Fado: El alma de Lisboa

¡Hola Viajeros! Hoy os propongo una aventura diferente, en este caso vamos a dejar volar nuestra imaginación hasta las calles de Lisboa, abrid bien los oídos y disfrutad el Fado: El alma de Lisboa.

¿Qué es fado? Es la música que concentra todo el carácter y la forma de ser de los lisboetas. Nacido en esta ciudad, se extendió por todo el país y ahora está considerado ya como el alma de todo Portugal.

Hoy en día, el fado representa a Portugal allí donde suena, es su expresión musical más conocida y está declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad desde el año 2011.

Que mejor manera de conocer una música que escuchándola, por eso, al leer este artículo, te animo a que escuches las canciones que lo acompañan, van desde el fado más puro hasta sus influencias en la música portuguesa más actual.

Apúntate las canciones que más te gusten y cuando nos visites por Lisboa, no te pierdas esta experiencia única de escuchar el fado en directo, una de las 8 experiencias únicas que vivir en la ciudad, si quieres conocer cuáles son las otras 7, visita este otro artículo.

¡Comencemos!

¿Qué es el fado?

Comencemos nuestra aventura por el Fado: El lma de Lisboa. El fado es el estilo musical más conocido de Portugal. El término fado proviene del latín “Fatum”, que significa destino, aquel del que nadie puede escapar.

Generalmente es cantado por una sola persona, hombre o mujer, acompañada por la guitarra portuguesa, que es la que lleva la melodía y la guitarra española, que es la que hace de acompañamiento.

Nació como expresión de las clases más humildes de Lisboa, sus vidas no eran muy agraciadas, por lo que los temas más cantados son la nostalgia, la frustración, la melancolía, estos sentimientos se resumen muy bien en una palabra que solo existe en portugués, la “saudade”.

Aunque es la saudade la que predomina en el fado, también hay lugar para la alegría y muchas de sus canciones se animan con las palmas del público, aunque eso sí, el fado no se baila, como mucho, en algunas canciones alegres las fadistas balancean las caderas, pero poco más.

Una antigua canción llamada “Todo esto es fado”, define esta música así:

Amor, celos, ceniza y fuego, dolor y pecado. Todo esto existe, todo esto es triste, todo esto es fado.

Pero bueno, como te dije, nada mejor que escucharlo y ver como suenan estas palabras en portugués acompañadas de la melodía de las guitarras. La canción está interpretada por Amalia Rodrigues, la cantante de fados más famosa que ha tenido Portugal y de la que hablaré más adelante.

 

Orígenes del Fado

Como os comenté, el fado nació en Lisboa, pero más concretamente en un barrio, el de Mouraria y en una calle, la Rua do Capelão.

Es allí, al inicio de la calle, donde se encuentra el monumento que certifica el lugar de nacimiento de esta música, que con el tiempo, calaría hondo en el corazón de los portugueses. Es el conocido como “Berço do Fado” o cuna del fado.

Esto es así, ya que en esta calle se encuentra el antiguo burdel donde cantaba Maria Severa, la primera cantante de fados.

A principios del siglo XIX Mouraria era el barrio de los traficantes, ladrones, prostitutas, estudiantes, soldados, marineros y mercaderes. En una de sus tabernas vino al mundo la legendaria María Severa en 1820.

De su padre, un pescador gitano, María Severa heredó sus rasgos, su exótica belleza y su expresivo cantar que conquistó a los bohemios de la ciudad. De su madre, una célebre prostituta conocida como «A Barbuda» heredó el oficio, ingresando en la profesión a temprana edad.

Desde bien joven se caracterizó por un estilo de vida bohemio y de lleno de excesos, aunque también la consideraban la protectora de los más débiles del barrio, de ella decían: «Amorosa y bravía, ella es Mouraria”.

Era la «cantadeira» más solicitada de la ciudad, capaz de destrozar corazones con una sola mirada y pronto se le atribuyeron muchos amores. Pero el amante más conocido fue Francisco, el Conde de Vimioso, un aristócrata joven y rebelde que además, por si no es ya castiza de por si la historia, era rejoneador, el más valiente y gallardo de Portugal.

