¿Quieres descubrir el lado B de Praga? En este post te muestro algunos lugares para visitar en Praga casi desconocidos para la mayoría de los turistas y que no deberías perderte.
Si algo me gusta de Praga es que siempre te sorprende con un montón de rincones secretos que, al no ser tan concurridos como el Castillo, el Puente de Carlos o la Ciudad Vieja, te permiten intimar con la ciudad desde una perspectiva diferente.
Algunos de estos sitios los he encontrando por cuenta propia al ir explorando la ciudad y, otros más, gracias a la guía de mis amigos praguenses, a quienes agradezco por revelarme sus lugares favoritos para mejorar esta lista. Échales un vistazo.
Monumento Nacional de Vitkov
Empezaremos por el Monumento Nacional en la cima de la colina Vitkov. A pesar de su importancia histórica, es uno de los lugares para visitar en Praga menos turísticos. Sin embargo, a los praguenses les gusta venir aquí porque es uno de los mejores miradores de la ciudad.
La historia del monumento es por demás dramática. Se inauguró en 1938 con el propósito de honrar a los héroes checos de la Primera Guerra Mundial y recordar la independencia de Checoslovaquia. Sin embargo, los nazis ocuparon la colina y la bloquearon tras invadir Praga durante la Segunda Guerra Mundial.
Tras la liberación de la ciudad, comenzó la restauración del monumento, aunque el régimen comunista pretendía convertirlo en mausoleo. Fue hasta 1950, cuando la explanada de Vitkov se coronó con la imponente escultura ecuestre del héroe husita Jan Zizka. Solo para darte una idea de lo enorme que es esta estatua, tan solo al cola del caballo pesa 400 kilogramos.
El Monumento Nacional de Vitkov también tiene un museo de sitio y sus exposiciones permanentes abarcan la historia militar checa y la etapa más oscura del comunismo. Por cierto, en la parte alta del museo hay un café – terraza con una vista increíble al antiguo barrio de Zizkov que no puedes perderte.
Iglesia cárpata de San Miguel Arcángel
Escondida dentro de los hermosos jardines de Kinsky, la pequeña iglesia ortodoxa dedicada a San Miguel Arcángel es uno de lugares más interesantes para visitar en Praga. Aunque no tiene la ostentación barroca de otras iglesias, transmite ese halo de misticismo y espiritualidad propia de un santuario monástico.
La iglesia se construyó en la segunda mitad del siglo XVII en el pueblo Velke Loucky. Más tarde se donó a Praga en 1929 para celebrar el décimo aniversario de la adhesión de la Rutenia carpática (actualmente Ucrania Transcarpática) a la antigüa Checoslovaquia.
Te sorprenderá saber que detrás de su sencillez esconde secretos que pasan desapercibidos a la vista. Por ejemplo, toda su estructura es móvil, de hecho se ensambló un par de veces en lugares distintos antes de llegar a Praga. Tampoco hay clavos que unan las partes del armazón principal, ya que todo se ensambla como si se tratara de un rompecabezas de madera.
La iglesia está dividida en tres secciones destinadas a diferentes propósitos siguiendo el estilo Bojkov. Una de las secciones más interesantes es conocida popularmente como “Babinec” o sala de las abuelas, en donde solo pueden congregarse mujeres.
Si se presta atención a los detalles decorativos, se nota el uso de los colores verde, blanco, y rojo, los cuales representan las tres virtudes cristianas: fe, esperanza y amor.
Jardines de Kinsky
No podía dejar pasar los jardines Kinsky que he mencionado brevemente en el punto anterior. Ocupan cerca de 22 hectáreas en la parte sur del monte Petrin y, hasta principios del siglo XX, pertenecieron a la familia Kinsky, una de las más acaudaladas de Praga.
Antes de que se inauguraran los jardines, era una zona boscosa aprovechada para la plantación de viñedos. Por eso, no extraña que el parque esté dividido en terrazas cuyos pasillos descienden y ascienden serpenteantes la ladera de Petrin.
El paseo por los jardines está lleno de vistas panorámicas a Praga y descansos con fuentes y estanques. La idea original de la familia Kinsky era crear un jardín de corte inglés, cuyo diseño estuvo a cargo de renombrados arquitectos checos.
Sin duda, son uno de los lugares más bonitos para visitar en Praga, tanto por su cuidado como por su paisaje.
El palacete “Estrella” de Hvezda
En el barrio de Liboc se encuentra uno de las mansiones más singulares de Praga, el palacete “Estrella”. Seguramente te preguntarás por qué se llama así. La historia es por demás curiosa y tiene que ver con su dueño, el erudito Fernando de Tirol, quien ordenó su construcción en el siglo XVI cuando se desempeñaba como Gobernador Real.
La peculiar forma de estrella del edificio se debe al interés que tenía Fernando del Tirol por la filosofía, la alquimia y las ciencias ocultas.
De acuerdo a sus estudios, el diseño del palacete debía expresar la sabiduría de dichas ciencias desde el punto de vista arquitectónico y energético. Por lo tanto, la idea central del palacete está relacionada con el orden del universo y la armonización de las fuerzas opuestas.
