La isla de Santorini es, casi con toda seguridad, la más visitada y fotografiada de toda Grecia, y uno de los destinos románticos más populares del mundo. Situada en el mar Egeo, recibe anualmente millones de turistas deseosos de contemplar su originalidad, compuesta por las famosísimas casitas blancas e iglesias con cúpulas azules que brotan de las colinas volcánicas que forman impresionantes acantilados.
Esto es Santorini, no tiene pérdida! Foto de @dMz en Pixabay
Las playas también son muy conocidas por el color de su arena y, sobre todo, las puestas de sol, que os harán disfrutar cada atardecer como si fuera el último. Hay además un interesante ambiente cultural y bohemio, con muchas galerías de arte y pequeños museos que merecen una visita. Las callejuelas estrechas de sus pueblos son una imagen inconfundible, y podréis visitar algunos parajes en los que el acantilado está prácticamente colgado a más 300 metros sobre el mar.
En la piscina de la suite. Foto de @Michelleraponi en Pixabay
Cómo llegar a Santorini
Santorini tiene un aeropuerto internacional que, como suele ser habitual en las islas griegas, dispone de vuelos chárter con toda Europa durante la temporada estival. Desde Atenas el vuelo tarda unos 45 minutos, por lo que es una buena opción si estáis recorriendo el país o combináis vuestro viaje con más destinos, si bien debéis tener en cuenta los tiempos de espera necesarios para volar.
También se puede llegar en ferry desde los puertos de Pireos o Rafina en Atenas en un tiempo que oscila entre cinco y ocho horas, o desde muchas de las otras islas del Egeo. El billete cuesta ente 40 y 80 euros, dependiendo de la velocidad del barco, a lo que habrá que añadir el precio del coche en caso de que vengáis conduciendo. Recordad que además hay barcos que hacen una ruta que va a Santorini y a Mikonos también, por ejemplo.
Moverse por Santorini
Si tenéis la imagen de la isla en vuestra cabeza (y, si no, ved las fotografías), sabréis que la isla es un conjunto de acantilados y colinas sobre las que brotan las casitas y las pequeñas iglesias. Esto significa que la orografía es abrupta, por lo que, a no ser que estéis alojados en algún pueblecito de la costa, tendréis que caminar cuesta arriba si venís en ferry, o bajar y subir cada vez que vayáis a la playa. Esto se soluciona con el transporte público, aunque quizás no queramos tirar de taxi cada día que vayamos a la playa, por lo que se puede alquilar un coche como primera opción.
El teleférico de Santorini. Foto de Norbert Nagel Wikipedia Commons
El teleférico
Sabed que en Fira hay un teleférico que os lleva desde el puerto hasta el pueblo, salvando el desnivel que, en otro caso, habría que subir a pie o en taxi. Fue instalado en 1979 gracias a la creación de la Fundación de Evangelos Nomikos, un conocido naviero griego que deseaba contribuir a la economía de la isla. El viaje cuesta seis euros, más otros tres por maleta.
Los burros
Burrito de Santorini mirando al mar, soñando con su libertad. Foto de @GregMontani en Pixabay
El transporte con animales es una tradición que ha significado una gran ayuda en el desarrollo de muchas islas griegas durante siglos, debido a la abrupta geografía que antiguamente hacía imposible el uso de cualquier otro medio para trasladar personas, basura, paquetes o incluso materiales de construcción. Si bien el burro es uno de los símbolos más populares de Grecia, su explotación debería haber terminado hace mucho tiempo. A pesar de que nos encontramos en el siglo XXI, todavía se siguen utilizando los burros en Santorini para el transporte de turistas desde el puerto de Ormos hasta el pueblo de Fira, distancia que consta de 588 escalones para subir. Estos pobres animales son explotados diariamente para la carga sin descanso, sin agua ni sombra, y muchas veces son maltratados por sus dueños, mientras que los turistas sonríen a la cámara y hacen fotos para el recuerdo.
Cuando vayáis a Santorini, por favor, no utilicéis los burros como transporte. Hay muchas otras más opciones y todas son mejores que esta.
El mito del volcán y la Atlántida
Maravillosa puesta de sol en Santorini. Foto de @nextvoyage en Pixabay
Santorini es una isla de origen volcánico, fruto de una gran erupción de dimensiones extraordinarias que tuvo lugar alrededor del año 1 600 a. C. La explosión fue tan grande que modificó considerablemente la geografía del mar Egeo a muchos kilómetros a la redonda (si recordáis mi post sobre Creta, el cataclismo provocó que la costa se retirara varios kilómetros en el norte de la isla) e incluso se han encontrado enormes rocas de lava negra en lugares tal lejanos como Corfú.