La relación aportó a María mayor prestigio y le abrió la puerta a los salones de las familias más adineradas de la élite social lisboeta. La noticia del romance entre la prostituta y el conde corrió como la pólvora y el escándalo fue la comidilla de todos los salones de la nobleza lisboeta.

A pesar del ardor pasional de la joven, el rico y famoso conde acabó abandonándola por las presiones de la familia, abochornada por el escándalo. Los historiadores más románticos afirman, que destrozada por el desprecio sufrido, acabó enfermando gravemente de desazón, y falleció de tuberculosis poco tiempo después en 1846.

Fue sepultada en una fosa común del cementerio de São João junto a los más desfavorecidos y abandonados de la ciudad. Sus últimas palabras fueron: «Muero sin nunca haber vivido».

La figura de Maria Severa ha inspirado a fadistas de todas las épocas, el fado más antiguo que se ha conservado, de 1850, es el «Fado da Severa». En 1901, el escritor Julio Dantas le dedicó una novela «A Severa» contribuyendo a la creación del mito, y fue llevada al cine en 1931, siendo la primera película de cine sonoro en portugués.

María fue la primera fadista, pero en sí, el origen del fado como música, es un tanto confuso. Se cree que nace como una fusión de los diferentes estilos que se cantaban por las tabernas de Mouraria y que vienen de tres fuentes:

Influencia musulmana

Fue el barrio donde, tras la reconquista cristiana de Lisboa, se llevo a vivir los musulmanes, de ahí el nombre de Mouraria. Estos desarrollaron un tipo de cantos dolientes y melancólicos que se asemejaban al fado en su forma de vocalizar, aunque debía ser un canto muy diferente al actual.

Influencia africana

En las guerras napoleónicas, la familia real portuguesa se exilió a Brasil. Tras su regreso en 1821 trajeron consigo nuevas costumbres. Entre ellas un baile muy popular en Brasil que mezclaba elementos de danzas populares portuguesas con otras llevadas desde el África occidental por los negros. Esa danza se acompañaba de un canto al que las gentes llamaban “fado”.

Este tipo de cantos, se funde al llegar a Portugal con las culturas locales de los barrios de Lisboa y contribuye al nacimiento de ese tipo de canción urbana que seguimos conociendo como fado. Se dice que los mejores cantantes de Fado del siglo XIX eran los cocheros, los taxistas de la época, casi todos ellos negros.

Influencia marinera

También es básico en el desarrollo del Fado el mundo de los marineros. El fado es una canción portuaria y por lo tanto que recibía nuevas influencias de todos aquellos que llegaban a Lisboa. El tema del mar y los marineros es muy recurrente y de hecho, el fado más antiguo que se ha conservado se llama “Fado do marinheiro”, de 1840.

 

Amalia Rodrigues

En nuestra aventura del Fado: El alma de Lisboa, ya hemos conocido quien fue la primera fadista, Maria Severa, ahora vamos a conocer a la más famosa de todos los tiempos, Amalia Rodrigues, no solo conocida en Portugal, si no en todo el mundo.

Nació justo 100 años después que María Severa, en 1920. Ella misma nos dio una definición de fado:

“El fado es una cosa muy misteriosa, hay que sentirlo y hay que nacer con el lado angustioso de las gentes, sentirse como alguien que no tiene ni ambiciones, ni deseos. Una persona… como si no existiera. Esa persona soy yo y por eso he nacido para cantar el fado”.

Amalia es conocida como la “Reina del fado”, casi todos los fados más populares que podemos escuchar hoy en día son suyos, o bien versione que hizo de fados más antiguos. En total, en sus más de 40 años de profesión, llagó a grabar más de 170 discos y vendió 30 millones de copias, tres veces la población actual de Portugal.

Ya hemos escuchado una versión suya de uno de los fados más populares. Vamos a seguir conociendo el fado deleitándonos con la voz de Amalia, esta vez con «Fado portugués». 

 

Guitarradas

Hemos hablado de cantantes, pero no hay que olvidar a los músicos, los guitarristas. Aunque solo sean dos instrumentos, son capaces de generar una atmósfera única donde flota la voz del fadista.

