La Plaza Mayor
Siguiendo nuestro recorrido por el casco antiguo de Cuenca, hemos llegado ya al corazón de la parte alta de la ciudad, la Plaza Mayor.
Después de perdernos por los laberintos de calles y callejuelas, nos toca ahora explorar un espacio amplio abierto al mundo.
Es un espacio urbano lleno de luz y de color, con sus casas de fachadas de colores y sus edificios emblemáticos adornando la plaza.
Antes de entrar de lleno en lo que nos vamos a encontrar en la Plaza Mayor, me gustaría deciros que la plaza tal como se conoce hoy en día, fue remodelada hace algunos años.
Antiguamente había árboles a ambos lados de la calzada y el suelo estaba lleno de pequeños cantos rodados o guijarros que le daban un aire de tradición y de antigüedad casi mágico.
Bueno, ¡empecemos!
¿Qué nos vamos a encontrar en la Plaza Mayor de Cuenca?
El Ayuntamiento
¿Se podría decir que es uno de los edificios más importantes de la ciudad?
Posiblemente sí, a pesar de que existen otros muchos edificios de una belleza singular.
Es un edificio de estilo barroco que abre el acceso a la Plaza Mayor, y quiénes trabajan allí tienen unas vistas privilegiadas tanto de la plaza, como de la anteplaza.
Data del siglo XV, aunque a lo largo de los años ha ido sufriendo varias remodelaciones, siendo una de las más importantes realizada en el siglo XVIII a manos de Jaime Bort, pero nunca ha perdido su esencia.
El Ayuntamiento se sostiene sobre tres arcos de medio punto que soportan el peso de las tres plantas que tiene el edificio, encontrándose la Sala del Ayuntamiento en el segundo piso.
Ver pasar las hermandades en Semana Santa bajo ellos, o bailar pasodobles en San Mateo es una experiencia única y muy característica de la ciudad.
La Catedral de Santa María y San Julián
La Catedral de Cuenca es una de las catedrales más bonitas de España y la primera catedral gótica de Castilla.
Comenzó a construirse en el siglo XII, cuando el Rey Alfonso VIII mandó construir una catedral sobre la antigua mezquita de la ciudad tras la reconquista.
En aquella época imperaba el estilo románico, entonces ¿de dónde provenía este estilo gótico?
De los extranjeros que había en la corte del Rey Alfonso VIII.
Y también adquirió ciertas corrientes francesas que venían de la mano de la mujer del rey, Leonor de Plantagenet.
Su construcción comenzó entre 1182 y 1189, siendo consagrada por San Julián, obispo de Cuenca, aunque su construcción se extendió hasta el siglo XIII.
Se consagró definitivamente bajo la advocación de Santa María en el año 1208, de ahí que su nombre sea Catedral de Santa María y San Julián.
Su interior está formado por una planta de cruz latina, tres naves, doble girola y un profundo presbiterio.
El crucero está cubierto por una gran bóveda central de influencia anglonormanda.
Con el paso de los años fue sufriendo varias modificaciones, especialmente en el siglo XVIII dándole un aspecto más barroco.
Antiguamente la catedral disponía de dos torres góticas gemelas, mandadas construir por el Rey Fernando III, pero desaparecieron durante un incendio.
El aspecto que tiene actualmente, fachada neogótica, fue el resultado de una remodelación en el año 1910 después de que un rayo impactara en la torre de las campanas algunos años antes, cuya caída destruyó parte de la fachada.
Si entramos en el interior, podemos destacar el estilo abstracto de sus vidrieras así como su original triforio lleno de ángeles impasibles, a excepción de uno que se puede ver cómo está sonriendo.
Otro punto de interés dentro de la catedral, es el Arco de Jamete de estilo renacentista.
Me gustaría dedicar un artículo específico a hablar de la catedral, ya que tiene mucho que conocer además de unas historias de carácter esotérico muy interesantes.
Convento de las Petras
Este convento, fácilmente visible desde que entras en la Plaza Mayor, fue construido en el siglo XVI, y digo fácilmente visible no solo por su tamaño, pues da a tres calles, sino por su fachada de color rosa.