Al recorrer el interior del palacete se pueden observar esculturas y decoraciones alusivas a los dioses del panteón romano. Cabe mencionar que el palacio ocupa el centro de un pequeño bosque delimitado por una muralla medieval, muy frecuentado por los praguenses para ejercitarse y hacer caminatas entre sus veredas y jardines.
La Máquina del Tiempo
Quizá este sea uno de los monumentos más visibles de la ciudad y al mismo tiempo uno de los más desapercibidos entre la arquitectura praguense. El Metrónomo o Máquina del Tiempo es obra del escultor Vratislav Karel Novác y tiene como propósito recordar que la historia tiende a repetirse si no se aprende de ella; sobre todo en el contexto de los momentos más oscuros del comunismo en la antigüa Checoslovaquia.
La Máquina del Tiempo puede apreciarse a la distancia como una enorme aguja que se balancea de un lado otro, similar al ritmo de un segundero.
Es importante mencionar que se encuentra en la explana central del parque Letna, en donde existía un monumento en honor a Stalin que más tarde fue derribado por el gobierno post comunista.
Desde hace varios años, la explanada de la Máquina del Tiempo es frecuentada para practicar skateboard y como balcón urbano para admirar la ciudad.
El caballo al revés de Wenceslao
Cuando visites Praga seguramente llegarás a visitar la Plaza Wenceslao, famosa por la escultura ecuestre de San Wenceslao frente al Museo Nacional. Sin embargo existe una curiosa versión al revés de la icónica escultura que pocos advierten, pues está escondida dentro del pasaje comercial del Palacio Lucerna, a unos metros de la plaza.
La escultura en cuestión pende de la cúpula central del pasaje Lucerna y llama atención porque el caballo se encuentra patas arriba, mientras que el jinete (San Wenceslao) va montado sobre la pansa del equino. El autor es el artista David Cerny quien se caracteriza por sus trabajos provocativos.
En este caso, la reinterpretación hecha por Cerny de un monumento tan representativo ha generado controversia. Algunos dicen que es una mirada sarcástica del artista al poco significado que le dan las nuevas generaciones a los monumentos. ¿A ti qué te parece?
La Caverna Mágica
Volvemos al monte Petrin para encontrarnos con una casa que más bien es un pasaje dimensional al mundo de las hadas, faunos y otros seres fantásticos. Se trata de la Caverna Mágica, nombre con el que el pintor Reon Argondian ha bautizado su galería – estudio.
Para ingresar al mundo mágico que hay tras la puerta de esta casona antigua, es suficiente con deshacerse de los prejuicios y acercarse a la entrada. Ahí, el joven asistente del pintor recibe a los visitantes vestido como si hubiera salido de una película de Harry Potter.
Ya con boleto en mano, no hay más que dejarse llevar por la energía de las hadas. En definitiva, la Caverna Mágica es uno de los lugares secretos que debes incluir en tu itinerario de lugares para visitar en Praga.
Jardín Vrtaba
El jardín Vrtaba es obra del arquitecto checo František Maxmilián Kaňka, quien recibió dicho encargo del conde de Vrtaba. El jardín data del siglo XVIII y se trata de uno de los jardines imperiales más bonitos e íntimos de Praga. Ahora te cuento por qué.
Todo el jardín es como un cuadro barroco, desde los detalles de su excelsa jardinería hasta el conjunto de esculturas alusivas a los dioses de la mitología griega. Tampoco pueden escapar a la vista unos hermosos frescos hechos por Václav Vavřinec Reiner dedicados a Venus y Adonis en la bóveda del pasaje Sala Terrena.
El Jardín Vrtaba ocupa un área de 3000 metros cuadrados divididos en tres terrazas interconectadas por pasillos escalonados. Debido a su belleza, el Vrtaba es considerado una gema del barroco en Europa Central; por ello, ha sido inscrito como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Imperdible ¿no crees?
Cementerio de los personajes ilustres
Los cementerios pueden parecer lugares sombríos pero también son una manera de acercarse a la historia de pueblos y ciudades como Praga. El cementerio de los personajes ilustres se encuentra en medio de Vyšehrad, una de las zonas más antiguas de Praga, cuyas construcciones y amurallados medievales parecen haber detenido el tiempo.
Para muchos praguenses Vyšehrad es el lugar más místico y energético de la ciudad; por eso, no es de extrañarse que este cementerio, a los pies de la iglesia de San Pedro, se impregne de una atmósfera de misterio.
Aquí descansan los restos de al menos 600 personajes ilustres de la historia checa, entre ellos escritores, políticos, compositores, escultores, poetas y activistas. Algunos artistas como el famoso ilustrador Alphonse Mucha y el poeta Jan Neruda, cuyo apellido, se dice, inspiró el seudónimo del poeta chileno Pablo Neruda, son honrados en este cementerio.
Terminamos esta lista pero no dejamos de explorar otros lugares para visitar en Praga que seguro te encantarán, por ejemplo Stromovka, el parque de los reyes checos.
1 comment
[…] todos los lugares que vale la pena visitar están a la vista como la catedral. Por ejemplo, estos rincones secretos y fascinantes de Praga te mostraran una cara desconocida de la ciudad para la mayoría de los […]