Las Casas Colgadas de Cuenca
¡Bienvenidos de nuevo viajeros!
Esta semana os voy a hablar sobre uno de los monumentos más conocidos de Cuenca y sus alrededores.
Seguro que todos vosotros habéis oído hablar de las Casas Colgadas de Cuenca, que no Casas Colgantes.
En este artículo os hacía una pequeña introducción sobre ellas.
Bien, hoy vamos a adentrarnos un poco más en su historia y curiosidades, ¡empecemos!
Las Casas Colgadas
Sé que en muchos sitios de turismo dice que se llaman “Casas Colgantes” o incluso lo habréis oído de otras personas.
Pero por favor, si venís a Cuenca nunca preguntéis por las Casas Colgantes, pues a los que somos de aquí no nos sienta muy bien que no se conozca a nuestro monumento más emblemático por su nombre correcto.
Además que puede que más de uno os ponga mala cara e incluso os conteste algo desagradable.
Historia
Las Casas Colgadas son un conjunto de edificios construidos en la montaña y parte de su arquitectura sobresale de la cornisa rocosa sobre el Río Huécar.
Su origen se ha establecido en el siglo XIII, a pesar de que la primera referencia gráfica de ellas data de 1565, en una obra del pintor Antón Van Den Wyngaerde.
Algunas de las fotografías más antiguas del lugar datan del siglo XIX y nos muestran que estas edificaciones permanecieron intactas durante mucho tiempo.
Algunas de ellas no aguantaron el paso de los años y terminaron por caerse, y otras fueron derribadas.
Hoy en día sólo quedan tres casas: La Casa de la Sirena y las dos Casas de los Reyes.
La Casa de la Sirena
Es un edificio de tres plantas que albergó durante muchos años un mesón, el Mesón Casas Colgadas, pero que lleva cerrado al público casi 9 años.
Pero tras algunas licitaciones, este restaurante volverá a abrir sus puertas a lo largo de este año, de la mano de un chef que cuenta con una Estrella Michelín en otro restaurante en Cuenca.
En total van a haber dos restaurantes: El restaurante Casas Colgadas Jesús Segura y el restaurante Casas Colgadas Casa de la Sirena.
¿De dónde viene el nombre de esta casa?
Pues como todo, viene de una leyenda.
Dicha leyenda cuenta que Enrique de Trastamara dejó encerrada en esta casa a su amante Catalina estando ella embarazada mientras se iba a la guerra para asesinar a su hermano Pedro El Cruel.
Enrique era muy supersticioso creyendo en todo tipo de rituales y prácticas esotéricas.
En su viaje, un adivino le dijo que tenía las manos manchadas de sangre de su hermano y le advirtió de que su hijo también sería asesinado de una forma cruel e irremediable, por lo que envió a un grupo de soldados para que lo mataran antes de que esta profecía se cumpliera.
Se dice que Catalina, desesperada por esta tragedia, se lanzó por la ventana al Río Huécar y sus lamentos se podían escuchar por toda Cuenca, como si fuera el canto de una sirena.
Dicen que todavía hoy en día puede oírse a Catalina llorar desde las profundidades de la Hoz del Huécar…
La Casa de los Reyes
Están situadas junto a la Casa de la Sirena.
Al igual que éstas, son parte de una construcción medieval de los siglos XIV-XV.
Reciben su nombre ya que, según se cuenta, cuando los reyes visitaban la ciudad era aquí donde se alojaban.
Sufrieron una gran remodelación en el siglo XX para adaptarla a un nuevo uso, albergando hoy en día el Museo de Arte Abstracto Español.
En su interior podemos encontrar una de las colecciones más completas de los artistas de la generación abstracta de los años cincuenta y sesenta como Gustavo Torner, Fernando Zóbel o Antonio Saura.
Sin duda un espacio único para disfrutar del arte y de la naturaleza.
Curiosidades
La arquitectura de las casas es gótica que, junto con la Catedral del mismo estilo, responde a los estándares típicos y populares de otras construcciones conquenses.
