El Arte Quiteño es lo mejor del Barroco Americano. Miguel de Santiago con su profunda reflexión entre la luz y las sombras nos invita a meditar en la importancia del arte. Si eres un turista que admira el arte, sin duda alguna debes leer este artículo y visitar los lugares que te proponemos aquí.
- QUIEN ES MIGUEL DE SANTIAGO?
Si has escuchado los comentarios de amigos que han pasado por Quito, y regresan facinados por su arte. Quedate y lee este artículo sobre uno de los grandes pintores, cuyos cuadros adornan Quito, América y Europa. Miguel de Santiago nació en Quito, entre 1620 y 1633, en el tradicional barrio de Santa Bárbara. Falleció en 1673, enterrado en la capilla de EL SAGRARIO, al pié del altar de San Miguel.
Es nieto de indios e hijo de los mestizos Lucas Vizuete y Juna Ruiz. Quedó huérfano a temprana edad siendo adoptado por el regidor del Cabildo de Riobamba de quien tomo el apellido.
1.2 FORMACION EN ARTES
No hay certeza sobre su formación en artes, hay datos que sugieren que fue alumno del Jesuita Hernando de la Cruz, o de Diego de Orozco.
Pero fue de la mano del Padre Leonardo Araujo, que el artista desarrolló la composición y el gusto por las gamas cromáticas. El pintor mestizo Adrián Sánchez Galpe, figura entre las alternativas más probables para ser el maestro de Miguel de Santiago. (6)
Según los apuntes de Ángel Justo Estebaranz (8) en su trabajo sobre los primeros años de Miguel de Santiago, dónde se sugiere que fue oficial pintor en el taller que el maestro pintor Diego de Orozco poseía en la calle la Ronda. Aunque el taller de Miguel de Santiago fue abierto en 1654 o 1656 , por lo que es claro que entre Santiago y Orozco había una buena relación.
1.3 FAMILIA
El maestro Miguel de Santiago se codeó con la poderosa élite Quiteña. Mismos que acudían a él para decorar sus cenobios e Iglesias y hacer del Arte Quiteño lo mejor del Barroco Americano. A los veinte años se caso con Doña Andrea de Cisneros y Alvarado, emparentada con Santa Mariana de Jesús “La Azucena de Quito”. Procreó cuatro hijos de los cuales solo sobrevivieron dos mujeres. De ellas, Isabel, se convirtió en una de las pocas mujeres pintoras de profesión en Quito. Ella es quien en 1706 tomaría el mando del centro de estudios cuando su padre falleció. Las osamentas de Miguel de Santiago aún yacen en el convento de San Agustín, en Quito.
1.4 AMISTADES EN TODO EL MUNDO
Miguel de Santiago desarrolló una amistad muy valiosa con el pintor Gregorio de Vázquez de Arce y Cevallos, de origen Colombiano. Se especula que esta es la razón por la cual se conservan en la Catedral Metropolitana de Bogotá una interesante serie de once pinturas sobre El Credo. Con estas pinturas se ilustran los principios fundamentales de la fe cristiana. Todas las cuales pertenecen a Miguel de Santiago y se cree que fueron resultado de un intercambio amistoso, aunque no se han encontrado pruebas de ello ni en Quito ni en Bogotá (5)
1.5 LIMA, BOGOTÁ Y CHILE…!
Por otra parte hay constancia de que Miguel de Santiago recibió importantes comisiones tanto de Lima como de Bogotá y de Santiago de Chile. Para esta última, el pintor realizó una serie pictórica de nombre “El Alabado”, integrada por once cuadros pertenecientes al monasterio de Las Capuchinas de Santiago. Son cuadros de 135 X185 centímetros aproximadamente. Todas yuxtapuestas forman la advocación de “Alabado sea el Santísimo Sacramento y la Virgen ni de duda de pecado concebida”. Que es similar al que existe en la Iglesia de San Francisco de Bogotá. Estos cuadros llegaron a Bogotá debido a un canje con obras de Gregorio Vasquez, junto con otra serie de nombre “Artículos de Fe” en 1673.(11). Como ves, te puedes pasear por toda América siguiendo las obras de arte del pintor, de las que se conocen.
