Creta es sin duda el mejor lugar de Europa adonde viajar fuera de temporada, entre mayo y junio o de septiembre a octubre: aparte de los precios mucho más bajos, el buen tiempo está prácticamente garantizado. Creta os espera en primavera con mucho sol y un manto de preciosas flores silvestres en todas partes, y sus aguas son mucho más cálidas que en las islas y costas del norte. En otoño la temperatura del mar es incluso más alta que en junio, alrededor de los 23 ° C. Eso sí, los inviernos son lluviosos, pero muy templados en comparación con el resto de Grecia. ¿Os apetece?
Sobre Creta
Su geografía
Creta está dividida en cuatro regiones: La Chania, Rethymno, Heraklión y Lassithi. Hablamos de la isla más grande de Grecia, que se encuentra al sur del país, entre el Mar de Creta y el Mar de Libia. Tiene una población de 640 000 habitantes que se reparten entre sus principales ciudades, Heraklión (211 000) y La Chania (108 000), más otros pequeños núcleos urbanos menores, y pueblos del interior.
El clima y el paisaje de Creta
Al tratarse de una isla tan extensa, más incluso que toda la Comunidad de Madrid (8 336 km2), pero de forma estrecha y alargada, y encontrarse relativamente cerca del continente africano, el sur es más seco y cálido que el norte y las altas montañas del interior, con notables diferencias de hasta diez grados en el mismo día. Por ejemplo, La Chania, en el noroeste, es muy verde y húmeda, mientras que Lasithi, en el sureste, tiene una exótica atmósfera caribeña con el único bosque natural de palmeras de Europa. Además la isla disfruta de 1 040 kilómetros de costa, llenos de playas para todos los gustos que os ayudaremos a descubrir en seguida.
Este clima agradable y templado la convierte en un auténtico vergel. La mayor parte de las frutas y hortalizas que se consumen en Grecia y países próximos proceden de pequeños agricultores cretenses con cooperativas de producción ecológica: no sólo vamos a encontrar los productos habituales del Mediterráneo durante casi todo el año, sino también un excelente aceite de oliva, deliciosos quesos artesanos, hierbas aromáticas, y muchas frutas tropicales, como plátanos, kiwis y aguacates.
Su paisaje es variado: Hay largas playas de arena con aguas cristalinas, pero también pequeñas calas y acantilados rocosos. Además, las Montañas Blancas y Psiloritis, que dominan la isla, se encuentran entre las diez montañas más altas de Grecia. Durante vuestro viaje encontraréis infinidad de pueblos de mar y de montaña donde el tiempo parece haberse detenido y bosques, lagunas, algunos ríos y desfiladeros, destacando entre ellos la famosa Garganta de Samaria.
La isla de los nueve nombres y otras curiosidades
Creta ha llegado a tener hasta nueve nombres diferentes a lo largo de la historia, la mayoría de los cuales se refieren a sus tierras fértiles, sus verdes bosques o su forma oblonga. El más bonito es Makaria (Μακαρία), que significa “Isla de la gente feliz”, lo que me recuerda la eterna sonrisa de todos mis amigos cretenses. ¿Será cierto que son felices? Es posible que sí.
El nombre actual de Creta proviene probablemente de Crete, la hija de Hesperus, uno de los Kouritís, (dioses menores de las montañas), que se casó con Amón Zeus. El mito cuenta que Amón Zeus había llegado a la isla desde Libia, hecho que puede explicar por qué los habitantes de Creta son físicamente tan diferentes al resto de los griegos – además de la influencia árabe, egipcia y turca de la que más adelante hablaremos. Crete a su vez era una de las Hespérides, las Ninfas de la Luz del Atardecer, las Hijas de la Noche o Ninfas del Oeste. Lo cierto es que las puestas de sol en Creta son realmente espectaculares, y es posible que alguna de estas ninfas todavía tenga algo que ver con la belleza del lugar.
