¿Alguna vez te has preguntado cómo es trabajar en una granja lechera en Nueva Zelanda? Acompáñame en esta experiencia personal y ¡no te pierdas lo que puede ser la aventura de tu vida!
Día 1
¡Estoy excitado! Después de más de 3 horas en bus he llegado a la ciudad donde Jack, el granjero me ha recogido. Juntos hemos ido a comprar comida y de ahí nos hemos ido a la granja lechera. El viaje ha sido más de 40 minutos en coche, me pregunto dónde estará la ciudad más cercana… Bueno no importa en unos minutos nos vamos a ordeñar a las vacas, ¡estoy impaciente por empezar!
Es de noche, estoy muy cansado, pero he decidido volver a escribir. Mi ilusión se ha evaporado como gotas de rocío. El trabajo es duro, eso ya lo sabía. Nada más llegar las vacas estaban listas para ser ordeñadas, imagínate 80 cuartos traseros divididos en dos mitades todos apuntando hacia ti. No hay lugar en que esconderse, y tú tienes que poner unas máquinas en sus urbes aumentando el riesgo de ser rociado (por decirlo suavemente) entero. Por suerte la evolución ha hecho que las urbes se adapten perfectamente a las milqueras (o caps como las llama Jack) y solo necesites cuatro manos para ponerlas, o tres si eres un granjero experimentado. Cuál fue mi sorpresa que tras ordeñar las primeras 80 habían 80 más, y luego 80 más, y luego 80 más… Más de 300 en total… En fin, no quiero escribir más, mañana será otro día.
Día 2
La alarma ha sonado a las cinco de la mañana, fuera la temperatura rozaba los 3ºC, era hora de hacer el primer ordeño del día. Por suerte el café me ha dado suficiente energía para aguantar la mañana. ¡Ah! ¡Hoy he alimentado a los terneros! Son tan bonitos…
El día ha avanzado y me han dejado libre el resto de la mañana. Así que he decidido explorar. En el rancho, tienen dos caballos, Primon and Bullevar, cuatro gatos o cinco, no tengo ni idea porque van apareciendo y desapareciendo. También hay tres perros, Meg, Mia y Chop. Tampoco he hecho demasiado porque pronto el sueño me ha vencido y me he ido a dormir la siesta. A las 3pm tenía que volver a trabajar.
Día 3
Algo me está pasando, no entiendo ni una palabra de lo que dice Jack, es como si su acento hubiera cambiado ahora que está en casa. Cada vez que me dice de hacer algo yo hago lo contrario. Me sabe mal preguntar todo el rato… Al final he ordeñado un par de vacas que no debía, he usado la leche que no tocaba para alimentar a los terneros, se me han escapado dos vacas y he gastado todo el agua limpiando. Por suerte, Karina, la mujer granjera habla más suave y a ella sí puedo entenderla. Ahora cada vez que Jack me pide algo pasa por el filtro de Karina. Parece que la vida en la granja va a ser más díficl de lo esperado.
Día 4
Creo que estoy empezando a cogerle el truquillo a esto de ordeñar, cada vez voy más rápido poniendo las «milqueras» y Jack ya no me da tantas órdenes (puede que sea porque ha desistido). Hoy, además, Karina me ha llevado a los pastos y me ha enseñado a quitar las malas hierbas con la azada. He de admitir que he disfrutado haciéndolo, ha sido un buen ejercicio para la espalda.
¡Casi se me olvida! Me han dejado conducir el todoterreno, o tanque o jeep o lo que quiera que sea ese monstruo. Tremendo, me sentía poderoso en él jajaja
Día 5
Ha estado lloviendo todo el día por lo que el trabajo ha sido solo ordeñar y alimentar a los terneros. Ha sido un día largo y fangoso pese haber trabajado solo 5 horas, por si fuera poco, las vacas estaban de mala leche (pillas la broma xd) y no paraban de dar coces y mugir demandando dios sabe qué.
En resumen, un mal día, para colmo he dejado de ser vegetariano… Lo sé soy un hipócrita, pero a ver cómo le explicas a un granjero que no comes vacas por el medio ambiente, por el sufrimiento animal, bla bla bla… Cuando me han mostrado los chuletones, las longanizas, las hamburguesas y las costillas todos mis argumentos se me han caído al suelo… Mi único consuelo es que la mayoría de la carne que comemos es de la misma granja y esta es una granja ecológica. ¿Cuela?
