¿Qué ver en Praga? Al igual que tú, esta fue la primer pregunta que me hice antes de viajar a la hermosa capital checa. Como muchos, me guié por las primeras reseñas que encontré en internet; sin embargo, hubo varios sitios que me perdí y he ido descubriendo con más calma después de mudarme a Praga.
Por ello, he preparado esta guía sobre los lugares esenciales de lo que hay qué ver en Praga. Además, te platico sobre las cosas que te acercarán a la cultura checa y su encanto. ¡Buen viaje!
1. El Puente de Carlos
Quizá el Puente de Carlos es el primer lugar que la mayoría visita al llegar Praga. A pesar de que siempre está colmado de turistas, sigue siendo un imán por su belleza e historia. Cabe mencionar que es uno de los mejores puntos para observar el castillo y el río Moldava.
Su construcción se remonta al siglo XIV y su nombre original era Puente de Praga. Tiempo más tarde, lo rebautizaron en honor al emperador Carlos IV, quien auspició su remodelación.
El Puente de Carlos es el más antiguo de la República Checa y une a la Ciudad Vieja con la Ciudad Pequeña. Además, está flanqueado por 30 estatuas barrocas de diferentes santos. Entre ellos destaca San Venceslao, el antiguo rey checo nombrado Santo Patrono de República Checa .
Para disfrutar la atmósfera mística del puente te recomiendo visitarlo de madrugada o cuando apenas amanece. Créeme, vale la pena madrugar para descubrirlo sin tantos turistas.
2. El Castillo de los reyes de Bohemia
El castillo no debe faltar en nuestra lista sobre qué ver en Praga. Aunque debes lidiar un poco con las multitudes, sería un sacrilegio omitirlo de tu itinerario. Data del siglo IX y es el castillo más grande del mundo. Esto se explica porque no es un solo edificio sino un complejo de palacios conectados.
Es necesario mencionar que el castillo de Praga es sede de las oficinas del Gobierno checo. Sus sitios más atractivos son la maravillosa Catedral de San Vito, una obra de arte en sí misma; las diminutas casas de orfebres en el Callejón de Oro; el viejo Palacio Real, antigua residencia de los reyes de Bohemia, y la Basílica de San Jorge.
Para visitar el castillo existen varios tipos de boletos de acuerdo al circuito que quieras conocer. Te recomiendo el circuito C porque, además de ser el más completo, te dejará con mejor sabor de boca. Por cierto, no te pierdas el cambio de guardia en la entrada principal a las 12 del día.
3. Petrin y la Caverna Mágica
Desde el castillo de Praga probablemente alcanzarás a observar una torre metálica que te recordará a la Torre Eiffel. Se trata del mirador del monte Petrin.
La caminata hacia Petrin es de las que más me gustan. Sobre todo, porque atraviesas una zona de antiguos viñedos que ahora están llenos de árboles frutales y veredas boscosas.
La torre del monte Petrin es el mirador más alto de Praga, por lo tanto, ofrece una de las mejores panorámicas. Además, junto a la torre también hay otros atractivos como la casa de espejos y unos fantásticos jardines de rosales.
Pero quizá la joya del Monte Petrin no sea tanto el mirador sino la Caverna Mágica. Se trata de una casita escondida colina abajo en donde el pintor Reon Argondian creo un mundo de fantasía lleno de elfos, hadas y faunos. Seguramente, el aura mística de Praga terminará por atraparte aquí.
Puede que con algo de suerte te topes con Reon Argondian, porque ahí mismo vive y tiene su taller.
4. Bibliotecas de Strahov y Clementinum
Si no eres fan de las bibliotecas, seguramente cambiarás de opinión después de entrar a estos dos sitios.
Empecemos con Strahov. Este viejo monasterio se encuentra a mitad de camino entre el castillo y el mirador de Petrin. En su interior podemos observar una de las bibliotecas barrocas más bellas de Praga.
La biblioteca de Strahov data del siglo XVII y resguarda 200 mil volúmenes divididos en dos secciones: la sala teológica y la filosófica. No pierdas detalle de sus enormes globos terráqueos y mapas astrológicos.
También te dejarán boquiabierto los frescos que decoran sus techos, y el penetrante olor a madera de su antigua estantería. ¡Ah! No te vayas sin visitar la cervecería de Strahov. Aquí sirven la cerveza como la preparaban los monjes hace 500 años.
Ahora pasamos a Clementinum, la actual sede de la Biblioteca Nacional de Praga. Solía ser uno de los colegios jesuitas más grandes del mundo hasta el siglo XVIII. Por eso, no es casualidad que en su interior exista otra hermosa biblioteca barroca con mas de 20 mil tomos.