La portada exterior, de estilo renacentista, no es la original, sino que proviene de un viejo palacio de Villarejo de la Peñuela.
En 1927 se colocaron los balcones voladizos que las hacen tan llamativas, de hecho durante algún tiempo las llamaban “Casas Voladas”.
El Ayuntamiento intercambió el Convento de las Blancas por las Casas Colgadas al Obispado de Cuenca.
No son las únicas casas colgadas en España, hay diferentes ciudades que cuentan con este tipo de construcción como las de Albarracín, Frías, Gerona, Béjar o Ronda.
Aunque sin duda las más famosas son las de Cuenca.
Pudieron haberse convertido en Parador Nacional en los años 60, pero al final se decidió por otro lugar.
En 2016 fueron condecoradas con el título de Bien de Interés Cultural con la categoría de monumento.
Plaza Ciudad de Ronda
A pesar de no ser muy grande esta plaza, me gustaría hablaros de ella ya que tenéis unas vistas muy bonitas de la ciudad desde otra perspectiva.
Desde ella tenéis unas vistas preciosas del barrio de San Martín y al fondo se puede ver la parte baja de la ciudad.
Actualmente podéis tomar algo en la terraza del bar Jovi, que está situado en esta plaza, para descansar y disfrutar de las vistas.
El Puente de San Pablo
Las Casas Colgadas y el Puente de San Pablo van de la mano, de hecho no es posible concebir uno sin el otro.
El Puente de San Pablo es sin duda alguna el mejor lugar para poder contemplar esos tres edificios en todo su esplendor.
Historia
El puente comenzó a construirse en el silgo XVI cuando los frailes dominicos del Convento de San Pablo decidieron crear una pasarela para cruzar fácilmente del convento a la ciudad.
Por tanto, ¿el puente era de la ciudad o de la iglesia?
Poco importa si eran de unos o de otros, lo importante fue la gran ayuda que supuso para el salvar la hoz existente entre ambos lugares.
El puente se construyó en piedra, obra de Francisco de Luna y Andrés de Vandelvira y su construcción duró hasta finales del siglo XVI, estuvo en pie 633 años.
Estaba formado por cinco arcos desiguales, sujetados sobre cuatro pilares, con una altura cerca de los 40 metros de altura, que salvaban la hoz que había entre el convento y las Casas Colgadas.
Fue una construcción que pronto comenzó a dar problemas pues comenzaron a desprenderse algunas piedras, por lo que decidieron demolerlo en 1895 por la seguridad de los viandantes.
Años más tarde, en 1903 se inaugura un nuevo puente, esta vez construido en hierro y madera, obra de José María Fuster.
¿Por qué se usó el hierro?
Pues porque en aquella época era la opción más económica y porque estaba “de moda” como la Torre Eiffel en París.
Este nuevo puente mide 30 metros de alto y 106 metros de largo, con un característico color rojizo.
El Puente de San Pablo es uno de esos lugares que te trae a la memoria maravillosos recuerdos cuando lo cruzaste por primera vez: que si faltan tablas o algunas están rotas, niños cruzando en brazos de sus padres llorando, el primer beso…
¿Os acordáis cuando vinieron los Reyes a Cuenca en su luna de miel y se hicieron una foto en el puente con las Casas Colgadas de fondo?
Es una imagen única que no podéis perderos y sin duda una de las imágenes más fotografiadas de la ciudad.
El Parador Nacional de Turismo
Historia
En sus inicios fue un convento construido sobre las ruinas de un antiguo monasterio, mandado construir por Juan del Pozo en 1523.
Construido sobre la Hoz del Húecar, desde el margen izquierdo del río nos ofrece unas vistas de toda la hoz impresionantes, así como de la parte alta de la ciudad.
Está conectado al casco histórico por el Puente de San Pablo, del que ya hemos hablado más arriba.
Como era común en aquella época, el estilo del edificio fue gótico con una decoración más renacentista.
El Convento de San Pablo, así se llamaba, constaba de dos edificaciones: el convento en sí, y la iglesia a él adosada.