De aquella época quedan leyendas y mitos como el del continente perdido de la Atlántida, que supuestamente fue destruido y sumergido a miles de metros bajo el mar después del cataclismo.
Vista aérea de Santorini y el cráter del volcán a amanecer. Foto de Pixabay
Lo que queda actualmente es un espacio de gran belleza: la forma de la isla, de media luna y, en el centro de la bahía, una gran depresión conocida como la Caldera, donde estaría el cráter del volcán, inactivo desde hace 35 siglos.
El diámetro de la caldera es de 16 km y cubre las áreas de Oia, Fira, Firostefani e Imerovigli con una belleza extraordinaria. La pintoresca isla de Santorini está literalmente construida sobre un acantilado. El paisaje distintivo de la caldera se suma a la rara belleza de la isla, lo que hace de Santorini un destino de vacaciones increíble que ofrece, entre todos, una vista que te dejará sin aliento.
Eso sí, una vez allí os recomiendo que hagáis una excursión en barco para visitar los restos del volcán y las aguas termales. El tour recorre las costas de la isla con los lugares más hermosos, pero si queréis verlo desde el aire entrad aquí.
Visitando el volcán
Excursión al cráter del volcán en Santorini. Foto @santoriniview
En la actualidad es un volcán activo submarino durmiente, no os preocupéis, y podéis pasear por las dos islas residuales de lava negra. Una vez allí veréis su cráter, podreis tocar las rocas y sentir el volcán humeante bajo vuestros pies. Una sensación totalmente incomparable que merece la pena vivir, ya que constituye una parte integral de la isla.
Además, en la isla de Palaia Kammeni existen aguas termales conocidas por sus efectos beneficiosos y terapéuticos. Las aguas contienen azufre y puedes darte un gusto con un baño de barro. Es necesario que nades en estas aguas para llevar tu experiencia a un nivel completamente nuevo. Para colmo, desde allí podrás admirar la impresionante caldera desde un punto de vista diferente que te sorprenderá por completo. El precio de estas excursiones es de unos 45 euros por persona, ¡yo no me lo perdería!
Principales lugares de Santorini
Fira
Vista de Fira. Foto de @Frankocatal en Pixabay
Fira es el pueblo más grande y la capital de la isla. Se encuentra en el centro-oeste de Santorini, a 10 kilómetros del puerto principal, Athinios, y es el lugar más cómodo para alojarse y recorrerla. Tiene mucha vida social y oferta de ocio, museos y una gran belleza natural. Por estas razones, quizás sea la más comercial, aunque si tenéis ganas de vivir el ambiente isleño combinado con la vida nocturna, este es el lugar para quedarse, ya que además encontraréis alojamiento a buen precio.
Oia
Panorámica del pueblo de Oia por @Pat_Scrap en Pixabay
El pueblo de Oia es el lugar más pintoresco de Santorini. Se encuentra en el noroeste de la isla y es, sin duda, uno de los lugares más fotografiados del mundo. Desde allí las vistas son increíbles, y se observa toda la isla casi al completo, Thira, la Bahía de Ammoudi y la Isla de Thirassia. Hay muchos hoteles donde alojarse y disfrutar del maravilloso paisaje y, sobre todo, de sus puestas de sol, adornadas con unos bonitos molinos desde donde tendréis la mejor vista.
Por cierto, que estos molinos son muy antiguos, de época veneciana, y algunos de ellos han sido transformados en villas y hoteles con mucho encanto.
Para llegar a Oia desde Fira podéis tomar un taxi o autobús, aunque si os apetece pasear hay un sendero de 10 km que conecta los pueblos de Fira, Firostefani, Imerovigli y Oia. Si venís en verano es recomendable hacer este bonito recorrido muy temprano por la mañana o al atardecer para evitar el calor, pero lo cierto es que es precioso a cualquier momento del día.
Bahía de Ammoudi
La preciosa y tranquila bahía de Ammoudi, foto de @5350755 en Pixabay
Otra cosa que no debéis perderos es la Bahía de Ammoudi. A esta preciosa cala se llega bajando 240 escalones desde el pueblo, y aquí encontraréis una lugar idílico rodeado de acantilados rojos con aguas azul turquesa para nadar o saltar desde las rocas, además de unas pocas tabernas donde degustar especialidades de la zona (reservad con antelación). Por supuesto que el atardecer desde aquí es un sueño hecho realidad que no olvidaréis en muchos años!