Creta es la cuna de la civilización minoica, la más antigua de Europa, datada 2 800 años antes de nuestra era. De esta cultura han llegado hasta nuestros días fantásticos sitios y palacios, huellas de un legendario pasado que pueden visitarse y admirar en la isla, como la impresionante ciudad de Cnosos. También es la tierra natal del pintor Domenicos Theotocopoulos, más conocido por El Greco.
El bigote y el sariki
¿Sabías que los cretenses están muy orgullosos de su bigote? Es uno de sus signos de identidad, una antiquísima tradición que ha sido conservada por los jóvenes, especialmente los artistas contemporáneos. Además, se cubren la cabeza con una especie de pañuelo negro con flecos a modo de lágrimas llamado sariki, que simboliza la masculinidad de quien lo lleva y es además un homenaje al sufrimiento del pueblo cretense por las víctimas de la invasión turca.
Si queréis conocer un poco más de la nueva música tradicional cretense, podéis escuchar al cantante y músico Antonis Martzakis aquí.
Creta por partes
¿Cómo llegar?
Lo más fácil es viajar en avión hasta uno de los dos aeropuertos internacionales de la isla, La Chania o Heraklión, o llegar en ferry desde el puerto ateniense del Pireo (ocho horas aproximadamente). También llegan vuelos nacionales a Siteia, en el noreste, y ferrys desde otras islas a los puertos de Rethymno y Kissamos.
Una vez allí os recomiendo alquilar un coche para poder verlo todo a vuestra marcha, aunque si preferís que os lleven, la oferta de excursiones es muy amplia, a buen precio y de buena calidad.
Como comentaba en el artículo 10 planes para un viaje a Grecia inolvidable, si queréis conocer bien la isla necesitaréis al menos quince días, por lo que lo mejor es planificar qué queréis ver y elegir una zona si no disponéis de tanto tiempo.
Heraklión y Lasithi: el Este de Creta
Elegir la capital como punto de partida es una buena idea para, desde allí, recorrer gran parte de esta isla griega, ya que se encuentra justo en el centro norte. Incluso si no queréis alquilar coche hay muchas excursiones que os llevarán a infinidad de playas, parajes naturales y sitios arqueológicos de ensueño. También es buena idea pasar allí una o dos noches, y más adelante trasladarse a otra parte de la isla para poder hacer un recorrido más completo, o incluso pasar aquí unos días y continuar viaje hacia Santorini con el ferry.
Es una ciudad moderna con mucha actividad cultural, casco antiguo, tiendas y sitios para ver en, al menos, un par de días. En ella encontraremos numerosos lugares que nos recuerdan la historia de la isla, marcada sobre la época micénica y sobre todo por la resistencia a la ocupación turca, que se prolongó desde 1646, año de la expulsión de los venecianos, hasta 1898.
Qué ver en Heraklión
1. El Museo Arqueológico
Es uno de los más importantes de Europa y abarca 5500 años de historia. Tiene la mejor colección de piezas minoicas del mundo y se encuentra en un precioso edificio de época veneciana. Aquí podemos admirar impresionantes piezas de joyería y muchas representaciones de la antigua tauromaquia ritual cretense en forma de esculturas y frescos. Conocerlo es muy recomendable para completar la visita a la antigua ciudad de Cnosos, que se encuentra a 6 kilómetros de Heraklión. Si os gusta la música, id a visitarlo en jueves, día en que se celebran conciertos de música experimental interpretada con instrumentos tradicionales de la isla, una experiencia mágica en un ambiente muy elegante y acogedor.
2. El puerto y la fortaleza de Koules
Tiene unas vistas espectaculares a cualquier hora del día. La fortaleza fue construida por los venecianos en el siglo XIII y remodelada en 1525 después de un terremoto. Su historia es muy interesante ya que en ella fueron encarcelados y torturados muchos de los héroes griegos que lucharon contra la ocupación otomana.
3. Las murallas venecianas
Son las más impresionantes de toda Grecia, de las que se conservan siete tramos y dos puertas. En ellas encontraréis los clásicos leones alados que también pueden verse, por ejemplo, en los castillos de Corfú.