Al inicio de las actuaciones de fado, se suele comenzar con una “guitarrada”, un solo de guitarras para que puedan demostrar su virtuosismo, antes de quedar luego en un segundo plano cediendo el protagonismo al fadista.

El icono del fado es la guitarra portuguesa, su sonido inconfundible y acompaña siempre el fado junto con la guitarra española. Tiene doce cuerdas y su origen se remonta a la Edad Media, a un instrumento llamado «cítula».

Fue introducida en Portugal en la segunda mitad del siglo XVIII, a través de la colonia inglesa de Oporto y pronto empezó a ser utilizada en los salones de la burguesía. Fue evolucionando y adquiriendo su forma y timbre tan especial e inconfundible.

Está vinculada con el fado lisboeta desde 1870, cuando poco a poco fue desplazando a la guitarra española que hasta ese momento era la única que sonaba junto a la voz del fadista. Vamos a escuchar una de las guitarradas más famosas, la llamada «Valsa Venezuelana».

 

El Fado en Lisboa

En nuestra aventura del Fado: EL alma de Lisboa, ya hemos comentado como esta expresión musical nace en la ciudad y posteriormente se expandiría por todo el país, por lo tanto, que mejor que Lisboa para disfrutar de esta experiencia.

Aunque podemos disfrutar de una actuación de Fado en muchos puntos de la ciudad, os propongo 3 barrios donde la experiencia será mucho más auténtica.

Alfama

Alfama es el barrio más antiguo de la ciudad, el más cargado de historia y encanto, un deleite para los sentidos. Si quieres conocer más sobre este barrio, visita este artículo de Alfama: El corazón de Lisboa. Este es uno de los barios que mayor oferta de fado tienen. Aquí además están algunos de los clubes de fado de mayor renombre.

Hay que distinguir en Lisboa dos tipos de fado:

• Actuaciones de fado

Suelen estar acompañadas de cena. A lo largo de la noche, entre plato y plato, los fadistas hacen un pase de unas 2 o 3 canciones. Suelen ser sitios muy cuidados y de calidad, tanto en la comida como en la calidad de las actuaciones. En el precio final se suma la cena más la actuación, puede variar de los 40 a 60 euros por persona.

En temporada alta, convendría que realizaseis reserva con anterioridad, os dejo aquí los links a algunos de los mejores clubes de fado del barrio y su localización:

Club de fado   –    Rua São João da Praça 86

Casa Linares     –    Beco dos Armazéns do Linho 2

Mesa de Frades    –    Rua dos Remedios 139

• Tascas de Fado Vadio

Se conoce como fado “Vadio”, aquel que es más espontáneo, el de las tascas y restaurantes que lo ofrecen de manera gratuita para atraer a los clientes. “Vadio” quiere decir algo así como vago, sería el fado de los vividores que frecuentaban las tascas y las animaban con su canto, a cambio de que les mantuvieran el vaso lleno.

Hoy en día se llama así a fado que “por lo general” no se cobra, va incluido en la consumición o la cena. Por lo tanto es una experiencia más auténtica de cómo debía ser el fado en sus orígenes, antes de adquirir la solemnidad que le dieron los escenarios.

Alfama tiene muchas de estos ligares de fado vadio, os dejo aquí la dirección de alguno de los más famosos:

Baiuca    –    Rua de São Miguel 20

Tascado Jaime    –    Rua de São Pedro 40

Parreirinha da Alfama    –    Beco do Espirito Santo 1

Barrio Alto

El Barrio Alto es el que más variedad y oferta de ocio tiene en la vida nocturna lisboeta. Esto incluye también el fado, del tipo fado “vadio”, como vimos en Alfama.

Hay numerosos restaurantes que incluyen fado para amenizar las cenas, aunque claro, si este es el barrio más frecuentado por los turistas al ponerse el sol, es de suponer que las actuaciones de muchos de ellos no serán de muy buena calidad, aunque de seguro os harán pasar un buen rato.