La Playa Roja
La Playa Roja por @StockSnap en Pixabay
Se encuentra en Akrotiri, a 12 km de Fira y está formada por rocas y arena de color rojo. Es realmente impresionante, aunque un poco peligrosa debido a los desprendimientos. Para llegar hay que ir en coche y, una vez hayáis aparcado, caminar unos 10 minutos. Si no tenéis sitio para quedaros (la verdad es que no hay mucho espacio para tomar el sol), otra opción es tomar un refresco en la taberna de la playa mientras disfrutáis del paisaje.
Kamari Beach
Preciosa vista de la playa de Kamari en Santorini, @Michelleraponi, Pixabay
Muy cerca de Perissa, con la que comparte la arena negra, es conocida desde hace muchos años por su balneario. También es un buen sitio para quedarse unos días ya que tiene infraestructura hotelera, hoteles, pubs y restaurantes y no está demasiado explotada, además hay precios bastante más asequibles que en la capital.
Perissa, la Playa Negra
Misterio y calma en la Playa Negra de Perissa. @Pat_Scrap Pixabay
El volcán de Santorini dejó como resultado formas rocosas y playas de colores caprichosos, no solo de arena roja como Ammoudi y la Playa Roja sino también negra como en Perissa y Kamari. Esta es la mejor playa organizada de toda la isla, y tiene de todo, hasta un parque infantil acuático. También hay algunos hoteles cerca, y restaurantes, por lo que puede ser también una opción donde pasar unos días, ¿por qué no?
Otras playas de Santorini
Hay muchas otras playas en la isla con paisajes muy diferentes, como Vlychada, y Cabo Columbo, ambas al sur de Fyra, rodeadas de extrañas rocas volcánicas, con zona nudista, y muy poca gente, para sentiros libres y relajados.
Elegid la que más os guste!
Los productos de Denominación de Origen Protegida PDO
El vino de Santorini
Botella de Vinsanto Santorini 12 años. @santo_wines
No penséis que me olvido de lo mejor: los vinos de Santorini son los más famosos de toda Grecia. Su paisaje volcánico hace que las viñas aporten una calidad especial a las uvas, y aquí el vino ha sido producido durante milenios, por lo que sus los viñedos son de los más antiguos del mundo. Además, son inmunes a la filoxera, por lo que su calidad es excelente. El clima templado, con humedad y pocas precipitaciones, es perfecto para el cultivo.
Las variedades más conocidas son Assyrtiko, Athiri y Aidani, aunque algunos elaborados con variedades internacionales y también con uvas tintas autóctonas como Mandilaria y Mavrotragano.
No dejéis de probar el Vinsanto, un delicioso vino dulce gourmet de color bronce oscuro, una antigua tradición vinícola de Santorini que se remonta a miles de años y representa una parte importante de la historia de la isla. Se produce principalmente con las pasas de la uva Assyrtiko, y antiguamente era el único vino que se utilizaba en las iglesias católicas. Por cierto, que el Vinsanto es un producto Denominación de Origen Protegida, y su precio es muy alto: la botella más asequible cuesta unos 28 €, y las hay de hasta 900 € (botella vintage de 1993).
Para poder probarlos en su mejor ambiente, qué mejor que disfrutar de una excursión que incluya cata de vinos. Os lo recomiendo.
La fava
Fava recién recolectada @santorinivolcanicterroir
Delicioso plato de fava con verduras y pan de pita, de @santorinivolcanicterroir
Para terminar os presento otro de mis productos favoritos que nunca faltan en mi cocina: la fava. Se trata de una legumbre autóctona de Santorini parecida a una lenteja de color amarillo, tiene su origen en la Antigua Grecia y sólo se cultivaba en el lado sur de la isla. La planta crece exclusivamente en Santorini desde hace más de 35 siglos.
Su cultivo, junto con el procesamiento del producto, no ha cambiado prácticamente durante los últimos 3 500 años. La siembra todavía se realiza mediante arados y no es raro que la molienda se realice con un molino viejo. La siembra de la fava se realiza a mediados de noviembre y se recolecta durante el mes de mayo. El método de producción incluye dejar que los granos se sequen al sol y envejecer y lo hacen los propios productores.
La fava de Santorini tiene una textura rica y aterciopelada, con un sabor terrenal y ligeramente dulce, que la convierten en un éxito entre los chefs de todo el mundo.
Acompañada de unos tomatitos secos, también tradicionales de la isla, es uno de los mejores platos que podréis probar en vuestro viaje.
¡Que aproveche!
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