Ahí se conservan documentos antiquísimos como el Códice Vyšehrad; data el siglo XI y documenta la coronación del primer rey de Bohemia. Esta biblioteca también tiene una colección admirable de globos terráqueos y los frescos de su techo son obra del renombrado artista Jan Hiebl. Un imperdible de lo que hay qué ver en Praga.
5. Las torres de Praga
A Praga también le llaman la Ciudad de las 100 torres. ¿Por qué? La respuesta llegará sola cuando eches un vistazo a la ciudad desde alguno de sus miradores; por doquier veras torres góticas y campanarios que sobresalen como agujas entre los tejados rojizos de la ciudad.
Sin embargo, hay torres más famosas que otras en el paisaje de Praga. Podemos comenzar con las torres que se encuentran en los extremos del Puente de Carlos.
La primera es la Torre de la Ciudad Vieja, considerada la torre medieval más bella de Europa. En ella resaltan símbolos solares y lunares así como las esculturas de santos y reyes checos.
La segunda torre más cercana al castillo es la Torre de Mala Strana o Ciudad Pequeña. Es la más antigua de Praga pues data del siglo XII. Ambas torres servían para controlar el acceso al castillo o bloquearlo en caso de alguna invasión.
Después tenemos la Torre de la Pólvora que, como nos dice su nombre, era un almacén de pólvora en el siglo XVII. No obstante, fue levantada en el siglo XV como parte del amurallado original de la ciudad.
La Torre de Enrique cerca de la plaza de San Venceslao es bastante peculiar. Se trata de un campanario solitario de 66 metros de altura construido en el siglo XV.
Finalmente, llegamos a la torre del Ayuntamiento en la Ciudad Vieja. ¿Cuál es su atractivo principal? Ni más ni menos que el reloj astronómico del que te cuento enseguida.
6. Plaza de la Ciudad Vieja y su reloj astronómico
La plaza de la Ciudad Vieja es uno de los lugares más bonitos de Praga. Aquí es en donde realmente te sientes dentro de un cuento medieval y, por supuesto, hay mucho que ver.
Por ejemplo, el famoso reloj astronómico de Praga de más de 600 años de antigüedad. Este reloj se diseñó para medir el tiempo de la antigua Bohemia, el movimiento de los astros y el calendario gregoriano. Al marcar la hora en punto, el mecanismo del reloj hace desfilar las figuras de los doce apóstoles.
La torre que sostiene al reloj es parte del Palacio del Ayuntamiento, otro de los edificios que vale la pena ver. Junto al Palacio del Ayuntamiento también se encuentra la Casa del Minuto. Su estilo es renacentista y aquí vivió Franz Kafka con su familia algunos años.
Coronando la plaza está la iglesia de Tyn, con sus imponentes torres góticas del siglo XVII, espectaculares tanto de día como de noche.
7. Los barrios más bonitos de Praga
Sería una pena que vengas a Praga y sólo te quedes dando vueltas en el centro. Si quieres sentir la atmósfera de la vida en Praga, date una vuelta por barrios como Vinohrady y Holesovice. Vinohrady es excelente para dar un tour por bares y cafés temáticos. Te sugiero comenzar a recorrerlo tomando como punto de partida el parque Namesti Miru.
En cuanto a Holesovice, se encuentra del otro lado del río; de hecho, colinda con el castillo. Este es un barrio de artistas y se ha puesto de moda entre los hipsters. Era uno de los barrios industriales de Praga pero ahora sus viejas fábricas se transformaron en cines, teatros, y galerías.
Para explorarlo toma como punto de partida la plaza Strossmayerovo Namesti. Tanto Vinohrady como Holesovice son ubicaciones perfectas si piensas alojarte a través de Airbnb
Finalmente, no puedes perderte el Barrio Judío con sus impresionantes sinagogas y cementerio. Este barrio tiene la sinagoga más antigua de Europa y es símbolo de la resistencia judía frente a la discriminación. Se calcula que en el cementerio judío hay cerca de 100 mil cuerpos sepultados unos sobre otros; sin embargo, a simple vista solo se contabilizan 12 mil lápidas.
Anteriormente, este cementerio era el único al que tenía derecho la comunidad judía. Por esa razón se vieron obligados a apilar los cuerpos . Por cierto, una de las tumbas más visitadas es la de Franz Kafka.
8. Parques Letna y Stromovka
En las inmediaciones del barrio Holesovice te encontrarás con dos de los parques más bonitos de Praga: Stromovka y Letna. Este último tiene uno de los beer garden más populares de Praga por su hermosa vista panorámica hacia la ciudad ¡como de pintura!
A unos 15 minutos a pie te encontraras con Stromovka, el parque más grande de la ciudad. Stromovka es especialmente espectacular durante el otoño cuando los árboles se pintan de amarillo y naranja.
