Hoy nos vamos de excursión a la parte asiática de Estambul, Üsküdar, Kuzguncuk y Çamlıca, la Colina de los Enamorados. Nos alejamos de las zonas turísticas y vivimos la ciudad como un auténtico local.
Y cómo no, visitaremos la enorme mezquita que se encuentra muy cerca, y que desde hace apenas un año, domina el horizonte de la ciudad de Estambul: la mezquita de Çamlıca.
Cruzando a Asia en vapur
La forma más rápida y cómoda de cruzar de Europa a Asia, y viceversa, es el vapur, el barco que te lleva de un continente a otro en apenas veinte minutos. Además de esas ventajas del barco, es una auténtica experiencia usarlo, disfrutar de las vistas maravillosas del serrallo, de las mezquitas alejándose, de la torre Galata quedando atrás.
Para la excursión a la parte asiática de Estambul de hoy tenemos que cruzar a Üsküdar, la antigua Crisópolis griega, fundada en el siglo VII a C. Para ello nos dirigiremos al muelle de Eminönü, a los pies del Bazar Egipcio, o cruzaremos el puente Galata hasta el otro lado, al muelle de Karaköy. Como nos venga mejor por cuestión de ubicación.
La frecuencia de los barcos es cada treinta minutos, y podemos pagar con la tarjeta Istanbul Kart. Es fácil adquirirla en cualquiera de los quioscos que se encuentran en las cercanías de los barcos y el tranvía. Mi recomendación es que la compres. Es barata, muy fácil de recargar en las máquinas junto a la entrada al transporte público que quieras usar. Sirve tanto para autobuses urbanos como metro, tranvía y barco.
En apenas veinte minutos nos encontramos en Asia, en otro continente y otra realidad de la ciudad. Aquí apenas hay turistas, tan sólo la vida cotidiana de la ciudad. Pero es un barrio que merece la pena visitar si tienes tiempo.
Mezquita de Mihrimah Sultan en Üsküdar
Según llegues en barco, dirígete sin dudar a ver la Mezquita Mihrimah Sultan, también conocida como Iskele Camii (mezquita del muelle), por su ubicación muy cerca del mar. Fue construida a mediados del siglo XVI por el famoso arquitecto Sinan. Esta mezquita es una de sus primeras obras como arquitecto imperial al servicio del Sultán Süleyman, quien le encargó este complejo en honor a su adorada hija Mihrimah Sultan.
El complejo de la mezquita contaba con fuentes, embalses, escuelas primarias, una posada para viajeros e incluso una biblioteca. Después se le agregaron la zona de enterramientos y un hamam (baño turco).
El interior es una maravilla, con sus cúpulas y semi-cúpulas ornamentadas y, las escasas ventanas, cubiertas con vidrieras, que filtran la tenue luz al interior. La escasez de vanos es bastante extraña en la arquitectura de Sinan. Probablemente se deba a la difícil orografía del terreno que se eligió para su ubicación, al igual que el hecho de que no cuente con patio porticado, muy habitual en los complejos de las mezquitas de la época.
Aun así, haciendo uso de la imaginación, podemos suponer que la ubicación escogida fue absolutamente espectacular en la época de su edificación, tan cerca del mar y dominando la entrada al estrecho del Bósforo. Una de las primeras obras de arte del genial arquitecto Sinan.
El pintoresco barrio de Kuzguncuk
Continuemos con nuestra excursión a la parte asiática de Estambul. Encontramos una de las sorpresas que nos depara la ciudad. Aún escasamente conocido entre los turistas, es un barrio precioso, apenas a unos veinte minutos caminando desde el muelle de Üsküdar. No puedes perdértelo. Y si prefieres no ir andando hasta allí, siempre tienes la opción del autobús urbano ( número 15KÇ, desde el muelle, llegarás en cinco minutos) o de coger un taxi.
A modo de introducción os diré que el barrio de Kuzguncuk fue el primer asentamiento de judíos en la zona asiática de Estambul, a los que más tarde se sumaron los griegos y armenios, que compartieron el barrio durante siglos. Esta mezcla acabó dotándole de ese carácter especial dentro de una ciudad musulmana. Hasta bien entrado el siglo XIX apenas hubo población turca dentro de sus calles, de ahí que las mezquitas que podemos ver son modernas, en comparación con la antigüedad de las iglesias y sinagogas.