1.6 LA ENSEÑANZA DE VALORES Y VIRTUDES
El Arte Quiteño es lo mejor del Barroco Americano, además la obra de Miguel de Santiago es considerada una de las más extensas del Barroco Americano. Imbuido por el espíritu cristiano de la época se puede reconocer en sus obras la iconografía que busca la enseñanza de sacramentos y virtudes, así como de los mandamientos y la condena a los vicios.
Todo ello, de suma importancia frente a los preceptos de la Reforma protestante. El fondo doctrinario de sus obras se halla en la Suma Teológica de Santo Tomás de Aquino, en la que constan dos principios de los actos humanos. Los internos dónde se hallan vicios y virtudes, así como dones y frutos y los externos que tienen por principio a Dios manifiesto en la Ley y la Gracia.
Esto es importante, porque con estos datos podrás leer los cuadros del pintor. Miguel de Santiago dispuso en sus cuadros estos elementos con diversas figuras alegóricas. Es por ello que las virtudes y los sacramentos enmarcan el cuadro. En tanto que los mandamientos y los dones se desarrollan en la parte superior, en la parte inferior se expresan los pecados capitales. En el centro del cuadro se relatan las obras de misericordia a las que el pintor vigoriza con el uso efectivo de las veladuras y el juego de sombras y luces, ofreciendo una lectura del cuadro dónde la dicotomía entre cielo e infierno, bien y mal, toman primordial representación.
2. TECNICA
Aqui está la mejor parte de todo, su técnica pictórica combinaba hábilmente los claro-oscuros y los tonos grises que utilizaba para dar luces y sombras. Tenía una paleta limitada de colores extraídos de tintes vegetales que el mismo buscaba. El artista utilizaba para cielos el blanco ocre y el verde frío, así como técnicas de veladuras y claro-oscuros para las nubes. Para la arquitectura utilizó variaciones cromáticas de gris, cafés, ocres y a las figuras Santas las iluminaba con un halo de ocre y amarillo claro.
Entre sus obras más importantes, se halla la serie de pinturas sobre la vida de San Agustín terminadas en 1656, las que fueron financiadas por Fray Basilio de Rivera quien estimuló la iniciación artística de Miguel de Santiago. Fray Basilio lo comprometió a realizar obras de grandes formatos, por lo general de 3 por 2,50 metros. Lo que hace del Arte Quiteño lo mejor del Barroco Americano.
3. EXPEDICIONES AMAZÓNICAS
Desarrolló su capacidad artística de la mano del convento de San Francisco, en cuya portería reposan varios lienzos creados por Miguel de Santiago en honor a varias personalidades religiosas. Entre ellas se destacan Fray Pedro Pecador y Fray Domingo de Brieva, ambos fueron célebres por participar en expediciones Amazonicas. Partieron desde Quito en dirección a Pasto y de ahí a “Écija”, poblado fundado en 1558 en la orilla septentrional del río San Miguel de Sucumbíos, en la provincia de Sucumbíos. A partir de entonces bajaron hacia el Putumayo por el río.
Otra figura importante pertenece a Fray francisco Navarro, quién fue célebre por su admirable penitencia y mortificación, muriendo en el convento de San Diego.
También se encuentran siete lienzos de doctrina cristiana en San Francisco, mismos que miden 1,28 por 1,78 metros. Tanto el maestro cómo sus discípulos son vinculados con dos grandes series pictóricas, las pertenecientes a “San Agustín” y las pertenecientes a la Iglesia de “Nuestra Señora de Guápulo”, construida en 1587.
En su interior fue pintado el cuadro de “La inmaculada concepción”, así como varios retablos, entre ellos el del altar mayor, todos trabajados por Santiago, su hija Isabel y su alumno Goribar. Por desgracia en 1929 un voraz incendio consumió casi la totalidad del altar mayor y el cuadro de la Virgen.