4. El Casco Antiguo de la ciudad y la Avenida 25 de agosto
El nombre de la calle rememora la fecha de la masacre de los griegos frente a los turcos en 1898. Tiene hermosos edificios e iglesias, entre las que destaca la Catedral ortodoxa de San Tito, evangelizador de la isla, donde se venera la reliquia de la cabeza del santo.
5. La plaza Elefteriou Venizelou, la Fuente Morosini y el café Kirkór
Se encuentran al final de la avenida, y allí veréis la Fuente de los Leones, punto de encuentro y sitio obligado para los que queráis degustar el dulce más típico de la ciudad en un lugar muy tradicional: el café Kirkór, abierto desde 1922. Este aquí donde quedan los amigos de toda la vida cuando regresan a Creta en el barco nocturno para tomar una bougatsa, una deliciosa empanada artesana de pasta filo rellena de crema de queso, y espolvoreada con azúcar y canela. Todo un clásico de las madrugadas cretenses junto con un buen café griego o un yogur artesano para empezar o terminar el día. ¡Ñammm!
6. El Ayuntamiento o antigua Loggia veneciana,
Es el lugar perfecto para un paseo nocturno. Aquí podréis disfrutar de numerosos espectáculos al aire libre en verano y de todo el ambiente estival de la capital en un edificio que data del siglo XVII.
7. El Museo de Historia Natural
Si viajáis con niños (u os interesa la Historia Natural), el Museo de Historia Natural de Creta tiene una excelente exposición permanente con mega dioramas que representan los ecosistemas del Mediterráneo Oriental, una colección de acuarios y terrarios y un simulador de terremotos entre otras atracciones.
Cnosos: Las huellas de la civilización minoica
El palacio de la ciudad de Cnosos es el más conocido y tenéis que verlo, si bien hay otros sitios arqueológicos con palacios a lo largo y ancho de la isla aunque peor conservados, como Phaistos (al sur de Heraklión) y Zakros (en Lasithi).
Cnosos está considerada como una de las Maravillas de la Antigüedad. Se encuentra a poco más de cinco kilómetros de Heraklión, y podéis llegar en coche, en transporte público o a pie.
La antigua ciudad minoica, que antiguamente estaba cerca del mar, ahora dista diez kilómetros de la costa, ya que el nivel del mar era distinto hace tres milenios. ¿Cuál fue la causa de este cambio? El tsunami originado por la erupción del volcán de Santorini hacia los años 1642 y 1540 a. C., que afectó la geografía de todo el mar Egeo, los fondos marinos y sus costas. El evento provocó enormes catástrofes y alteró considerablemente toda la región. Un posterior cataclismo, probablemente un terremoto o una invasión en 1450 a. C. fue el culpable de la destrucción total de la cultura minoica, que permaneció oculta y bajo tierra hasta su descubrimiento en 1878.
Lo que podemos ver actualmente nos da una muy buena idea de esta misteriosa y pacífica civilización, tan poderosa que no necesitaba de castillos ni murallas, y de la que nos ha llegado muchísima información escrita gracias a las tablillas minoicas, escritas en una lengua precursora del idioma griego. Sabemos, por ejemplo, que el famoso Laberinto del Minotauro existió realmente y podría haber estado en el mismo palacio de Cnosos. Su diseño fue obra de Dédalo, y cuentan que el lugar era tan complejo que nadie podía encontrar la salida una vez estaban dentro.
Hay que advertir que los hallazgos han sido restaurados, no sin polémica, para facilitar la visita y reforzar las estructuras, y que incluso los frescos y columnas fueron repintados en el siglo XIX. De todas formas, es un sitio maravilloso que nos recuerda épocas mágicas de hace miles de años y que no hay que perderse.