En su interior hay una iglesia del siglo XVI que es una auténtica maravilla, y con un retablo mayor compuesto por un bajorrelieve con la Virgen del Pilar, entre cuatro columnas corintias.
También es la Sede Canónica de la Hermandad de María Santísima de la Esperanza. Cuenca tiene una gran tradición de Semana Santa, pero ya hablaremos de eso en otro artículo.
El convento fue saqueado durante la Guerra Civil, y en parte también fue destrozado, lo que acarreó obras de reconstrucción.
Plaza del Obispado
Si vamos por la calle que está a la derecha de la catedral, la calle Obispo Valero, llegamos hasta una plaza con su mismo nombre.
En dicha plaza lo primero que llama la atención es una escultura al Rey Alfonso VIII a caballo.
Es una escultura hecha en bronce cuya construcción fue muy solicitada durante bastante tiempo por los ciudadanos para homenajear al rey por haber liberado a la ciudad de los musulmanes.
¿Sabías que la posición del caballo indica la forma en la que murió su jinete?
Esto no es del todo cierto, ya que según dicen, si el caballo tiene una pata suspendida en el aire quiere decir que su jinete falleció por las heridas causadas en batalla.
Pero el Rey Alfonso VIII falleció debido a unas fiebres que contrajo cuando iba hacia Plasencia a encontrarse con el Rey de Portugal, en el año 1214.
La Anteplaza
Como os comenté, el Ayuntamiento es la puerta de entrada a la Plaza Mayor, pero ¿qué podemos encontrar al otro lado?
Pues estaríamos en la que conocemos como la Anteplaza, que sería el inicio de la Calle Alfonso VIII.
¿Qué vamos a encontrar aquí?
Convento de las Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Inmaculada
Este es otro de esos edificios históricos que embellecen aún más si cabe la parte alta de la ciudad.
También se le conoce como antiguo Convento de la Merced o Convento de las Blancas, porque las religiosas que allí viven van siempre de blanco.
El convento original ocupaba un palacio de estilo barroco en la Plaza de la Merced, que perteneció a la familia Hurtado de Mendoza en el siglo XVI.
Pero este palacio se quedó pequeño debido al aumento del número de religiosos, necesitando construir más celdas.
Como en el palacio ya no había más espacio, tuvieron que adquirir una casa perteneciente a los marqueses de Cañete, una casa de tres plantas en el lado norte y que daba a la Plaza Mayor.
Por ello, hoy existen dos entradas para el convento, una por la Plaza de la Merced y otra por la Anteplaza.
A finales del siglo XIX, el Ayuntamiento adquirió el convento con la intención de instalar un museo, pero finalmente lo entregaron al Obispado a cambio de las Casas Colgadas.
En el año 2003 obtuvo el título de bien de interés cultural, en la categoría de monumento.
Pero, ¿cómo llegamos hasta la Plaza Mayor?
Cómo llegar
Si venís desde la parte baja de la ciudad, la forma más cómoda de llegar es en autobús, pues recordad que la parte alta de Cuenca son cuestas y más cuestas.
El autobús lo podéis coger en una de las varias paradas que hay por el centro de la ciudad.
Hay dos líneas de bus:
- La línea 1, cuya última parada es la Plaza Mayor, por lo que no hay pérdida
- La línea 2, que os sube hasta el Castillo, su última parada, pero también para en la Plaza Mayor.
Os dejo este enlace donde podéis ver horarios y tarifas.
Pero como os he comentado en alguna otra ocasión, lo mejor es ir andando para poder ver con detalle todos los puntos de la ciudad que, yendo en autobús, pasarían desapercibidos.
¡Nos vemos viajeros!
3 comments
[…] este artículo os hacía una pequeña introducción sobre […]
[…] del tumulto de la Plaza Mayor, vamos a bajar las escaleras que hay en frente del Convento de las Petras hasta llegar a la calle […]
[…] estamos en la Plaza de la Merced, aquí como os comenté en este artículo podemos encontrar el antiguo Convento de la […]