Fue entregado a la orden de los Dominicos, quienes vivieron aquí varios años.
Lo único que se conserva original de su fachada hoy en día son algunos escudos y anagramas de su fundador, que se pueden observar perfectamente.
También sobrevivieron en el interior, el refectorio, que hoy es el comedor principal, el claustro y la iglesia.
Hotel
A partir del año 1993, este antiguo convento fue inaugurado como Parador Nacional de Turismo.
Cuenta con 63 habitaciones de diferentes estilos, para todos los gustos.
La antigua capilla, está hoy convertida en cafetería donde poder disfrutar de un buen café.
Cuenta además con gimnasio, sauna y una piscina con vistas hacia las Casas Colgadas para refrescarte en verano.
El Parador Nacional de Turismo también cuenta con una de las cocinas tradicionales más valoradas de la ciudad, por ello no es de extrañar que aquí se celebren numerosos eventos como bodas, bautizos y comuniones.
¡Raro es el conquense que no ha ido a una boda en el Parador!
También ha sido el escenario durante algunos años consecutivos del festival Estival Cuenca, un festival musical y artístico celebrado normalmente en verano.
Cómo llegar
Mucha información sobre las Casas Colgadas, el Puente de San Pablo y el Parador Nacional de Turismo, pero ¿cómo llegáis hasta ahí?
Tenéis varios caminos, pero os voy a explicar los dos principales: si venís directamente de la parte alta de la ciudad o si venís de la parte baja.
Desde la parte alta de la ciudad
Supongamos que estáis en la Plaza Mayor o estáis bajando por la calle de San Pedro y queréis ir a visitar esta maravilla.
Bien, una vez lleguéis a la Catedral tenéis que ir por la calle Obispo Valero, ya hablamos la semana pasada sobre esta calle, que va a dar a la plaza con su mismo nombre, donde encontramos la escultura del Rey Alfonso VIII a caballo.
Una vez lleguéis a la plaza, tenéis que tomar el callejón que está a mano izquierda, Calle Canónigos y seguirla hasta que lleguéis a otra plaza, la Plaza de Ronda.
Antes de entrar en la plaza, a mano izquierda veréis una calle y un pasadizo por debajo de una casa, La Casa de la Sirena.
Ya desde donde estáis vais a poder ver en Puente de San Pablo y el Parador Nacional de Turismo.
Si seguís bajando por esa calle, ir mirando a mano derecha hacia la hoz, y en un momento dado vais a ver los balcones voladizos de las Casas Colgadas, y toda la Hoz del Huécar.
Desde la parte baja de la ciudad
Si os encontráis en la parte baja de la ciudad, la forma más directa de llegar es desde el Auditorio.
Una vez allí, tenéis dos posibles caminos, si queréis subir por la cuesta que va a dar a un extremo del Puente de San Pablo, y al Parador Nacional de Turismo.
O podéis subir por la otra subida, justo por debajo de las Casas Colgadas.
Si subís por esta segunda cuesta, hacia la mitad os vais a encontrar con el primer monumento a un pastor hecho en España.
Monumento al Pastor de las Huesas del Vasallo
El autor de esta singular obra es Luis Marco Pérez, imaginero y escultor español.
La idea de homenajear a estos profesional surgió de la cabeza del escultor con el fin e exaltar a estos hombres que se dedican día a día, haga buen o mal tiempo, al duro trabajo del pastoreo.
Comenzó a diseñar la obra sin saber quién iba a sufragar su construcción, ni si alguien iba a poder hacerse cargo de los costes.
Finalmente el Ayuntamiento de Cuenca se interesó por la obra y ayudó en su construcción.
La escultura representa a un pastor de los montes de Valdecabras, al que no fue tarea fácil convencer para dejar su rebaño e ir con Marco Pérez a su estudio para hacer de modelo.
La imagen lleva el atuendo típico de las gentes de la serranía, es una escultura en bronce a tamaño real.
Fue inaugurada en 1931 y recibió el premio en la Exposición Nacional de 1930 con la medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes.
¡Hasta la próxima viajeros!