En el caso de la serie pictórica dedicada a San Agustín y que se halla en el Convento de San Agustín en Quito, fue creada en base a grabados del flamenco SchlteBolswert (12).
4. LEYENDAS
Esta es la parte más increible de todo el relato, las leyendas del pintor. En torno al pintor y su genialidad artística se construyeron una serie de leyendas. Todas ellas lo retratan como poseedor de un temperamento violento y vacilante. Al respecto Juan León Mera diría que “cuando un hombre ha logrado colocarse por sus méritos a cierta altura por sobre los demás, todas las miradas se vuelven hacia él y todos los dedos le señalan, la voz popular lo aclama como genio abultándolo todo, inventando anécdotas e historias que tienden a hacer más original y relevante su carácter.”.(7) Al parecer a la luz del temperamento apasionado del artista, cometió una que otra exageración, lo que le llevo a eclipsar sus virtudes y su patente genialidad con el pincel. Por todo ello no puedes perderte el conocer al Arte Quiteño, que es lo mejor del Barroco Americano.
Entre las leyendas más populares se dice que en un arranque de ira, el pintor expulsó a su aprendiz Nicolás Javier de Goribar, por retocar un cuadro suyo dañado por un cerdo. También se dice que atacó a su esposa con una espada, cortándole una oreja en el acto. Esta leyenda es análoga a sus similares europeos Van Dyck o Rubens. Dónde se detalla como uno de los estudiantes de Rubens cayó sobre un cuadro y borro parte del mismo, siendo Van Dyck descubierto por su maestro al reparar la obra, este fue expulsado del taller.
Sin embargo, parece ser esta la causa por la cual el pintor se refugió más de un año en el convento de San Agustín. En su refugio pinto catorce cuadros (7). Hay varias versiones del hecho que difieren en las causas por las que se escondió. Pero por desgracia los archivos han quedado seriamente dañados por causa de los numerosos terremotos y hechos de violencia de origen político que afectaron de forma importante al Convento. Sin duda, por todo ello, el Arte Quiteño, es lo mejor del Barroco Americano…!!!
5. DOCUMENTOS QUE LO ABSUELVEN DE SU LOCURA
Hay documentos que pese a todo se han conservado íntegros como es el caso del “Registro del P. Provincial Fr. Basilio de Rivera”.(7) En él, aparecen las actas originales de todas las reuniones oficiales del Provincial. De haberse refugiado en el convento un artista de semejante talante, sin lugar a dudas el escriba tomaría nota. Pero según el documento consultado, no hay ningún vestigio de tal hecho. Lo que si consta son las dedicatorias de las pinturas, es decir las inscripciones que llevan a pie todas las pinturas. Dónde se indican los nombres de los religiosos y los devotos que dieron sus limosnas para llevar a cabo tal fin, un ejemplo del cual detallo a continuación:
Si Miguel de Santiago, quien pintó los cuadros, hubiese sido perseguido por la justicia, el P. Basilio de Ribera, quien lo contrato , hubiese tenido que dar cuentas a los donantes, entre los que se hallaba el señor Luís José Mello de la Fuente, de profesión Oidor Real, tal como lo atestigua el fragmento abajo citado. Es muy difícil de creer que si un Oidor Real entregaba estipendios para el convento y el Provincial daba cuentas de estos, revelando el destino de dichos fondos. El Oidor real, quien seguramente estaría al tanto de los supuestos crímenes del pintor, no lo tomase prisionero.
Por si fuera poco, otros tantos lienzos, al menos veinticinco o treinta según el texto (7), fueron pintados por el propio Santiago o por sus discípulos, tornándose imposible que las autoridades ignorasen su paradero.
