación enfocada a la zona de inundación. Ya puedes ir contando pues cuenta con casi 300 especies de plantas y 300 especies de animales.
No solamente en el mariposario vas a poder observar mariposas, aquí también, solo que en este caso se trata de 10 especies locales de mariposa.
El Calendario de abejas silvestres, creado con el apoyo de wildbee.ch, presenta una enrome gama de abejas silvestres que podrás observar durante todo el año.
La vida en la Tierra sin las abejas no sería posible, así que es importante que aprendamos todo lo posible y luchemos por protegerlas.
Otra de las cosas curiosas que vas a poder observar, es la tortuga de estanque Europea, una tortuga nativa de Suiza.
Antaño habitaba todos los estanques y lugares húmedos pero actualmente solamente hay dos poblaciones en todo el país. Su desaparición se debe a la deforestación y su caza. La Fundación Papiliorama participa en un proyecto nacional para reintroducir y fortalecer las diferentes especies acuáticas nativas.
Zöe Zoo
Todo lo que hasta ahora no se te ha permitido va a ser posible en el Zöe Zoo.
Los animales que allí vas a encontrar son burros enanos, cabras enanas, conejos, patos, gallinas… deambulan por allí alegremente y le encanta que les acaricien.
Neuchâtel tiene mucho que ofrecer, un paseo por el encantador casco antiguo, un mercado en ebullición…. Incluso ayuda para concienciarnos de la falta que hace que le echemos una mano al medio ambiente. Sin duda, una ciudad para perderse y encontrarse.