Durante la primavera y el verano, los praguenses suelen hacer sus picnics en Stromovka. También, en este parque se encuentra el planetario de Praga y el espectacular Palacio Industrial, sede de exposiciones y festivales.
9. El Museo Nacional y la plaza San Venceslao
El Museo Nacional acaba de abrir de nuevo sus puertas después de una larga restauración. Se trata de uno de los edificios más emblemáticos de Praga; no solo por sus exposiciones sino porque enmarca a la plaza de San Venceslao.
¿Por qué es importante esta plaza? Porque aquí tuvo lugar la primer protesta de la Revolución de Terciopelo que puso fin al comunismo en Checoslovaquia.
10. Los cafés de Praga y sus pastelerías
Los praguenses aman reunirse en los cafés. Por eso, no es raro toparse con un café en cada esquina. Hay cafés modernos pero también sobreviven aquellos con una larga historia y tradición como el Café Louvre.
El Louvre es el preferido de los intelectuales, escritores y políticos checos desde hace muchos años. Entre sus clientes asiduos estuvo Albert Einstein y Franz Kafka.
Hablando de pastelerías, las populares Cukrárnas son un imperdible si te gustan los postres tanto como a mi. En estas pastelerías se preparan tartas y pasteles al estilo tradicional checo (algo así como las recetas de la abuela), pero también puedes probar especialidades de la pastelería austriaca.
11. Comida y cerveza checa en bares y tabernas
Para probar la comida tradicional checa y su excelente cerveza no hay mejor sitio que una cervecería o taberna. Entre los platos insignia de la gastronomía checa está el svickova; consiste en un solomillo de cerdo bañado en salsa cremosa de verduras con un toque de mermelada de arándano.
También es popular el gulasch, el pato horneado, las salchichas y los asados con cerdo. Los cocineros checos son expertos en sopas como la de ajo, tomate y col. No olvides acompañar tu comida con la típica cerveza de barril Pilsner.
¿En dónde probar la comida checa? Mi recomendación es el restaurante Lokal. Tanto la cerveza como la comida es muy buena y barata a diferencia de los restaurantes del centro. Pero si quieres transportarte a un comedor medieval, te sugiero ir a la taberna U Krále Brabantského.
12. Un paseo en tranvía para descubrir la ciudad
Aunque puedes subirte a los típicos buses turísticos que recorren Praga, la vibra de la ciudad se siente más a bordo de sus tranvías. Algunas rutas de tranvía ofrecen vistas excelsas hacia el castillo y el rio Moldava como la 12, 17 y 22. También puedes adentrarte entre las callejuelas del centro con la línea 6.
13. Mercado de fin de semana junto al Moldava
Si te toca estar en Praga durante el fin de semana, no te pierdas el mercado callejero Naplavka. Este mercadillo se instala todos los domingos a orillas del Moldava.
Aunque muchos praguenses lo visitan para comprar hortalizas, también es perfecto para un desayuno o almuerzo callejero. En sus puestos puedes darte un festín de comida casera y cerveza checa a precios muy accesibles.
14. Qué ver en Praga a través de Franz Kafka
Entre todos los museos de Praga, el dedicado a Franz Kafka tiene un significado muy especial por lo que representa para Praga y las letras.
Acercarse a Praga a través de la mirada de Kafka es como intimar con la ciudad y las historias de sus habitantes, pero también con lo más profundo del alma.
Estar frente a los manuscritos de Carta al padre o la Metamorfosis es un momento estremecedor para quien haya leído alguna vez a Kafka.
15. Tiendas y teatro de marionetas
Si hay una artesanía que distingue a Praga son sus marionetas. En las calles que rodean al castillo encontrarás tiendas con marionetas de madera y cerámica fenomenales. Aunque no pienses comprar alguna, el simple hecho de entrar en una tienda de marionetas te transportará al taller de Geppetto.
¿Quieres ver a las marionetas cobrar vida? Entonces entra a una función del Teatro Nacional de Marionetas. Este teatro esta abierto desde el siglo XVIII y su presentación estrella es Don Giovanni, una de las obras clásicas de Mozart.
¿Eso es todo? Por supuesto que no. ¡Aún hay mucho más qué ver en Praga! De eso ya te iré contando con más detalle en las próximas reseñas de este viaje por la República Checa.
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[…] Con el estómago lleno y el corazón contento, puedes continuar descubriendo Praga a través de estos 15 lugares que te harán enamorarte de la capital checa. […]
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[…] Y ya que sabes cómo moverte en transporte público en Praga, es un buen momento para darle un vistazo a los lugares que te van a hacer enamorarte de la capital checa. […]
[…] que siempre te sorprende con un montón de rincones secretos que, al no ser tan concurridos como el Castillo, el Puente de Carlos o la Ciudad Vieja, te permiten intimar con la ciudad desde una perspectiva […]
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