Trinidad es junto a La Habana la villa más turística de Cuba. La ciudad, Patrimonio de la Humanidad, se encuentra en un entorno natural privilegiado junto a las montañas de Topes de Collantes, Playa Ancón y el Valle de los Ingenios.
Cómo llegar a Trinidad
Lo más habitual es llegar a Trinidad siguiendo la ruta de La Habana a Cienfuegos, aunque también puedes hacerlo desde Santa Clara o Cayo Santa María. La villa, que se encuentra al sur de la provincia de Sancti Spiritus en el centro de la isla, es una de las ciudades más conocidas de Cuba. Ya no solo por su patrimonio cultural e histórico, sino también por toda la naturaleza que la rodea.
TRINIDAD Y SU ENTORNO
Si visitas Trinidad durante tu estancia en Cuba, te recomiendo hacer un mínimo de 2 noches en la villa. Así además de conocer la ciudad, podrás hacer un tour por Topes de Collantes, Playa Ancón y el Valle de los Ingenios.
Villa de Trinidad
En mi primera aventura en Cuba, visité Trinidad junto a mis padres y nos alojamos en la casa de Martica y Jose. La ciudad está llena de este tipo de alojamientos, pero he querido destacar esta casa particular porque el trato fue estupendo y estuvimos muy cómodos durante la estancia. Nuestra habitación estaba en el piso superior e incluso contábamos con una terracita privada. Una vez instalados, aprovechamos ese primer día para descubrir el centro de Trinidad.
En la villa tienes que visitar su Plaza Mayor, presidida por la Iglesia de la Santísima Trinidad y donde también encontrarás otros lugares de interés turístico. Como el Museo Histórico Municipal, el de la Arquitectura o el Romántico, antiguo Palacio Brunet. La Plaza Mayor es el epicentro del casco antiguo de Trinidad, de estilo colonial y uno de los mejor conservados de América Latina. La ciudad fue la tercera villa fundada por los españoles en Cuba, y desde 1988 es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Puedes pasear por sus características calles adoquinadas, con mucho ambiente y llenas de turistas. Al caer la tarde, te recomiendo subir al alto del Convento de San Francisco de Asís para disfrutar de una bonita puesta de sol y la mejor panorámica de la ciudad. Y ya por la noche, después de cenar en alguno de los restaurantes locales encontrarás música en directo y una animada vida nocturna. Con rincones como la Casa de la Música, La Canchanchara (que toma el nombre de la bebida típica local) o la Disco Ayala, situada en una cueva natural.
Topes de Collantes
En nuestro segundo día de estancia en Trinidad, madrugamos para descubrir el entorno natural que rodea a la villa. El día anterior, habíamos negociado un tour en jeep con un conductor local al que conocimos paseando, que quedó en recogernos en nuestra casa particular muy temprano por la mañana. El jeep era antiguo pero a la vez carismático, y para mí fue muy gracioso porque nunca habría imaginado a mis padres en esa tesitura tan mochilera. Un plan más barato que contratar una excursión organizada, que te permitirá hacer un tour personalizado por el entorno de Trinidad.
Para comenzar la jornada, tras repostar iniciamos la ruta hacia las montañas de Topes de Collantes, un entorno natural muy cuidado en plena Sierra del Escambray. Allí subimos a un mirador junto a un centro de información turística, donde se muestran fotos de los principales senderos de la zona. Hay muchas rutas, pero como tendrás que elegir te recomiendo hacer cualquiera de estas dos: el Salto del Caburní o el sendero de Vegas Grandes, que fue el que hicimos nosotros.
Al llegar en el jeep a Vegas Grandes, nuestro amigo el conductor nos dejó durante un rato ya que el sendero es un espacio protegido y solo se puede hacer caminando. En este sentido, lo ideal es comenzar a primera hora de la mañana para evitar aglomeraciones de gente. La entrada cuesta 10 CUC y el recorrido transcurre por un camino de tierra rodeado de naturaleza. Durante la ruta, pasarás por plantaciones de café (trabajadas por campesinos locales), e incluso podrás probarlo recién hecho en un puchero a la antigua usanza.
Asimismo, cabe destacar que la parte final del sendero es descendente y escarpada, con una pendiente un poco pronunciada. Pero el esfuerzo extra merece la pena, ya que la ruta acaba en una maravillosa cascada natural que cae un una poza en la que además podrás bañarte. El agua está un poco fresquita, pero acostumbrados a las playas de Galicia esto no fue un problema para nosotros.
Valle de los Ingenios
Tras volver al punto de partida de la ruta, dejamos la montaña para dirigirnos al Valle de los Ingenios. Una llanura que aún sin ser tan espectacular como Topes de Collantes, ha sido reconocida junto a Trinidad como Patrimonio de la Humanidad por su riqueza monumental y paisajística.
En el Valle de los Ingenios, paramos a comer antes de visitar algunos lugares de interés turístico. Durante la época colonial la zona fue una fructífera región azucarera, y aún conserva en buen estado los ingenios (instalaciones para procesar caña de azúcar) que dan nombre al lugar. Una mezcla de naturaleza y patrimonio cultural con rincones como sus antiguas haciendas, la imponente Torre Manaca Iznaga o el Mirador del Valle, donde además podrás hacer canopy.
Playa Ancón
Finalmente, acabamos la intensa jornada de ruta en Playa Ancón. Un conocido arenal cercano a Trinidad y muy frecuentado por turistas. La playa no es comparable a la de Varadero o los Cayos de Cuba, pero aun así disfrutamos de un reconfortante baño. Así como de la vistosa puesta de sol antes de regresar a Trinidad para continuar el tour por Cuba.
1 comment
[…] de las tres ciudades más turísticas del centro de Cuba: Santa Clara, Cienfuegos o la bonita villa de Trinidad. Nosotros lo hicimos desde esta última, cogiendo el autobús en la estación de […]