Además de los restaurantes, hay tascas que se dedican al fado y por lo tanto, son de más calidad, aunque al ir haciéndose más conocidas, comienzan a acumular cola para entrar en temporada alta y están un poco masificadas. La tasca más famosa es:

Tasco do chico    –    Rua Diario de Noticas 39

El tercer lugar de nuestra lista ya nos es conocido, el barrio de Mouraria, al que le dedicaremos el siguiente capítulo de nuestra historia. Antes, para seguir conociendo esta música, os dejo una canción de las más famosas de la ciudad, además, interpretada en conjunto por los mejores cantantes del país, “Lisboa Menina e Moça”.

 

El Fado en Mouraria

En esta aventura del Fado: El alma de Lisboa, no podía faltar una mención especial al barrio de Mouraria, la cuna del Fado. Os animo a que en vuestra visita a la ciudad, dejéis un hueco para pasear por las callejuelas de este barrio.

Poca gente lo visita pese a estar en el centro de la ciudad. Lo mejor es partir desde la plaza Martim Moniz, una de las más grandes de la ciudad, conocida por ser el punto de partida del tranvía número 28. Si quieres conocer más sobre este medio de transporte, visita el artículo Cómo moverte por Lisboa: Transportes y Consejos.

En esta plaza se encuentra uno de los lugares más queridos por los vecinos del barrio, la ermita de Nossa Senhora da Saude. Detrás de la ermita, se encuentra la Rua da Mouraria, en esta calle se encuentra el famoso Monumento “Berço do Fado”, justo en la entrada a la Rua do Capelão.

By @jellybonesjes

Este es un punto mítico y por lo tanto, parada obligatoria de todos los tours que recorren el barrio. Te dejo aquí el link a uno de los tour que incluye además actuación de fado en el barrio de Mouraria.

Continuamos por la Rua do Capelão, donde se encuentra la exposición de fotografía “Retratos do Fado” con los mejores fadistas de la historia, donde no puede faltar nuestra conocida Amalia Rodrigues.

En esta mima calle está el edificio, antiguo burdel, donde vivió y murió María Severa, por lo tanto, el punto más mítico del barrio. Al final de la calle de la calle está el Largo da Severa, la plaza con mas encanto de Mouraria.

Estos son los rincones mágicos de Mouraria, a los que hay que sumar el Largo da Rosa, donde se encuentra el antiguo lavadero que era el punto de reunión de los vecinos del barrio y las Escadinhas de São Critovão, donde se encuentra el famoso mural del fado, imagen que ha servido como cabecera de este artículo.

Pero para una experiencia más cercana al barrio. Os propongo que visitéis el Club Desportivo da Mouraria. Un rincón desconocido del barrio para los turistas. En el antiguo palacio de los Tavoras.

Cuenta con la escuela de fado del barrio y es donde se preparan las marchas de Mouraria para las fiestas de Santo Antonio. Tiene un bar muy típico en el interior y una terraza con una de las mejores vistas a la ciudad.

Pese a ser el barrio donde nació el fado, cuanta con muy pocos sitios donde se puede escuchar esta música:

María da Mouraria   –   Antiguo burdel de Maria Severa en Rua do Capelão 2

Tasquinha Canto do Fado  –   Rua São Cristovão 33

 

Influencias del fado en la música actual

Como despedida de esta aventura musical por el Fado: El alma de Lisboa, os dejo unas cuantas canciones en las que el fado, sin ser el protagonista, si que ha dejado un marco carácter y sabor en su música.

Como toda música, el fado evoluciona y sirve de inspiración para los cantantes actuales de Portugal. La melodía inconfundible de la guitarra portuguesa, acompaña las letras de las fadistas modernas, que aparte de cantar los fados más tradicionales, los fusionan con nuevos ritmos y músicas.

Empezamos con la fadista más internacional de nuestros días, Mariza. Nacida en el antiguo Mozambique portugués, pronto se trasladó a Lisboa, como no podía ser menos, al barrio de Mouraria, donde se despertó en ella la chispa del Fado. Aquí te dejo una canción grabada en el Palacio da Pena en Sintra, Rosa Branca.

A continuación tenemos a Raquel Tavares, cantante lisboeta que tiene una de las canciones más animadas de Lisboa, Meu Amor de Longe, en la que va recorriendo el popular barrio de Alfama.

Para acabar nuestra paseo por el fado: El alma de Lisboa, os dejo una canción de Ana Moura, Os Búzios.

¡Nos vemos pronto por lisboa!