Por la noche después de cenar (la cena siempre la cocinan ellos para todos) me he quedado con la familia un rato mirando la tele, es mi forma de intentar aprender.
Día 6
Que día más duro, hemos tenido que vacunar a los terneritos. Parece fácil ¿verdad? Si pues trata de encerrar a 130 animalitos de casi cien quilos en unos pasillos cerrados para poder poner la vacuna. Ahora intenta mantenerlos quietos mientras Jack los vacuna y Karina los pesa… Todo esto sin entender ni pipa de lo que el buen granjero te grita. La fórmula del desastre estaba escrita lo único que no llego a comprender es como solo se me ha escapado una ternera.
Día 9
Llevo varios días sin escribir, la rutina se ha vuelto tranquila y con la experiencia voy haciéndome más hábil. El único problema es que aquí la gente no es muy habladora. Hoy ha venido el hijo de Karina y Jack ¿Quen, o Kevin o Kave? Ni idea de cómo se pronuncia, lo importante es que es un chico de mi edad, parece que viene para quedarse unos días porque se ha lesionado el pie, espero que podamos hacer buenas migas. De momento me he pasado media tarde jugando con él al Call of Duty. Pero la hora de ir a la granja lechera ha llegado y me he tenido que despedir de los videojuegos.
Día 10
Esta mañana me he levantado a las 5am como siempre, pero una sorpresa me esperaba, me tocaba ir a recoger al rebaño y guiarlo hasta la granja. Jack me dio mil instrucciones que a bien Karina hizo en traducirme y aun así solo entendí la mitad. A buenas horas que me puse el mono, un café para llevar y con los perros como copilotos me fui a realizar la labor con el todoterreno. Seguía siendo noche cerrada, no había luna por lo que las estrellas brillaban a mi alrededor con un esplendor que jamás había visto. Recogí a las vacas y poco a poco, despacio iba con el todoterreno empujándolas. Disfruté, disfruté tanto que incluso me puse a cantar a voz en grito. Que paz, que tranquilidad, que armonía (un poco de olor a ganado y mucho barro, pero eso no se dice) …. Hoy me he prometido que voy a intentar disfrutar al máximo de la naturaleza.
Día 12
Hoy es sábado por lo que es como si fuera un día de lluvia. He aprovechado para explorar, he cogido el todoterreno y me he ido a un bosque cercano que hay por aquí, dentro del recinto de la granja. Después he vuelto justo antes de comer y he cocinado un pan de plátano y una rica paella. Por desgracia parece ser que el plato no les ha terminado de gustar, en su opinión necesitaba más carne… En fin, que sabrán ellos de comida valenciana.
Día 14
Ayer no escribí nada porque era domingo y después de ordeñar me puse a descansar. Además, estaba de un humor de perros porque mientras ponía una de las milqueras me ha dado un tirón en la espalda. Creo que me he lesionado porque incluso mientras escribo esto me sigue doliendo…
Hoy en cambio ha sido un día más ajetreado, Jack con pelos y señales me ha enseñado a cargar un ternerito recién nacido. No os creáis que ha sido fácil no, cuando un becerro nace pesa más de 60 kg y es capaz de correr como si fuera un adulto. Después de perseguirlo varios minutos y lanzarme (literalmente) sobre él he conseguido atraparlo. Luego lo hemos cargado en el coche y puesto junto a los demás recién nacidos dónde Karina se ha puesto a alimentarlos mientras yo miraba. Este trabajo a veces exige dejar de lado los sentimientos, siento que es cruel alejar a un recién nacido de su madre. Me sentí muy triste viendo como ella seguía el coche donde cargábamos a su becerro. Pero bueno, el trabajo es el trabajo y la vida en la granja es así.
Día 15
Otro día triste, el trabajo en la granja bien pero mientras estoy quitando las malas hierbas normalmente me llevo a Meg y a Chop conmigo, pues viene está vez me han cazado un conejo y un erizo, al erizo lo he podido salvar, pero el conejo… el conejo ha pasado a mejor vida ☹.