Secretos del Este de Creta
Entre las muchas playas, islas y montañas para elegir, he seleccionado varios rincones menos conocidos y con encanto:
Lasithi: Ierápetra
Con poco más de 23 000 habitantes, Ierápetra o Piedra Santa está en el lado opuesto de la capital de la provincia de Lasithi , Agios Nicolaos, y es la localidad más meridional de toda Europa, lo que hace que su temperatura nunca baje de los 12°C. Fue una ciudad muy importante en la Antigüedad, y hoy en día destaca por su oferta de turismo rural sostenible de alta calidad, en un valle fértil de gran belleza natural. Tiene numerosas playas a su alrededor. Os recomiendo visitar la pequeña isla de Chrissi, de origen volcánico y belleza espectacular, a la que podéis llegar en barco desde Ierápetra.
En el área conocida como Meseta de Lasithi, al norte, encontraréis pequeños pueblos típicos como Mirtos, a 13 km al oeste de Ierápetra, atravesando un valle lleno de naranjos y cruzado por el río Kryos. Hay restaurantes y pequeños hoteles. La playa tiene una gruesa arena gris muy agradable que no se pega a la piel, y está menos concurrida si camináis hacia el oeste. El pueblo en sí merece un paseo para admirar sus callejuelas y antiguos edificios, y no muy lejos hay varios yacimientos de época minoica.
Spinalonga
Cerca de la península del mismo nombre y en la Bahía de Mirabello veréis esta pequeña isla, antigua colonia de leprosos. Hoy en día puede visitarse en barco desde Elounda para disfrutar de su paisaje lleno de ruinas muy interesantes y playas de aguas turquesa limpísimas y transparentes. El barco os llevará también a ver varias cuevas, y os darán de merendar.
Agiofarago, al sur de Heraklión
Si vais a ver el yacimiento de Festos podéis daros un baño en la playa salvaje de Agiofarago, o Barranco de los Santos. Está protegida por altas rocas, y allí encontraréis un riachuelo de agua muy limpia que vierte sus aguas en la misma playa. Aquí se escondían los antiguos eremitas, y el acceso se realiza por una estrecha carretera, desde la que hay que bajar andando unos veinte minutos. Llevad sombrilla y provisiones, ya que no hay nada más que una pequeña iglesia abandonada, mar, arena y pequeños guijarros.
Rethimno: Anoguia
Es una zona rural en el centro de la isla muy cercana a la capital, con un paisaje árido y montañoso donde sus escasos habitantes aún viven del pastoreo. Aquí las mujeres lavan, tiñen y tejen la lana de ovejas y cabras en unos telares de madera que todavía se conservan, con los que crean preciosas alfombras y fulares decorativos.
La técnica se conserva en nuevos proyectos, como el taller de Angeliki Genitsaridou en el pueblo de Pyrgos, al sur de Heraklión. Si os apetece conocer mejor esta técnica artesana, Angeliki imparte seminarios y además vende sus preciosas creaciones por internet.
Esto es todo por hoy. Estad atentos al próximo artículo sobre Creta donde descubriremos la zona oeste de la isla, la gastronomía cretense y muchos más secretos.
Quiero agradecer la colaboración de Agisilaos Papadogiannis, creador de Cretan Healthy Life, que nos ha dejado utilizar algunas de sus imágenes desinteradamente. En su página encontraréis interesantes recetas cretenses, guía de restaurantes y muchos consejos de alimentación sana.
También a Angeliki Genitsaridou y su proyecto Kurelu, de quien hemos tomado una imagen para ilustrar los textiles tradicionales de Creta.
4 comments
Súper apetecible !
[…] este post, que es la segunda parte del artículo en el que os hablaba de las prefecturas de Heraklión y Lasithi, pero antes de continuar nuestro segundo periplo os voy a dar unos cuantos detalles más que […]
[…] considerablemente la geografía del mar Egeo a muchos kilómetros a la redonda (si recordáis mi post sobre Creta, el cataclismo provocó que la costa se retirara varios kilómetros en el norte de la isla) e […]
[…] rodada en el Peloponeso; Zorba el Griego (Michael Cacoyannis, 1964), rodada en la isla de Creta, o Sólo para sus ojos (saga James Bond, dirigida por John Glen en 1981 y protagonizada por Roger […]