Con el gran encanto de un pueblo toledano, Mascaraque es una joya en bruto a la que muy pocos tienen acceso. ¿A qué esperas para perderte entre sus calles y conocer sus monumentos históricos?
Breve historia
Primero que todo, el origen de Mascaraque es incierto. Algunos expertos focalizan la fundación del municipio en la época musulmana de la Península, sobre mediados del siglo XII, aunque el asentamiento contaba con el nombre de Villa Antigua. Posteriormente ya se empieza a utilizar el nombre de Mascaraque para referirse a esta aldea, cuyo significado es también incierto, aunque hay varias teorías que apoyan dos orígenes.
El primero es celta, de la palabra Mascaru, que significa algo oscuro, quizá por el color de la piedra que abunda en el lugar. Otro origen es musulmán, en el que nombrarán al municipio como Mascara, al igual que existe una ciudad argelina con el mismo nombre.
Mascaraque siempre ha sido un sitio pequeño —en la actualidad residen alrededor de 500 habitantes—, pero la historia ha querido que esta localidad fuese protagonista, también, de varios hechos importantes. En primer lugar, durante el siglo XVI con la Guerra de las Comunidades, Mascaraque era ante todo del bando comunero, pues su Castillo pertenecía a la familia Padilla.
Por otra parte, durante las Guerras carlistas que después pondrían a Isabel II en el trono, Mascaraque fue uno de los pueblos que mejor resistió a los ataques propinados por el Ejército carlista, atrincherándose en su castillo, sin aportar suministro a ese bando. Como regalo, el Gobierno de Isabel II les concedió un título en su escudo municipal, donde versa el lema «No temieron».
Mascaraque encierra entres sus paredes varias leyendas. Hay quien cuenta que entre los castillos de Mora, Almonacid de Toledo —pueblos colindantes— así como el mascaraqueño existían túneles y pasadizos que los conectaban.
Pero la leyenda más extendida es la del tesoro que María Pacheco (heroína de la Guerra de las Comunidades y esposa del general comunero Juan de Padilla) pudo esconder en el municipio. La historia relata que María Pacheco tomó la plata que se hallaba en la Catedral de Toledo y huyó con ella, disfrazada de campesina. Como no tuvo suerte de ser acogida en Escalona en casa de su tío el duque homónimo, antes de su huida a Portugal, donde finalmente murió, pasó por Mascaraque y enterró el tesoro. La lógica de esta acción está, no solo en que buscase un indulto por parte del emperador Carlos I, sino que Mascaraque era dominio de la familia Padilla. Desde entonces se desconoce el paradero del tesoro.
A tan solo 20 minutos de Toledo, Mascaraque se ubica de manera privilegiada en el centro de la provincia toledana. Si su historia aún no te ha cautivado, ¿estás dispuesto a conocer más sobre la localidad?
Qué ver en Mascaraque
La villa mascaraqueña guarda en su interior varios monumentos de reconocida importancia con un encanto único. ¿Preparado para dar un paseo de reconocimiento por ellos?
Castillo de Mascaraque
Esta edificación data del siglo XV y fue construida sobre una propiedad morisca. Al ver aparecer el municipio en el horizonte destaca la figura del torreón entre los tejados. Parece pequeño, pero al acercarte impone bastante. Lo que más llama la atención es su buen estado de conservación en lo que se refiere a la fortaleza, pero los jardines necesitan mejor cuidado.
Se trata de un edificio de planta cuadrada, con la torre del homenaje y varias ventanas en forma de arco. En algunas ventanas se encuentran estrellas de cinco puntas, conocidas como “Pentáculos de Salomón” que eran un símbolo de protección. Además, los expertos consideran que en el pasado contaba con puente levadizo.
Por lo que respecta a la propiedad perteneció a la familia Padilla durante varios siglos, hasta que su última descendiente se casó con el duque de Abrantes. Estos nobles no cuidaron de la fortaleza que permaneció en estado de abandono. Sin embargo, es obtenida por otros aristócratas hasta que acaba en manos de José Manuel Sierra, que en la década de 1980 comienza su reconstrucción.
Al tratarse de una propiedad privada no se permite la visita interior, pero merece la pena contemplar su exterior por el buen estado en el que se encuentra.
Iglesia de Santa María Magdalena
Este pequeño templo, construido en el siglo XVIII pero de estilo barroco, se ubica junto al castillo. Su planta de cruz latina fue la primera construcción, a la que después se añadió la torre. La nave interior está formada por varios arcos y fajones, además de bóveda de cañón rebajados.
