De lo primero que tuve que hacer cuando llegué a Roma, fue irme de compras.
Hacía meses que llevaba practicando un minimalismo extremo. Necesitaba algunas prendas de ropa que me faltaban y no lo podía eludir por más tiempo.
(Por cierto, cuña. Si no lo practicas, te animo a implementar el minimalismo en tu vida. Una vez lo pruebes te preguntarás porqué no empezaste antes).
Escribí a una amiga que vive por aquí y le pregunté dónde me recomendaba ir. Quería conseguir dos o tres cosas muy concretas.
Desde entonces, he ido un par de veces más y a día de hoy, ya te puedo contar mi experiencia yendo de compras por Roma.
Todo claro, depende de tus intereses y de lo que busques.
Aquí encuentras las mejores firmas y los lugares más exclusivos de diseño en moda. También hay grandes superficies y lugares de outlet. Yo te cuento lo que me ha atraído a mí, y luego tú si quieres ampliar, Roma tiene mucho más que ofrecerte.
La primera zona que conocí fue Campo de Fiori:
En concreto la Vía Giubbonari. Es un lugar del centro que está lleno de pequeños comercios y de puestos. Es divertida y cómoda porque, al estar todo en la misma calle, no tienes que complicarte demasiado para encontrar lo que busques. Tienes gran variedad; desde lencería, ropa de sport, zapaterías, boutiques más exclusivas o tiendas con precios razonables. Además de locales de pizza al taglio (por cierto, creo que la pizza al taglio romana merece un artículo entero), cafeterías y pastelerías.
Va a dar a la Piazza Campo di Fiori que es perfecta para, antes o después, tomarte algo y descansar.
(Ir de compras cansa, al menos a mí).
O puedes irte al cine. Tienes el cine Farnese, que es un lugar perfecto para ver películas clásicas y de autor.
Fue uno de mis descubrimientos de la primera semana. Me llevaron a ver un documental con el director, pero recuerdo que entonces no sabía ni dónde estaba. Ahora ya, después de paseos y paseos por la ciudad, me parece mentira aquella sensación no tan lejana.
Al salir del cine, por la noche, y ver la alegría de esa plaza, te vas a enamorar de Roma. Creo que uno de mis flechazos con la ciudad fue aquí.
Vía Salaria:
En otra ocasión, quería comprar unos pantalones vaqueros cómodos. Los míos ya merecían una retirada a tiempo. Y precisamente, después de comer con la amiga que me había sugerido la primera ruta para ir de compras, descubrí esta otra zona. Y en el 121, me encontré con el negocio de Giulia. The White Universe. Si buscas un lugar donde comprar ropa exclusiva y hecha con verdadera originalidad y cuidado, aquí lo tienes.
La creadora está allí mismo ayudándote a elegir. ¡Un lujo!
Para mí, parte del minimalismo consiste en tener poco, justo lo que vayas a usar. Pero hay una máxima; que lo poco que tengas, sea lo mejor para ti. Que cada vez que lo toques, lo veas o lo sientas, pienses: «¡me encanta!».
Volví otro día a presentarme a Giulia y contarle que iba a sacarla en el artículo.
Te animo a conocerla. Además, no sé tú, pero a mí apoyar proyectos con corazón, me da una especie de regusto interno que no puedo dejar de alimentar.
Por la zona encuentras muchos más negocios pequeños, parecidos o no, pero con su propio estilo, eso seguro.
Si te soy sincera, no entré en ninguno más. Encontré los vaqueros a la primera y después solo paseé por la zona un rato.
(Segunda cuña: el minimalismo te hace consumir solo lo que realmente te es útil en ese momento. Te elimina cualquier tipo de necesidad no real. Por lo tanto, te libera).
Ese día me fui a tomar un té a la cafetería Marziali 1922, en vía Po, 80.
Un sitio muy agradable para comer o beber lo que te apetezca. Es chulo porque se le ve un local con historia y personalidad. Yo así lo disfruté; infusión de té verde y jazmín, mi cuaderno para anotar y la música jazz de fondo. El trato genial. (Eso suma puntos siempre).
Y el tercer lugar que te traigo es el Mercato Monti Urban Market, que está en el barrio de Monti.
Es un espacio lleno de puestos de diseño, tanto de ropa como de complementos. Tipo el Mercado de motores de Madrid.
Si quieres moda y exclusividad, allí está todo concentrado. Además, otra vez, el plus de apoyar a aquellas personas que deciden crear y dar forma a sus propias ideas.
Abren solo sábados y domingos. Pero, si prefieres ir otro día, también encontrarás tiendas de todo tipo en los alrededores. Y el barrio es precioso y está lleno de vida. Ya sabes, la vida de los centros de las grandes ciudades, que a mí particularmente, me apasiona.
En esta ocasión no compré nada, solo lo visité y después nos fuimos a comer por la zona.
Hay muchos restaurantes y sitios donde probar comida romana rica. Es un poco turista porque está muy céntrico, prácticamente al lado del Coliseo, pero todo el centro de Roma lo es, y buscando bien o yendo con personas de aquí (como fue mi caso), encuentras sitios auténticos.
Después de comer me llevaron a la heladería Fata Morgana. Esta heladería se caracteriza por tener sabores diferentes al resto. Puedes encontrar helados de leche de almendras, menta y gingseng o de higo chumbo, como este de la foto.
A mí, de momento, me parecen todos iguales de buenos. Poco a poco iré afinando el sentido de saber distinguir calidades. (Estoy entrenándome a fondo para ello).
Y bueno, finalizar tu día de compras, vayas donde vayas, con una buena película en versión original, a mí me parece un planazo.
Otro de los cines que he descubierto es el cine Barberini.
Tiene unas salsas enormes y a quienes nos gusta el cine en versión original, este es un lugar para apuntar.
Cuando fui era un día, que sin planearlo y habiendo salido para otro fin, acabé con un grupito de personas viendo Joker.
Resulta que quería ir hacía tiempo pero no encontraba con quién. Desde luego no me apetecía ver Joker sola. Y este plan me vino de regalo. (Con alguna otra sorpresa extra).
(Tercera y última cuña: el minimalismo consigue que todo lo que necesitas, cuando lo necesitas, lo tengas de la mejor de las maneras).
Cerca de allí hay otros lugares curiosos para descubrir, como la Iglesia de los Capuchinos. Pero esto también lo dejo para otro momento, a lo mejor otro post.
Roma da para tanto, que podría no parar de escribir, y por hoy siento que ya basta.
Te he llevado de compras, a comer, a tomar helado y al cine. Y, como escribir es magia pura, yo me he ido contigo también. Estoy más que satisfecha.
¡Pronto más!
(Quién sabe qué querrá Roma que te cuente la próxima vez…).
2 comments
Ufff…!! q envidia! un dia muy aprovechado…..todo me parece perfecto, y te ha salido perfecto, según veo, me alegro!!! Lo de ir de compras por las tiendas de firma y muy exclusivas, solo he tenido un dia para hacerlo, pero solo se ha quedado en ver escaparates jaja…los precios!! besos.
¡Gracias Isabel! Sé que Roma te encanta. ¡Ya volverás! Un beso grande y mil gracias por tus comentarios. <3