El barrio de Kuzguncuk se hizo conocido a nivel nacional gracias a una famosa serie turca de los años 80, llamada Perihan Abla. Dado que el noventa por ciento de la población siguió aquella serie, identificándose con sus entrañables personajes , se convirtió en lugar de visita obligada para muchos admiradores en los años posteriores.
En la actualidad el barrio ha sido tomado literalmente por escritores y artistas, lo que le ha beneficiado, sin lugar a dudas. El ambiente intelectual ha preservado su esencia, salvando muchos de los pequeños comercios y locales. Estos se han convertido hoy en día en tiendas de antigüedades o galerías de arte, preciosas librerías en las que poder tomar un café mientras te sumerges en un buen libro, en panaderías y pastelerías, donde cocinan auténticas exquisiteces.
La calle principal del barrio es Icadiye Caddesi, sube directamente desde el muelle, así que te servirá de punto de partida para comenzar tu viaje a otro siglo. Si continuas por esa calle, dirígete hasta el jardín botánico, un bonito lugar repleto de vegetación, huertas y unas maravillosas vistas desde las que degustar un buen café turco. Junto a esa calle hay otra más pintoresca, Simitçi Tahir Sokak, pequeña calle repleta de casas tradicionales de colores, todas ellas de madera, de dos o tres pisos, que harán que esa visita merezca absolutamente la pena.
Büyük Çamlıca: la colina de los enamorados
Es nuestra próxima parada, tras una mañana intensa, nos conviene relajarnos y disfrutar de una comida diferente. Desde Kuzguncuk, mi recomendación personal, por rapidez y comodidad, es que cojas un taxi que te lleve directamente a la cima de la colina. Es mucho más sencillo que el autobús y desde luego más rápido. En unos diez minutos, depende, claro está del tráfico, te encuentras en la colina.
Se presenta ante ti una de las vistas más bonitas de la ciudad. Estambul a tus pies. La colina de los enamorados es un enclave privilegiado, repleto de tulipanes, una de las siete colinas en las que se encuentra ubicada la ciudad. Y es un lugar de ocio para los estambulitas. En los días de verano abarrotan la zona arbolada con almuerzos improvisados, sobre la hierba, mientras cocinan carne en las barbacoas y los niños corretean a su alrededor.
La parte superior de la colina está pensada como lugar de desconexión de la ajetreada vida de la urbe. Así que verás bancos de madera alrededor de los árboles, miradores privilegiados que te permiten admirar las vistas mientras comes o tomas un tentempié.
Para comer hay varias opciones: un restaurante al uso, en un antiguo pabellón de madera, con unas vistas increíbles, y que, al pertenecer al ayuntamiento de la ciudad, consta de precios muy asequibles y comida de calidad.
Por el contrario, tienes la segunda opción, para mí la favorita. En la parte central, con mesas de piedra y pequeños taburetes de madera, puedes acercarte a un quiosco y pedir comida más informal pero deliciosa, y comer al aire libre. La variedad es amplia: kumpir (patata asada rellena con multitud de ingredientes a elegir), gözleme (delicioso crepe turco relleno de queso o espinaca), ensaladas, postres y bebidas. Tan sólo has de seguir la fila, pedir lo que quieras y sentarte a disfrutar de la comida con vistas.
Mezquita de Çamlıca
Es la mezquita más grande de todo el país, inaugurada en mayo del 2019, con una capacidad de más de sesenta mil personas, y realizada por dos arquitectas. Cuenta con bibliotecas, salas de exposiciones y un aparcamiento subterráneo con capacidad de más de tres mil vehículos. Y se ha convertido, junto a la Mezquita Azul, la de la Meca y Medina, en las únicas del mundo en tener seis minaretes. Hasta ahí los datos prácticos. Es un edificio que hay que visitar. Es absolutamente impresionante.
Desde la colina de los enamorados puedes acercarte andando a verla, es un paseo que te llevará unos quince minutos, aunque siempre queda la opción de ir en taxi.