Se halla construida en ladrillo y posee influencia mudéjar. Esta iglesia ha sufrido varias reconstrucciones por lo que los expertos no concretan la fecha de construcción de la primera iglesia de Mascaraque.
Ermita de Los Cristos
Se ubica en una plaza el centro de la localidad, muy cercana a la iglesia y al castillo. Es de planta rectangular, con arco de medio punto y pórtico, precedido de una escalinata. Dos columnas dóricas guardan el ante-techo.
En la actualidad esta ermita, que ha sido restaurada por la Junta de Castilla – La Mancha, ubica la colección artística renacentista del pintor oriundo, Juan Correa de Vivar. Por otra parte también se utiliza como emplazamiento para fines culturales.
Además de la arquitectura también es de interés visitar la exposición de la colección Correa.
Plaza de la Constitución
Aunque no se trata de una construcción propiamente dicha, esta plaza tiene encanto y una auténtica aura que evoca a mediados de siglo XX, con las viviendas particulares rodeando la plaza y la fuente en el centro de la misma. Además el ayuntamiento es un pequeño edificio coronando la propia plaza. Los lugareños suelen estar por allí, ya sea en verano tomando el fresco e intercambiando opiniones, o realizando los distintos quehaceres de la vida cotidiana.
Qué comer en Mascaraque
La oferta gastronómica de la localidad es limitada, pues la situación de la pandemia ha causado que muchos negocios existentes cierren, pero si vas allí no vas quedarte sin comer, te lo aseguro.
Bar-Restaurante Centro Social Mascaraque
Permanece abierto todo el año y en él puedes encontrar comida y bebida típica de un bar, como refrescos y raciones. El entorno lo frecuentan, generalmente, personas de edad avanzada, lo que vendría a equivaler al ‘bar-casino’ que existe en pueblos colindantes. La terraza tiene mucho encanto, pues parece un pequeño patio manchego.
Bar-Piscina Mascaraque
Al contrario que su predecesor, este bar solo permanece abierto durante los meses de verano (junio-septiembre). Allí podréis encontrar múltiples opciones, como raciones, sándwiches, bocadillos, hamburguesas y refrescos. En este caso, el Bar-Piscina tiene un aura más juvenil, pues lo frecuentan los jóvenes del pueblo, además de otros que vienen de los pueblos de alrededor a disfrutar de esta tranquila piscina.
Te recomendamos, si visitas el municipio en verano, que vayas al Bar-Piscina, pues además de poder comer puedes darte un baño refrescante que siempre viene bien en esa época del año y más en un pueblo del centro de la Península.
Dónde alojarte en Mascaraque
Para ser un pueblo chiquitín, Mascaraque cuenta con dos complejos de casa rural para que puedas disfrutar de un fin de semana de relax en un entorno natural e histórico.
Casa Rural «Los Castillos» Agroturismo
Situada a tres minutos de Mascaraque y a 20 minutos de Toledo, esta casa rural es todo un acierto si se quiere disfrutar de la comodidad en medio de un entorno natural castellano-manchego como es la localidad mascaraqueña.
Esta casa rural cuenta con 12.000 metros cuadrados de terreno, divididos entre la casa, un horno de leña, la piscina con zona relax, la recepción, el huerto, parque infantil y aparcamiento.
Los Castillos está equipada con cuatro habitaciones con baño incluido (una de ellas dúplex), por lo que no tendréis problemas si sois bastantes (pero no más de 12 personas). Como curiosidad, el nombre de cada habitación se refiere a un tipo distinto de aceituna, como puede ser picual, hojiblanca, cornicabra o arbequina.
El salón comedor tiene un encanto único, transportándote a la vida en el campo pero con las comodidades actuales. La chimenea le concede un toque ideal para los meses de otoño-invierno, como si te encontrases en una típica película navideña. Su cocina, decorada como antaño es muy espaciosa y práctica, totalmente equipada con horno, vitro, cafetera, nevera, lavavajillas y lavadora. Además tiene cubertería completa y todo en perfectas condiciones.
Aunque creas que se halla en una zona ‘alejada’ a la que has venido a desconectar, si por casualidad necesitas volver a la realidad no temas, pues cuenta con conexión Wi-Fi en todos los puntos de la casa.
El punto fuerte del exterior es la enorme piscina, así como la cocina exterior con horno de leña. Sin embargo, los más pequeños adorarán el parque infantil, así como el huerto ecológico y sostenible, junto a la pequeña granja, donde podrán estrechar contacto con variados animales. Cabe destacar que los animales residentes reciben todos los cuidados precisos.