Pero no todo ha sido malo hoy, en la granja Jack conduce una motocross y yo desde el primer momento he deseado conducirla aunque nunca me he atrevido. Pues esta tarde Karina me ha ofrecido a conducirla y sin dudar he aceptado. He ido poco a poco, con cuidado, cambiando las marchas con delicadeza y rezando a todos los santos para que me protegieran. Al cabo de unos minutos le cogí el truquillo y ya estaba haciendo el cabra por ahí espantando a los terneros a mi paso. Creo que debería ir con cuidado, no tengo casco y Kaven me ha confesado que la lesión en el pie fue con una moto. Pero bueno, al final lo importante es que he disfrutado como un niño pequeño 😊
Día 16
Me siento solo y esta noche me he dado cuenta. Para cenar hemos tenido visita y hemos hecho una gran barbacoa con carne propia de la granja. Pero me he sentido completamente fuera de lugar, no conseguía entender casi nada de lo que hablaban. Mi nivel de inglés es muy bueno pero este acento, este acento me está matando. A cada cosa que me decían tenía que hacerlos repetir la pregunta, al final, poco a poco veía como una brecha se abría entre nosotros y cuanto más lo intentábamos peor era el resultado. Incluso con Kavin, no consigo llegar a conectar.
Día 17
¡Qué contento estoy! Hoy ha sido un día tranquilo, sin accidentes, ¡así da gusto trabajar en una granja! Pero lo mejor ha sido esta noche, después de cenar Karina y yo hemos hablado por varias horas de todo. Me he dado cuenta de que es una mujer muy culta e inteligente que comparte conmigo la pasión por la literatura y la ciencia. Mientras hablábamos me he comido el último trozo de pan de plátano, al final me lo h tenido que comer yo solo. ¡Casi se me olvida! Hoy he recibido mis honorarios, tal vez eso haya influenciado un poco en mi humor.
Día 18
Hoy estoy tan cansado… La espalda me sigue doliendo, mis manos me tiemblan y por último tengo gastroenteritis, creo que ha sido por el pan de plátano de ayer… Por primera vez desde que estoy aquí no he ido a trabajar por la mañana. Pero a la tarde si que he tenido que ir, me sentía culpable de estar en la cama.
Día 19.
¡Estoy recuperado! Al menos de la barriga. Como recompensa me han encargado el alimentar a los becerros recién nacidos más los otros. Se viene más trabajo porque empieza la temporada de inseminación de las vacas (para mi ventura no tengo que hacerlo yo). Entonces Jack no puede ayudar y por eso mis responsabilidades han aumentado.
En verdad me siento feliz. Me encanta ir con la moto arriba y abajo, el todoterreno apenas lo uso, los paisajes aquí son increíbles y la comida tan sabrosa…
Pero no todo es de color de rosa, sigo sintiéndome solo. Esta mañana estaba hablándole a los terneros y poniéndoles los nombres de mis amigos. Por ahí estaba Martín, Carla, Camilo, Llori… Yo los llamaba, pero ellos no respondían ☹, igualito que mis amigos jajajaja. El caso que me he dado cuenta de que no son unos animales muy inteligentes (igualitos que mis amigos xddd), yo les intento guiar hacia un lado y ellos siempre se las ingenian para ir hacia el otro. Eso cuando no están por detrás empujándome para jugar o pisándome mientras intento pasar. Los machos son los más cabezones hay días que termino hasta la gorra de ellos, siempre saltan la valla y se cuelan en el pasto de las terneras, y los malditos no quieren irse, ya me ves a mi persiguiéndolos con la moto como si fuera un rodeo.
Día 22
Cosas me pasan: me he electrocutado con la balla eléctrica. La cosa fue así. Era un día soleado y precioso, a pesar de mi mal de espalda me fui a cortar las malas hierbas. Me metí en valles angostos, arriba y abajo, sin parar ni descansar. Al final después de casi 4horas decidí volver subiendo (escalando casi) la colina. Llegué arriba sin aliento, la moto estaba al otro lado de la valla, solo tenía que cruzarla sin tocar los cables, me puse a cuatro patas empecé a gatear por debajo y…¡Justo en mi espalda! Jamás he sentido un dolor semejante, no sé si salté o me lancé o me levanté el caso es que lo próximo que recuerdo es estar tumbado mirando al cielo y sin poder moverme. Así estuve por unos minutos hasta que al final me calmé y me pude levantar. Curiosamente el dolor de espalda que llevaba acumulado por una semana había desaparecido por completo….