5.1 LA HISTORIA DEL CRISTO DE LA AGONÍA
En otra historia se comenta, que en la búsqueda del rostro con la expresión perfecta para el cuadro “Cristo de la Agonía”, obra cuyo paradero es desconocido e incluso se sospecha que nunca existió (6). Para pintar el cuadro que fue encargado por los Agustinos, la leyenda cuenta que Miguel de Santiago clavo una lanza al costado a uno de sus aprendices, logrando así la expresión facial que buscaba. Esta leyenda es muy parecida a las atribuidas tanto a Miguel Ángel como a Franz Xavier Messerschmidt, y de hecho muchos investigadores de la talla de Juan León Mera, Pablo Herrera o Pedro Fermín Ceballos (7) tildan a estas como meras “fabulas inverosímiles” cuestionando su veracidad.
Del mismo modo, se construyó aquel mito sobre los viajes de estudio de Miguel de Santiago al viejo continente lo cual se basa en la influencia de las técnicas barrocas de pintores holandeses, esta alusión es errónea pues Miguel de Santiago nunca salió del Ecuador. (2)
Algo igualmente misterioso e importante es que muchas obras de Miguel de Santiago se hallan en otros países. Jorge Moreno Egas, sostiene que la producción de los obradores Quiteños fue bastante más grande de lo que comúnmente se cree. Llegado el siglo XVIII, la escases de moneda circulante se volvió patente en el Imperio, de forma que la producción de los obrajes servía de medio de pago que los mercaderes utilizaban, llevándolas a sus numerosas plazas comerciales. La valía de las obras de Miguel de Santiago residía también en su gran valor didáctico, su obra desarrolla formas pictóricas desconocidas por la pintura europea de la Contrarreforma. Exponiendo tesis doctrinales y ensamblando virtudes, vicios, artes liberales, dones y sacramentos con incomparable armonía.(6) Toda esta información confirma que el Arte Quiteño es lo mejor del Barroco Americano y que no puedes perderte visitarla.
5.2 LA VIRGEN DEL APOCALIPSIS
Otro de los grandes misterios que circundan al nombre de Miguel de Santiago es el de “La Virgen del Apocalipsis”. El artista recogió en sus obras a la Inmaculada concepción, sin embargo, quizá la más famosa de sus “inmaculadas” lleva un par de alas que hace directa alusión al libro del apocalipsis.
En el arte Quiteño hay una gran cantidad de menciones al respecto, podemos empezar por hacer referencia de aquella que en el Convento de San Francisco se resguardaba. Es una figurilla de San Francisco con seis alas, muy similar a una miniatura del Museo de Arte Colonial.
San Miguel fue de las figuras que más se reprodujo, sobre todo aquellas que caracterizaban a san Miguel azuzando al Dragón. Al respecto, Alexandra Kennedy Troya en «Quito imágenes e imaginarios barrocos» hace referencia a que en la Real Audiencia de Quito la búsqueda de estas representaciones fue grande y fecunda, en especial en el taller de Legarda, dónde se lograron las mejores representaciones de la “Virgen del apocalipsis” del siglo XVIII. Imágenes dotadas de inusual belleza y de una sensualidad poco recurrente en su época. Una vez más vemos que el Arte Quiteño es lo mejor del Barroco Americano, pues incluye en sus expresiones una infinidad de elementos que lo hacen único.
Es importante tener en cuenta que en el entorno flotaba un aire de religiosidad militante. Dónde es más que posible que ideas de un fin del mundo y un posible y utópico retorno a la edad de la inocencia (que se reproducen en la comparación entre el nuevo y el viejo continente) se hayan representado en las efigies religiosas. Tomando muy en serio esta idea, los Franciscanos, quienes estaban inspirados por la idea de una nueva Jerusalén en el Nuevo Mundo y el apostolado indígena que allí habitaba. Financiaron la gran mayoría de las vírgenes aladas quiteñas puesto que buscaban imágenes que protegieran tanto a misioneros como a los nuevos conversos.
