Un dato curioso para comenzar este artículo: en Uruguay existen cuatro vacas por cada habitante. No es de extrañar que su gastronomía se base, principalmente, en la carne y la leche. Pero más allá de los insumos, la gastronomía uruguaya se compone, principalmente, de la fusión italiana y española con la cocina criolla. Es decir, del ingenio de los primeros inmigrantes en una tierra que tenía fértiles pampas pero muy poco de lo que conocían en su tierra.
No hay manera más placentera de conocer un país que por medio de su comida. Cuando comas en Uruguay no solo estarás disfrutando de sabores nuevos, sino de conocer su tradición, su historia y la formación de la sociedad actual. Por eso hemos armado una guía de nuestras diez comidas y bebidas preferidas, para que sepas qué debes probar en tu visita por este país. Y sobre todo, de dónde vienen y por qué son importantes.
Asado:
No se puede hablar de gastronomía uruguaya sin mencionar, primero, al famoso asado. Se trata de la forma de cocción más emblemática del Río de la Plata. Es conocida, sobre todo, en Argentina. Pero, ¿por qué debes cruzar el “charco” para probarla en el país vecino? En primer lugar, la cocción es distinta: mientras que en Argentina se emplea el carbón, en Uruguay prefieren la leña, que le da un sabor ahumado irresistible. La diferencia también está en los cortes. Mientras que en Argentina tienen el bife de chorizo como el símbolo del asado y el plato más cotizado, en Uruguay prefieren el asado de tira y el entrecot. Ambos países consumen achuras como la molleja, así como el chorizo y la morcilla. Pero solo en Uruguay se consume la pamplona, un enrollado de pollo o carne con verduras, queso y jamón. Los acompañamientos suelen ser el boniato glaseado, la papa al plomo (papa cocida dentro de un papel aluminio) o el morrón a la parrilla.
Si quieres consumir el asado como un típico montevideano debes acudir al Mercado del Puerto. Aquí se reúnen todas las familias durante los fines de semana. Hay precios para todos los bolsillos, ya que hay decenas de puestos de parrillas de todos los tipos, desde barras hasta elegantes restaurantes con mantel blanco. Si quieres degustar un poco de todo, te recomendamos pedir un brasero, donde combinan varios tipos de corte con chorizo o morcilla y viene con acompañamientos. Pueden alcanzar para dos o tres personas.
Chivito:
Se cuenta que el invento del chivito fue una casualidad. En los años 40 Antonio Carbonaro, propietario del restaurante El Mejillón de Punta del Este, contó a un diario local que una noche sufrieron un apagón. Justo en ese momento apareció una clienta que pidió carne de chivito porque hace un tiempo la había probado en Córdoba y le había gustado mucho. Para salir del apuro le prepararon un pan tostado con manteca y le agregaron un churrasco jugoso y un trozo de jamón. La clienta salió satisfecha, y ellos sin querer inventaron este sándwich que hoy en día es un plato bandera de Uruguay. El restaurante, por su lado, mantuvo su negocio solo vendiendo este plato, hasta que eventualmente tuvo que cerrar.
Para los amantes de la comida rápida, este sándwich es imperdible. Es de tamaño monumental, y puede servir a una persona con mucha hambre o a dos personas como una merienda completa. Se compone de carne de ternera, huevo, queso, jamón, tocino, tomate y lechuga, y se adereza con mayonesa. Por supuesto hay variaciones, y algunos lo hacen con milanesa de pollo o le agregan aceitunas, pepinillos o lo que su imaginación les dicte. Suele ir acompañado de papas fritas, pero a veces el cocinero prefiere agregarle una ensalada para mantener la línea de sus comensales.
Empanadas y pascualinas
Originada en España, la empanada está presente en casi todos los países de la región latinoamericana. Cada una tiene su sello característico, y por supuesto está presente en la gastronomía uruguaya. En este país se elabora con masa de harina de trigo y grasa animal, lo que le da una textura elástica, y se cocina al horno o frita. Los rellenos más populares son de carne, cebolla y ají criollo, o jamón y queso. En menor medida hay empanadas dulces, rellenas de membrillo, dulce de leche y ricota con pasas de uva.
La pascualina, por su lado, es una tarta salada de origen italiano hecha originalmente para semana santa, de allí su nombre. Está compuesta de masa filo y rellena con acelga, calabacines o jamón y queso.
Si buscas una comida que te acompañe mientras deambulas por las calles o te aventuras a las playas y campos uruguayos, estas son las indicadas. Son económicas, prácticas y se pueden encontrar tanto en tiendas de barrio como en panaderías o restaurantes.
Pastas:
Se estima que un tercio de la población de Uruguay desciende de los inmigrantes italianos. Por ello, la cocina de este país ha influenciado en gran medida a la gastronomía uruguaya diaria. Si estás visitando este país te recomendamos probar los restaurantes de pastas o visitar las abundantes fábricas de pasta artesanal que hay en cada barrio. Suelen abundar los tallarines y los tirabuzones, así como las pastas rellenas como los cappelletti, agnolotti, sorrentinos, ravioles o tortellini, servidos con salsa de tomate o tuco, salsa bolognesa o salsa caruso, una mezcla entre salsa blanca y salsa de tomate.
Los días 29 de cada mes se celebra el Día del ñoqui. En cada restaurante de pastas y en las casas este suele ser un platillo estelar, ya que antiguamente se solía dejar una cantidad simbólica de dinero debajo de cada plato al terminar la comida, a modo de desear que el dinero no falte y el siguiente mes sea mejor.
Postres:
Chajá: Este postre no puede faltar en un listado de gastronomía uruguaya. Creado en Paysandú el año 1927 por la confitería Las familias, se compone de merengue, bizcochuelo, crema doble y frutas como el durazno y la fresa. También se puede elaborar con dulce de leche y chocolate.
Martín Fierro: Se compone de queso colonia, una variable criolla del gruyere, y membrillo. Se toma como sobremesa desde inicios del siglo veinte y suele ser un buen término de la comida porque es suave y cremoso. A veces se acompaña de frutos secos.
Bebidas:
Medio y medio: Es una bebida compuesta por vino espumante dulce y vino blanco seco. El más famoso es fabricado por el restaurante Roldós, que funciona desde 1888 en el Mercado del Puerto y elaboró esta bebida de forma artesanal durante varios años. Actualmente también se encuentran variantes con vino rosado o vino tinto.
Grappamiel: Se compone de la grappa, o aguardiente del orujo de la uva, y miel de aveja. Es tradicional que los murguistas lo consuman antes de subir al estrado. Se consume mayormente en invierno porque su alto contenido de alcohol permite entrar en calor. En los últimos 20 años también se han hecho variantes con chocolate, café, limón, arándano u otros.
Espinillar: Es la variable uruguaya del ron. Se obtenía mediante la destilación de mieles de la caña de azúcar y su añejado en barriles de roble por un mínimo de tres años. Fue creada en 1958 y solía competir con el whisky. Hasta 2018 se producía por la Compañía Ancap de Bebidas y Alcoholes. Actualmente es difícil de conseguir y se produce en muy bajas cantidades.
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