Día 23
Sigo explorando los alrededores con la moto. Sinceramente estoy en un lugar increíble, rodeado por la naturaleza y alejado de todo signo de civilización.
Día 24
¿No es raro el mundo? Hay días en que el calor se hace insoportable y atenaza la garganta y otros en que el frío se abre paso entre las ropas y cala hasta los huesos… Perdón, estoy melancólico. Hoy me he tenido que despedir del último becerro nacido, se lo han llevado para hacer carne de ternera de lechal, me he prometido a mí mismo que nunca voy a probar esa carne. Cosa tan bonita no debería de ser comida, deberíamos de comernos a los insectos que son feos o a los peces que a mi entender también lo son. Se lo he intentado explicar a Jack y Karina, pero creo que no me han tomado en serio y se han ido diciendo que el calor me ha debido de afectar a la cabeza. Incluso me han ofrecido mañana librar. En fin, aún me quedan como consuelo 130 terneros que alimentar mañana…
Día 25
Me ha caído la moto encima del pie. Es lo que pasa cuando no tienes demasiado cuidado y te crees el rey del mundo. No me acabo de recuperar de la espalda y ahora me duele el pie. Por suerte creo que mañana ya se me pasará. Jack no ha dicho nada, pero Karina me ha prohibido coger la moto en un par de días. Me siento como un niño castigado sin salir a jugar.
Día 28
Lo siento, me he dado cuenta de que llevaba un par de días sin escribir. Todo ha ido normal, disfrutando de la vida tranquila de la granja. Me quedan pocos días ya para terminar. No sé si quiero irme o quedarme, sé que podría estar un par de semanas más, pero echo de menos mis amigos. También he de confesar que estoy cansado, desde que estoy aquí no he parado de trabajar ni un solo día y necesito un buen masaje. La vida del granjero son 365 días al año más las vacaciones en los años bisiestos.
¿Por qué me había puesto a escribir? Vale si, hoy he terminado mi blog sobre Auckland para el viajero experto, me siento orgulloso, creo que nunca había escrito algo así. Es como estas historias donde tú eliges lo que va a pasar. (Mírame haciendo propaganda de mis artículos xdd)
Día 30
Mi último día y ha sido un completo desastre jajaja. Jack, sabiéndolo me ha enviado a quitar malas hierbas a unos pastos situados alrededor del bosque que no habían sido limpiados por años. Así pues, con Meg y la moto fui allí con la motivación de quien sabe qué pronto será libre. Así fue la cosa:
Problema 1: para llegar al lugar indicado tenía que atravesar el pasto donde las vacas estaban pastando.
Idea: Cruzar sin mirar atrás y cerrar las verjas lo más rápidamente posible.
Resultado: las vacas se enfadaron y se colaron en un pasto del vecino. Jack se enfadó no sé si conmigo o con las vacas.
Problema 2: Las malas hierbas medía casi dos metros.
Idea: cortarlas como si fueran malas hierbas normales.
Resultado: Me llené de pinchos.
Problema 3: había conejitos recién nacidos y Meg se los quería comer.
Idea: Esconderlos encima de un árbol.
Resultado: 2 conejitos salvados (suponiendo que luego bajaran del árbol) y 1 muerto.
Problema 4: la moto se quedó atascada en el fango.
Idea: Sacarla a la fuerza realizando numerosos giros y historias.
Resultado: Tras más de una hora, Marcos lleno de fango, moto sacada pero estrellada encima de mi pie, embrague roto. Valoración: ¡éxito total!
Y así ha sido mi día. Luego nos hemos ido a cenar como despedida. ¡Después de un mes he vuelto a tener contacto con la civilización!