En Quito la Virgen Apocalíptica tomó esa misión, la de proteger a los habitantes de la ciudad, para ello tomó algunos arquetipos importantes. Siendo una mujer la propia Virgen María, alma fecunda del propio Cristo, quién da muerte a la serpiente demoniaca clavando su lanza y con ello reclamando la victoria sobre el pecado, los herejes y la contrarreforma. Según Alexandra Kennedy Troya es esta imagen la que después de una evolución iconográfica en América, llegará a ser la tan conocida “Virgen Inmaculada”.
5.2.1 LA VIRGEN ALADA
Del mismo modo, Alexandra Kennedy Troya plantea que la “Virgen Alada de Quito” es la manera en que los Franciscanos arremetieron contra los cultos idolátricos que las poblaciones indígenas aún conservaban. La autora describe en su trabajo dos características importantes de la iconografía, estos son La luna y la serpiente.
Según la autora, el Inca tenía tres atributos el cóndor, el puma y la serpiente, desde la cual busca dar significado comparando el movimiento sinuoso y serpenteante con las sucesivas olas de movimientos subversivos contra las Españas.
La inmaculada Virgen María y San Miguel fueron los dos símbolos elegidos por Miguel de Santiago para, por medio de la iconografía, expresar la victoria sobre la idolatría pagana.
Loco o no, Miguel de Santiago es una de las grandes figuras del Barroco Americano, ha desarrollado en su técnica la profunda reflexión entre la luz y las sombras del alma humana desde su óptica teológica, por todo lo cual, sus cuadros invitan a la meditación.
BIBLIOGRAFIA:
1. PATRIMONIO ARTISTICO ECUATORIANO, Fr. José María Vargas, Trama Edit 2005
2. Miguel de Santiago: biografía y obras. Rolingson Mercedes. (26 de octubre de 2018). Lifeder. Recuperado de https://www.lifeder.com/miguel-de-santiago/.
3. La invención del arte colonial en la era del progreso: crítica, exposiciones y esfera pública en Quito durante la segunda mitad del siglo XIX. Fernández Salvador Carmen. USFQ 2018.
https://repositorio.uasb.edu.ec/bitstream/10644/6506/1/04-DO-Fernandez-Salvador.pdf
4. Fajardo .R. Marta. Historeleo , vol3, # 5 de Enero a Julio del 2011. Del Grabado Europeo a la Pintura Americana.
6. UN CAPITULO MAS SOBRE MIGUEL DE SANTIAGO. Biblioteca Nacional del Ecuador “Eugenio Espejo”, (V/A), Editorial gutenberg, 1933, Quito-Ecuador. (Disponible en www.flacsoandes.edu.ec)
7. MIGUEL DE SANTIAGO Y SUS CUADROS DE S.AGUSTIN, Biblioteca Nacional Eugenio Espejo. S. Agustín Iglesias 1922.
8. EL OBRADOR MIGUEL DE SANTIAGO EN SUS PRIMEROS AÑOS, 1656-1675, Ángel JUSTO ESTEBARANZ
Universidad de Sevilla, 2010.
9. Paocuos, Revista Ecuatoriana de Historia. No. 4, e 1993, Corporaci6n Ediora Naciona Quito. LA ESQUIVA PRESENCIA INDIGENA EN EL ARTE COlONIAL QUITEÑO• Alexandra Kennedy Troya. Repositorio de la USAB
11. CIRCUITOS ARTISTICOS INTERREGIONALES DE QUITO A CHILE Siglos XVIII y XIX, Vol 11, Instituto de Historia Pontificia Universidad Católica de Chile, Troya K, Alexandra. 1998
12. Antología de Historia, Nuñez Jorge (compilador) Quito 2000: imágenes e imaginarios barrocos, ALEXANDRA KENNEDY TROYA. https://biblio.flacsoandes.edu.ec/libros/digital/40911.pdf
13. ARTE DE LA REAL AUDIENCIA DE QUITO SIGLOS XVII al XIX. (v/a) pags 182, Edit Nera2002 https://www.academia.edu/39736152/_Arte_y_artistas_quite%C3%B1os_de_exportaci%C3%B3n_