El complejo de la mezquita de Çamlıca es increíble, y su interior una verdadera obra de arte contemporánea. Cuenta con enormes cúpulas, los tres pisos con espacios separados para el rezo de las mujeres, las maravillosas vidrieras que cubren sus ventanales. Es imposible no apreciar la atención con cada uno de sus detalles, donde nada está dispuesto al azar.
Visitarla puede llevarte un rato, y desde luego te dejará gratamente sorprendido. Evidentemente no cuenta con el bagaje histórico de las grandes mezquitas de la ciudad, pero sigue siendo una obra de arte.
El café de las alfombras
Pues bien, volvamos al punto de inicio. Más o menos. Después de visitar la mezquita de Çamlıca, debemos regresar a la zona del muelle de Üsküdar. Frente a la Mezquita, hay paradas de autobús. Coge el autobús 15C, y en media hora más o menos estarás de vuelta junto al muelle. Pero antes de volver a coger el vapur, te recomiendo una última parada.
Según te bajes del autobús, camina junto a la orilla hacia la torre de Leandro, también llamada Torre de la Doncella o Kız Kulesi. Según te vayas acercando a ella, verás el café de las alfombras. La última parada de esta excursión.
Está ubicado al aire libre, así que no busques un edificio. Tan sólo unas gradas de hormigón, cubiertas de alfombras y cojines, junto al mar. Dicho así no resulta muy atractivo, ¿verdad? Nada más lejos de la realidad. No es un lugar de grandes lujos, de acuerdo. Pero te permite contemplar la mejor vista de la torre de Leandro que podrás encontrar en Estambul.
La torre de Leandro, famosa en la estampa de Estambul, está ubicada en un pequeño islote frente a la costa de Üsküdar. Desde época griega comenzó a utilizarse como estación aduanera para los barcos que llegaban a la ciudad procedentes del Mar Negro. Se ubicó en el islote una torre de madera, rodeada de una muralla de piedra, y conectada a la costa a través de otra muralla, de la cual aún quedan algunos restos. De este pequeño islote hasta otro, ubicado en la orilla europea, se extendía una enorme cadena de hierro, que cerraba el paso al estrecho. Tras la conquista otomana fue utilizada como atalaya de vigilancia, y posteriormente como faro.
Hay varias leyendas en torno a la torre. Una que tiene que ver con el mito griego de Hero y Leandro, en el cual, la joven Hero se enamoró de Leandro. El joven la visitaba, guiado por un faro que ella encendía, y cruzaba a nado desde la antigua Crisópolis. Una noche hubo una tormenta y el faro se apagó con el agua, haciendo que el joven se perdiera en la oscuridad y terminara por ahogarse.
La otra leyenda, cuenta cómo hubo un emperador cuya hija favorita, según había vaticinado un oráculo, moriría al cumplir la mayoría de edad por la picadura de una serpiente. Así que su padre construyó la torre, llamada de la doncella, y encerró a su hija en ella, intentando protegerla. En su décimo octavo cumpleaños, para celebrar que nada malo le había sucedido, le envió una cesta con fruta. En la cesta se había escondido una serpiente, que terminó por envenenar a la doncella y provocar su muerte, cumpliendo así con la profecía del oráculo.
La torre hoy en día cuenta con un restaurante de lujo y una cafetería. Pero dado que no vamos a ir hasta allí, bien podemos contemplarla sentados sobre unas alfombras, y degustando un buen té turco, mientras descansamos antes de coger el barco de vuelta a Europa. Hasta aquí ha llegado nuestra excursión a la parte asiática de Estambul.
3 comments
[…] debes buscar la parada del autobús y coger el 15A (Poyrazköy- Üsküdar), que te llevará hasta Üsküdar, donde la frecuencia de barcos para cruzar a Eminönü es mayor y puedes aprovechar más el […]
Hola
A fecha de enero 2023, La Torre de la Doncella está totalmente tapada y con trabajos de restauración. En cuanto al Café de las Alfombras ya no existe, han derruido las gradas y solo queda un montón de cascotes mezclados con restos de alfombras. Desconozco si el Café lo van a restaurar también o ya no estará más….
Hola Eva. Muchas gracias por el update 🙂 Esta información ayudará a futuros viajeros