Dada su fácil conexión con múltiples pueblos de la provincia cercanos a Mascaraque o la capital, la convierten en un emplazamiento perfecto para utilizarla como alojamiento mientras se disfruta del turismo.
Casa Rural K’Alfonso
Mascaraque también cuenta con otro alojamiento, que esta vez se encuentra dentro del pueblo. La Casa Rural K’Alfonso es una vivienda convertida en alojamiento turístico, pero que no te engañe su fachada de casa de pueblo, su interior te va a encantar.
La casa se divide en seis habitaciones dobles, cinco baños, salón-comedor y cocina totalmente equipada. Como ves tiene mucho espacio para pasar una estancia con familia o con amigos, pues cifran su capacidad hasta 25 personas. También cuenta con Wi-Fi, televisión y lavadora.
Su punto fuerte es el jardín, en el que se ubica la piscina climatizada y la barbacoa. No te preocupes si quieres viajar en invierno y darte un chapuzón. El patio es ideal para preparar una comida, cena o incluso una fiesta nocturna veraniega.
Además, esta casa se encuentra a cien metros de la Ermita de los Cristos y a solo tres minutos caminando de la Plaza Mayor, el Castillo o la iglesia.
Fiestas de Mascaraque
Podrán decir que es un pueblo pequeño, pero no podrán decir que Mascaraque no tiene fiestas. Y es que sus habitantes están deseando que lleguen las fechas más señaladas.
El día 3 de febrero se celebra la fiesta del patrón de la localidad, San Blas, en la que tiene lugar una romería y los mascaraqueños se marchan a pasar el día en el campo. Durante el mes de mayo ocurre la fiesta de San Isidro Labrador, así como finales de mayo la festividad del Santísimo Cristo de la Misericordia. A veces también es la primera semana de junio, depende de la fecha en la que se ubique ese año la Semana Santa.
Por último, en septiembre tienen lugar las Ferias y Fiestas en honor a la Virgen de Gracia, patrona del municipio, cuyo día más célebre es el 8 de septiembre.
A pesar de esto, las fiestas de Mascaraque no son muy ‘participativas’ del público turista, pero si justo ese fin de semana pasáis por allí son curiosas de ver.
Cómo llegar
Mascaraque, tal y como hemos dicho con anterioridad, se ubica en el centro de la provincia de Toledo, por lo que tiene muy fácil acceso.
Si viajas desde Toledo, toma la A-42/CM-42 durante 30 km, tomando la salida 19 en dirección Mascaraque / Mora / Sonseca / Villaminaya y luego conduciendo 4 km más.
Si tu destino de partida es desde Madrid toma la A-42 durante casi 100 km y después la salida 19. Cuatro kilómetros después llegarás a Mascaraque y en total no tardarás más de una hora y cuarto.
Si vienes desde la Comunidad Valenciana, dado que es un recorrido de casi tres horas y media, te recomendamos que visites alguna localidad más colindante a Mascaraque, para que no te sepa a poco, o que incluso visites la ciudad de Toledo. Toma la A-3 hasta que llegues a Villarrobledo, después toma la A-43 y busca el enlace con la CM-42. Por último coge la salida 19 y en pocos minutos estarás en Mascaraque. Entre medias de este trayecto también puedes visitar el pueblo de Consuegra.
Por último, si tu punto de origen se ubica en Andalucía, busca conectar con la A-4, pasando Jaén y el Despeñaperros, atravesando la provincia de Ciudad Real hasta llegar a Mascaraque. Los tiempos varían entre 2 y 5 horas, dependiendo de tu provincia andaluza de origen.
Finalmente, destacar que Mascaraque es un pueblo con mucho encanto, pero sus limitaciones con respecto a servicios nos hacen recomendarlo como una opción de visita si se está alojado por la zona, ya que en una mañana puede verse prácticamente entero. O utilizando uno de los alojamientos mascaraqueños para después moverse por la provincia.
2 comments
Solo darle las gracias por su artículo sobre el castillo de Mascaraque.
Tomamos nota sobre su comentario de los jardines y ya se está solucionando. Debido a la pandemia y ciertas situaciones climatológicas el cuidado ha sido difícil.
Gracias y un cordial saludo
Hola Jose, buenas tardes.
Gracias a usted por dedicarle unos minutos a leerlo. Comprendo perfectamente, pues con la pasada situación de Filomena ha sido muy complicado para las labores en la naturaleza.
Seguro que en cuanto lo arreglen el Castillo lucirá perfecto.
Un saludo.