Día 31
Tenía que pasar, era mi último ordeño, por la mañana todo iba bien y de repente… ¡Pum! Rociado entero. En serio, desde que estaba trabajando ninguna vaca se había atrevido conmigo y el último día va y Matilda (Sí también le puse nombre a las vacas ¿pasa algo?), la 186, con toda su mala leche (esto puede ser o no una metáfora) va y me da una ducha intensa. Jack se ha reído y me ha dicho que es su forma de despedirse. Mira tú por donde eso sí que lo he entendido…
Más tarde he ido a alimentar a los terneros y me he despedido de ellos. Creo que los echaré de menos. En verdad, lo que más voy a extrañar van a ser a los perros, Chop, Mia y Meg. Me han hecho más compañía que los humanos, dándome su amor y su alegría. No como los gatos, que me ignoraban todo el rato. Finalmente me he despedido de Jack con un apretón de manos, quiero pensar que al bueno de Jack se le escapó una lagrimilla al girarse… Karina, Kev y yo hemos ido a la ciudad y después de un abrazo me han ofrecido volver de vacaciones. Tal vez me lo piense… En fin, ahora estoy en la ciudad y creo que lo primero que voy a hacer es ir a que me den un buen masaje en la espalda.
Post diario, ya más serio.
Bueno, si has leído hasta aquí te habrás dado cuenta de que trabajar en la granja no es para nada fácil. Puede que yo lo haya exagerado un poco aunque sinceramente he omitido muchos detalles por no hacerme pesado. Este post ha sido escrito basado en mi experiencia personal por lo que no refleja por completo la realidad de las granjas lecheras. Refleja lo que fue mi realidad. Ahora más objetivo puedo terminar de definir las ventajas y desventajas.
Ventajas
Trabajar en una granja lechera tiene muchas cosas positivas, a continuación, te detallo las más relevantes a mi entender.
- Ganas mucho dinero, es decir, trabajarás por el salario mínimo, pero sueles trabajar 50 horas semanales por lo que recibes mucho dinero. Además, normalmente incluye alojamiento y comida, y como estás lejos de la ciudad, las tentaciones de comer fuera o ir de compras se reducen notoriamente.
- Estás rodeado por la naturaleza. Mires donde mires hay verdes praderas, colinas rocosas, bosques frondosos y riachuelos tranquilos. Todo lo que puedes desear para desconectar de la sociedad.
- Trabajas con animales. Eso ha sido un verdadero placer, aprendes como son, a cuidarlos, a estar atento de ellos e incluso a quererlos. Para mi ha sido una experiencia enriquecedora.
- La comida es espectacular. Si eres fan de la carne estar en una granja te va a encantar. Si lo eres de la leche (cómo yo) aún más.
Desventajas
Pero no es oro todo lo que reluce y como habrás podido leer, hay bastantes aspectos negativos.
- Es un trabajo muy duro. La demanda física es alta y el riesgo de lesión también. Puedes tener accidentes con la moto, (Jack cojea un poco por ello y a mí me sigue doliendo el pie), las vacas te pueden golpear o la leche cruda te puede sentar mal.
- Es un trabajo sucio. Te vas a ensuciar mucho y no solo de barro y agua.
- Te puedes sentir solo. Si viajas por tu cuenta puede que te pase como a mí, el acento kiwi del interior es muy cerrado y por muy buen nivel de inglés que tengas te puedes ver superado. Otra cosa por considerar es que como estás alejado de la ciudad es muy difícil que puedas ver a tus amigos.
Conclusión
Con todo mi corazón y ya más tranquilo he de confesar que me ha encantado trabajar en la granja. Mi recomendación es que, si no tienes miedo al trabajo duro, intentes por lo menos estar un par de semanas y ver qué te parece. Ceo que es una experiencia que vale la pena ser vivida. Aquí te dejo un par de enlaces donde puedes encontrar diferentes trabajos en las lecherías. Si lo tuyo no es trabajar en una granja aquí tienes diferentes alternativas que te pueden ser de ayuda.
Muchas gracias por llegar al final y como siempre digo; si no te levantas nunca lo vas a intentar 😊
3 comments
. E gustaría ir trabajar en granjas de ordeño en Nueva Zelanda agradezco me orienten , tengo experiencia en este oficio.. Soy colombiano 🇨🇴 y siempre me crié en el campo agradecido je me ayuden para como aplicar, mi telefono📱 es: +573242580455.
Muchas gracias, Dejo mi correo electrónico :arielvargas87@hotmail.com
Soy de venezuela toda mi vida he estado en granjas lecheras es mi medio de trabajo soy del campo hago todo tipo de eso trabajo alimento animales ordeñó a mano y a máquina se vacunar animales trabajo con realización de pacas de heno todo lo relacionado en granjas sería buen asistente